Irán intenta expandir su ideología radical en Latinoamérica

Por: Laura Solano

Fuente:Dialogo Américas

Un mural que representa al ayatolá Ruhollah Jomeini (dcha.), primer líder supremo de Irán desde la Revolución Islámica de 1979, y al actual líder supremo, ayatolá Ali Jamenei (izq.), aparece mientras la gente cruza la plaza Enghelab, en el centro de Teherán, el 19 de septiembre de 2023. (Foto: Atta Kenare/AFP)

El régimen iraní continúa buscando la expansión de su revolución islámica a nivel global, incluso en Latinoamérica. Como parte de esa estrategia, promociona las memorias de sus líderes para involucrar a agentes locales, como indicó la ONG Instituto de Investigación de Medios de Medio Oriente (MEMRI), con sede en Washington.

En lo que va del 2023, según MEMRI, Teherán lanzó una extensa campaña masiva para difundir la traducción al español de las memorias de sus dirigentes, como el libro Celda No. 14, que relata las vivencias del líder supremo Ali Jamenei durante su detención y exilio en Irán antes de la revolución islámica (1979).

“Desde hace décadas, Irán tiene un plan establecido para infiltrarse en Latinoamérica, para expandir el islam radical y preparar células terroristas”, dijo el 16 de septiembre a Diálogo Jorge Serrano, experto en seguridad y miembro del equipo de asesores de la Comisión de Inteligencia del Congreso de Perú. “Promocionar su cultura y su literatura radical son parte de este plan”.

Tras el Seminario de Gobierno Islámico Ideal en 1982, con más de 300 clérigos de 70 países en Irán, se reveló la ambición nacional de la dictadura teocrática de exportar la revolución islámica utilizando la cultura y la política y al grupo terrorista Hezbolá para difundir el islam radical y atacar a occidente y a los enemigos de Teherán, abundó Serrano.

“Hombres bomba”

Celda No. 14 es producto de la alianza entre la editorial Lighthouse International y la organización Shahid Soleimani, respaldada por la Embajada iraní en Colombia, indicó MEMRI. La editorial Lighthouse (Fanoos Daryaei en Farsi), pertenece a Jameini, y su filial colombiana en español, El Faro Internacional, está bajo la dirección de exalumnos de la Universidad Internacional Al-Mustafa, en Qom, Irán, es una conocida herramienta para adoctrinar clérigos extranjeros.

“Todas las embajadas de Irán en el mundo, como las embajadas de Cuba, Rusia, Venezuela y China, tienen un propósito más allá de su experiencia. Su función real es operar como centros de inteligencia, llevando a cabo actividades clandestinas en el país anfitrión”, expresó Serrano. “En el marco para promover el islam radical a través de la cultura, las embajadas se convierten en un aliado significativo de este esfuerzo”.

Lighthouse International también está vinculada a Islam Oriente, un sitio web administrado por la Universidad Al-Mustafa y dirigido por Mohsen Rabbani, quien estuvo implicado en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires en 1994, cuando un coche bomba se estrelló contra el centro comunitario judío.

En junio, el embajador iraní en Nicaragua Majid Salehi, afirmó el portal islámico Rahyafteha, que Celda No. 14 es “una guía para los jóvenes de Latinoamérica, para conocer las luchas, resistencias y acciones de los jóvenes revolucionarios iraníes”.

“Esto es un peligro porque es una rama radical y fundamentalista del islam”, advirtió Serrano. “Las embajadas iraníes ofrecen becas educativas para atraer a jóvenes latinoamericanos a Teherán, donde se radicalizan en el islam. Algunos se convierten en potenciales hombres bomba con dispositivos de cronometraje. Los temas culturales y literarios facilitan esto”.

Los jóvenes conversos vuelven a sus países de origen como Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Perú y Venezuela, para actuar como agentes locales del islam radical. Conocen el terreno, dominan el idioma y pasan desapercibidos, añadió Serrano.

También regresan para liderar centros y mezquitas financiados por Irán, para difundir el mensaje revolucionario iraní en varias instituciones, influyendo en redes culturales, sociales y políticas. Varios de ello son exactivistas de extrema izquierda o provienen de movimientos neonazis, detalla en Internet el centro de investigación Foro de Oriente Medio, con sede en Filadelfia.

El sistema de influencia y poder blando de Irán opera a través de sus centros culturales y filiales, presentes en prácticamente todos los países latinoamericanos. Además de Cuba, Nicaragua y Venezuela, la red iraní se extiende en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México y Perú.

“En la campaña presidencial de 2011 en Perú, se identificó la presencia de una célula vinculada a Irán, que distribuyó materiales de difusión religiosa y la ideología de los clérigos iraníes, en una provincia remota de la sierra interior del país, cercana al VRAEM [Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro]”, afirmó Serrano.

Entendimiento

La presencia de Irán no trae nada positivo a los pueblos latinoamericanos. Sus acciones también buscan empoderar a dictadores como en Venezuela, Cuba y Nicaragua, promover acuerdos turbios y participar en geopolítica de alto voltaje. Irán avanza en el continente sin control, reporta en Internet el diario estadounidense The Hill.

“Es esencial desarticular y dificultar la expansión de la influencia iraní en la región”, señaló la revista Manara, con sede en Cambridge, Inglaterra. “Esto implica poner fin al uso de centros culturales, educativos y religiosos para difundir su ideología y ampliar sus redes criminales”.

“Para contrarrestar la estrategia a largo plazo de Irán, un estado criminal y terrorista, es crucial la consciencia y el entendimiento de lo que está haciendo Teherán. Sin comprender la amenaza, es imposible elaborar un plan eficaz a corto y mediano plazo para abordar las acciones de Irán”, concluyó Serrano.