Venezuela: El narcoterroestado que alienta la convergencia entre el crimen y el terrorismo

POR: Cecilia Cortés

Fuente: CRHOY

Desde la época de Hugo Chavez en el poder Venezuela se convirtió en un refugio seguro de redes logísticas para apoyar los esfuerzos terroristas de Hezbolláh en diferentes lugares del mundo, así como a los principales carteles de la droga desde Colombia, México y Bolivia para el trasiego hacia Italia, España y otros países de Europa. Según el Center for a Free and Secure Society, SFS, con sede en Washington, D.C. una gran cantidad de proveedores de servicios han encontrado territorio fértil en Venezuela para proporcionar una variedad de servicios como contabilidad, banca, tecnología, transporte, etc. Para el SFS estas redes han convertido a Venezuela en el centro global de la “convergencia” de redes ilícitas de amenazas que son utilizadas a la vez para apuntalar al régimen de Maduro.

Como es sabido, la situación de Venezuela ha creado dos bloques en el mundo, por un lado, un bloque liderado por Rusia, China e Irán apoya al régimen y, por el otro, el bloque de los que se oponen liderado por Estados Unidos, de modo que, Venezuela es un escenario para la confrontación geopolítica del primer grupo contra EEUU.

La alianza entre Venezuela y los países que respaldan al régimen venezolano ha sido sumamente provechosa para éstos en términos de la venta de equipo militar al país suramericano en los últimos veinte años que incluye aviones de combate, helicópteros de ataque y transporte, plataformas navales y de defensa aérea, tanques, vehículos blindados de transporte de personal, artillería autopropulsada y una variedad de armas pequeñas que incluyen misiles tierra-aire de parte de Rusia. De su lado, China ha proveído a Venezuela de armamento complementario como aviones K-8 y tanques ligeros VN-16, así como misiles antitanque, morteros autopropulsados, lanzacohetes y vehículos blindados. En 2020 la red militar de Irán salió de las sombras a pesar de sanciones de Estados Unidos y empezó a transportar a técnicos y equipos por medio de Mahan Air para reactivar la industria petrolera de Venezuela controlada por el ministro Tareck El Aissami defenestrado en 2023 por corrupción.

Venezuela pagó a Irán ese servicio con 9 toneladas de oro de sus bóvedas. El régimen de Maduro interactúa así abiertamente con el principal estado patrocinador del terrorismo en el mundo.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos informó en 2019 que Maduro y sus asociados han fomentado un entorno permisivo para los grupos terroristas incluyendo disidentes de las FARC y el ELN de Colombia, así como simpatizantes de Hezbolláh. De acuerdo con el SFS, estos grupos terroristas facilitan la corrupción del régimen a través de esquemas ilícitos de financiamiento y soborno dirigidos también a las fuerzas armadas de Venezuela y grupos criminales armados como el Tren de Aragua o el Cartel de los Soles.

Una serie de actividades delictivas, como el narcotráfico, la extorsión, el contrabando y la minería ilegal de oro y otros minerales, han financiado al régimen de Maduro, lo que permite la presencia en Venezuela de actores armados no estatales como las FARC y el ELN. Estos grupos terroristas regionales controlan amplias franjas del territorio venezolano, en particular en el Arco Minero, rico en minerales, y a lo largo de la frontera con Colombia, lo que conecta al régimen con el crimen organizado transnacional. Otros carteles regionales como los mexicanos, los Cachiros de Honduras, los Coca-Colateros de Bolivia también tienen presencia en Venezuela y han conspirado con el régimen para inundar a Estados Unidos de droga desde 2005 bajo un acuerdo con Hugo Chávez como parte de su confrontación ideológica con esa potencia, al punto que William Brownfield, ex secretario adjunto de Estado para la lucha contra el narcotráfico y embajador de EEUU en Venezuela consideró que el régimen de Maduro es “probablemente el gobierno más corrupto del mundo entero. Es peor que un narcoestado. Es un narcoestado, pero con esteroides”. En el léxico de la seguridad nacional a esas redes se les conoce como “superfacilitadores” que manejan redes ilícitas en todos los continentes, por ejemplo, ese es el rol que ha ocupado el personaje protegido de Maduro Alex Saab. Todo este entramado es lo que se denomina “la convergencia entre el crimen organizado y el terrorismo en Venezuela” que Estados Unidos ha tratado de atacar con varias estrategias.

Esa convergencia del crimen organizado transnacional que está en aumento en América Latina, ha servido para fortalecer el aparato represivo del régimen de Venezuela y ha ampliado el alcance de los actores ilícitos globales que utilizan a Venezuela para construir las redes logísticas que benefician a las empresas criminales, así el régimen de Maduro expande su red de amenazas en toda la región a través de migraciones masivas, degradación ambiental, etc. y desestabiliza cada vez más a los países vecinos donde las redes ilícitas amplían el acceso y el control del territorio con el apoyo de grupos locales.

Es una crisis que socava, además, las instituciones democráticas y exacerba la corrupción en toda la región sin que las autoridades en los países tengan un adecuado conocimiento al respecto por lo que sus estrategias de seguridad internas son insuficientes para controlar la criminalidad que desconocen cómo opera. Maduro persigue con ello replicar nuevos regímenes narcoterroristas en la región y expandir la influencia de China, Rusia e Irán.