Capo creó imperio al amparo de gobierno chavista
Por: Antonio Maria Delgado
Fuente: El Nuevo Herald
El presunto narcotraficante venezolano Walid
Makled, descrito por la justicia estadounidense como “un capo de los
capos de la droga”, creó su imperio de drogas bajo la sombra de la
Revolución Bolivariana con ayuda de funcionarios que aún ejercen gran
influencia en el país, denunció el domingo el diputado opositor Julio
Montoya.
El legislador, quien lleva tiempo investigando el caso del
empresario venezolano, dijo en una entrevista transmitida por el canal
de noticias Globovisión que Makled logró construir un imperio que
rivalizaba con el de Pablo Escobar Gaviria en Colombia, con ayuda de
generales, masgistrados y altos funcionarios.
“La de Makled quizás es la operación de narcotráfico más eficiente realizada en América, superior a la de Escobar Gaviria del Cartel de Medellín”, comentó el diputado opositor en el programa Yo Prometo, añadiendo que las pruebas recaudadas hasta ahora muestran una cercana colaboración entre el empresario y algunos de los principales actores de la revolución.
“Yo no he dicho que el presidente [Hugo] Chávez, ni el PSUV [Partido Socialista Unido de Venezuela], son todos narcotraficantes. Yo lo que he dicho es que un narcotraficante logró penetrar de tal manera al Estado venezolano que el gobierno debe ser el primer interesado en determinar cuales fueron los medios que utilizó, porque fueron demasiado eficientes” señaló.
Según el diputado, documentos obtenidos en el apartamento de Makled demuestran que el hombre una vez descrito como “un empresario de la revolución” contaba con acceso directo al ex magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, Eladio Aponte Aponte.
Aponte fue destituido la semana pasada por la Asamblea Nacional ante acusaciones de que había suministrado credenciales a Makled, cuyo juicio comenzará en Caracas a inicios del próximo mes.
Como magistrado, Aponte estaba a cargo de las asignaciones de jueces en los estados fronterizos con Colombia y en Carabobo, donde se hallaba la sede de las operaciones de Makled.
Montoya dijo que ese arreglo le daba protección jurídica al empresario venezolano, pero señaló que las investigaciones muestran que otros estuvieron vinculados con la operación.
Makled también obtuvo en concesión a la línea aérea Aeropostal, que previamente se encontraba en manos del Estado, de parte del Ministerio de Comunicaciones e Infraestructura, dijo el legislador.
“Hay que preguntar quién se la vendió”, sostuvo.
Makled también obtuvo control de operadoras de almacenes en Puerto Cabello, el principal puerto del país, y contaba con lo que vendría siendo su propia aduana, lo que le permitía introducir y exportar contenedores si que estos fuesen revisados por las autoridades.
Además, compraba a la estatal petroquímica Pequiven el equivalente de cientos de millones de dólares de urea, componente básico para la elaboración de cocaína.
Eran toneladas del componente químico que Pequiven le entregaba a crédito.
“Tenía una operación perfecta”, comentó Montoya. “Tenía el percusor de droga, barcos, (transporte), aviones, (transporte), aduanas, (legalización), containers, puertos, generales, y hasta magistrados”, comentó el legislador.
“El poder y la influencia de Makled eran de tal magnitud que cuando lo presionaban, él llamaba a unos militares [para que arreglaran el problema]. El lo ponía por email”, añadió.
El propio Makled había declarado desde Colombia que él mantuvo bajo nómina a generales y a altos funcionarios del gobierno venezolano, quienes actuaban directamente en su operación.
Según el empresario, aviones cargados con droga salían diariamente desde la ciudad de San Fernando de Apure con destino a Honduras, y desde allí hacia México y Estados Unidos.
La participación de las autoridades en los envíos era total, aseguró Makled. “[Es de] 100 por ciento, hermano, claro, porque es territorio venezolano”.
Según documentos de las cortes estadounidenses, Makled controlaba más de un tercio de los principales puertos y aeropuertos de Venezuela y enviaba mensualmente a Europa y Estados Unidos cerca de diez toneladas de droga, que presuntamente adquiría a las FARC.
Antes de ser capturado en Colombia a mediados del año pasado, Makled había acumulado una gigantesca fortuna que el mismo valoró en más de $1,200 millones.
Además de Aeropostal, Makled era dueño de una empresa nacional de transporte de carga, casas editoriales y fincas, además de propiedades de bienes raíces, yates, una flotilla de autos de lujo y cruciales concesiones para operar almacenes en los principales puertos y aeropuertos del país.
Montoya señaló que al gravedad de las implicaciones relacionadas con el caso Makled requiere que el caso sea ventilado en público para que la opinión publica pueda enterarse de quiénes estuvieron vinculados con sus operaciones.
Es un mensaje que él mismo le ha planteado a Chávez.
“Presidente Chávez, vamos a buscar las vacas sagradas del caso Walid Makled, porque hay muchas vacas sagradas que todavía el país no sabe”, comentó.
“La de Makled quizás es la operación de narcotráfico más eficiente realizada en América, superior a la de Escobar Gaviria del Cartel de Medellín”, comentó el diputado opositor en el programa Yo Prometo, añadiendo que las pruebas recaudadas hasta ahora muestran una cercana colaboración entre el empresario y algunos de los principales actores de la revolución.
“Yo no he dicho que el presidente [Hugo] Chávez, ni el PSUV [Partido Socialista Unido de Venezuela], son todos narcotraficantes. Yo lo que he dicho es que un narcotraficante logró penetrar de tal manera al Estado venezolano que el gobierno debe ser el primer interesado en determinar cuales fueron los medios que utilizó, porque fueron demasiado eficientes” señaló.
Según el diputado, documentos obtenidos en el apartamento de Makled demuestran que el hombre una vez descrito como “un empresario de la revolución” contaba con acceso directo al ex magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, Eladio Aponte Aponte.
Aponte fue destituido la semana pasada por la Asamblea Nacional ante acusaciones de que había suministrado credenciales a Makled, cuyo juicio comenzará en Caracas a inicios del próximo mes.
Como magistrado, Aponte estaba a cargo de las asignaciones de jueces en los estados fronterizos con Colombia y en Carabobo, donde se hallaba la sede de las operaciones de Makled.
Montoya dijo que ese arreglo le daba protección jurídica al empresario venezolano, pero señaló que las investigaciones muestran que otros estuvieron vinculados con la operación.
Makled también obtuvo en concesión a la línea aérea Aeropostal, que previamente se encontraba en manos del Estado, de parte del Ministerio de Comunicaciones e Infraestructura, dijo el legislador.
“Hay que preguntar quién se la vendió”, sostuvo.
Makled también obtuvo control de operadoras de almacenes en Puerto Cabello, el principal puerto del país, y contaba con lo que vendría siendo su propia aduana, lo que le permitía introducir y exportar contenedores si que estos fuesen revisados por las autoridades.
Además, compraba a la estatal petroquímica Pequiven el equivalente de cientos de millones de dólares de urea, componente básico para la elaboración de cocaína.
Eran toneladas del componente químico que Pequiven le entregaba a crédito.
“Tenía una operación perfecta”, comentó Montoya. “Tenía el percusor de droga, barcos, (transporte), aviones, (transporte), aduanas, (legalización), containers, puertos, generales, y hasta magistrados”, comentó el legislador.
“El poder y la influencia de Makled eran de tal magnitud que cuando lo presionaban, él llamaba a unos militares [para que arreglaran el problema]. El lo ponía por email”, añadió.
El propio Makled había declarado desde Colombia que él mantuvo bajo nómina a generales y a altos funcionarios del gobierno venezolano, quienes actuaban directamente en su operación.
Según el empresario, aviones cargados con droga salían diariamente desde la ciudad de San Fernando de Apure con destino a Honduras, y desde allí hacia México y Estados Unidos.
La participación de las autoridades en los envíos era total, aseguró Makled. “[Es de] 100 por ciento, hermano, claro, porque es territorio venezolano”.
Según documentos de las cortes estadounidenses, Makled controlaba más de un tercio de los principales puertos y aeropuertos de Venezuela y enviaba mensualmente a Europa y Estados Unidos cerca de diez toneladas de droga, que presuntamente adquiría a las FARC.
Antes de ser capturado en Colombia a mediados del año pasado, Makled había acumulado una gigantesca fortuna que el mismo valoró en más de $1,200 millones.
Además de Aeropostal, Makled era dueño de una empresa nacional de transporte de carga, casas editoriales y fincas, además de propiedades de bienes raíces, yates, una flotilla de autos de lujo y cruciales concesiones para operar almacenes en los principales puertos y aeropuertos del país.
Montoya señaló que al gravedad de las implicaciones relacionadas con el caso Makled requiere que el caso sea ventilado en público para que la opinión publica pueda enterarse de quiénes estuvieron vinculados con sus operaciones.
Es un mensaje que él mismo le ha planteado a Chávez.
“Presidente Chávez, vamos a buscar las vacas sagradas del caso Walid Makled, porque hay muchas vacas sagradas que todavía el país no sabe”, comentó.
Etiquetas: narcoestado
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home