Tiempos difíciles

Por: Carlos R. Alvarado Grimán

Nuevo Herald

Vivimos tiempos difíciles en Venezuela. Algunos ''revolucionarios'' en las postrimerías de su existencia han mutado en jerarcas burocráticos, bandoleros potentados y defensores de atrocidades y abusos de poder.

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Líderes indigenistas que han abandonado a su propia suerte al digno pueblo bari, en su lucha por sus territorios ancestrales, que este ''gobierno revolucionario'' les pretende despojar, en beneficio de las transnacionales del carbón.

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Luchadores sociales por los derechos humanos, que otrora se hubieran inmolado defendiendo a los débiles y a los oprimidos, en la actualidad excusan las monstruosidades cometidas por el ejército en la llamada ''masacre de la Paragua'', solapándola con el ardid del combate a la actividad minera ilegal.

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Combativos periodistas e intelectuales devenidos en aduladores de las políticas del gobierno para amordazar a los comunicadores sociales mediante prácticas totalitarias.

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¿Qué ha podido sucederles a esas personas y a esas mentes para que abandonaran sus razones de vida? ¿Demasiadas carencias económicas? ¿Débiles valores éticos y morales? ¿Hambre de notoriedad y poder? Quién lo sabe, algunos aseveran que son todas estas razones a la vez.

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La verdad es que, adaptando la frase de Albert Einsten a nuestra cruda realidad, diríamos que hay dos cosas infinitas: el universo y la miseria humana, y del universo no estamos seguros.