Chávez, típico abusador autoritarista

Por: Manuel Isidro Molina
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Las últimas semanas del gran debate nacional en torno al bodrio constitucional que intenta imponer el gobierno con su abusivo proceder, ha sido un lapso demostrativo del típico talante autoritarista del presidente Hugo Chávez Frías, quien pretende aferrarse indefinidamente al ejercicio unipersonal del poder.

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Chávez es un típico abusador autoritarista del poder, que ha impuesto un estilo corrupto y desconsiderado del ejercicio gubernamental con propósitos sectarios. No es la primera vez –contrariando la Constitución y las leyes- que encarga a sus más altos funcionarios (vicepresidentes y ministros de turno) así como a gobernadores y alcaldes el ejercicio simultáneo de sus obligaciones gubernamentales con la acción político-electoral, afincados descaradamente en el peculado de uso, el abuso de poder y el manejo corrupto de los dineros públicos.

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Todo un descaro, en este caso, ha sido el proceder de los integrantes del “Comando Zamora”, desde el flemático Jorge Rodríguez, vicepresidente ejecutivo de la República (no de Chávez ni del MVR-PSUV) hacia abajo. Lo que han hecho, por órdenes del presidente Hugo Chávez, los ministros, presidentes de empresas e institutos nacionales, gobernadores y alcaldes es una vagabundería insólita, realmente un asco, ante lo cual no han reaccionado ni el Consejo Nacional Electoral ni la Fiscalía General ni la Contraloría General de la República. Igual ha ocurrido con los directivos de Venezolana de Televisión, Vive TV, Ávila TV, ANTV, Radio Nacional de Venezuela y otros medios radioeléctricos del Estado venezolano, utilizados descarada y brutalmente a beneficio de los objetivos políticos de Chávez y su corrupto e incompetente gobierno. Ello se corresponde con el demencial proceder de la mayoría chavista de la Asamblea Nacional, que sumisamente se dedicó desde el 15 de agosto pasado, a satisfacer con creces el apetito neogomecista del presidente de la República. A todo ello se suma el trato desconsiderado hacia los funcionarios públicos, a quienes se ha impuesto el silencio y la militancia partidista oficialista, bajo amenazas de despido; se les ha coaccionado hasta la humillación y se les obliga a asistir a mitines y otras movilizaciones sectarias del gobierno. Ese concepto aberrante de gobierno sería catapultado a niveles insospechados, si fuere aprobado el bodrio constitucional, este domingo 2 de diciembre.

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La mayoría democrática y auténticamente revolucionaria de Venezuela, derrotará esa monstruosidad política. El insulto, las amenazas y la mendacidad presidencial (petulancia insoportable de quien se cree dueño de Venezuela) han generado una reacción ciudadana contra> sus aspiraciones continuistas, autoritaristas y autocráticas. Y este domingo 2D, asistiremos al comienzo del ocaso de un liderazgo arcaico, corrupto e incompetente.