Aquí está la lista
Por: Miguel Sanmartín - Universal (Ven)
Los allí rankeados tienen su destino predeterminado. Están sentenciados.
No sería la misma, aquella abominable y fatalmente ilustre lista Tascón. Pero el Híperlíder Sideral demandó la suya. A la medida de sus propósitos. La requiere con el mismo ímpetu y ulteriores objetivos pulverizadores de anteriores arremetidas contra quienes lo incordian: La oligarquía. Ergo, los empresarios. Los allí rankeados tienen su destino predeterminado. Están sentenciados.
Según Usía y en base a su infalible intuición y magnánima disposición, quienes figuren en dicha lista serían culpables de transgredir sus omnímodos designios. Un crimen de lesa revolución. Socialistamente hablando,una fechoría intolerable. Por tanto, "hay que darles en la madre" a los villanos. Hasta que caiga el último de ellos. Son, según él, acaparadores y especuladores. Por tanto son el blanco por saboteadores. Culpables del fracaso de la revolución bonita (no sus políticas y medidas); de la improductividad de los gallineros verticales, la ruta de la empanada y los cultivos organopónicos; del horrendo deterioro del país; de la inflación, la escasez, el desempleo y la corrupción; de la inseguridad y el estratosférico despegue del dólar paralelo. Actúese sin contemplaciones contra ellos, diría.
Así como la lista Tascón la utilizó el régimen para criminalizar y purgar a quienes "conspiraron" firmando para solicitar un referendo revocatorio contra el Híperlíder, la lista recién solicitada por él deberá ser colgada en cada sitio web, poste, pared y demás espacios disponibles; memorizada por niñas y niños; adolescentes; adultas y adultos; ancianas y ancianos; revolucionarios y demócratas; militares y civiles, focas, loros, chigüires, camaleones, caimanes, palmípedos y demás bichos de uña y plumas, especialmente por los más pobres, porque, quienes allí figuren, en complicidad con los cubanos, son los propios. Los verdaderos culpables. Causantes del infortunio, desvelos, desconcierto, desesperanza y llanto de los venezolanos. A ellos habrá que cobrarles (con una metralla de votos) el haber destruido, tiranizado e hipotecado este país. El haberlo entregado a intereses externos para la perpetuación del Hiperlíder en el poder sin importar las consecuencias.
La lista solicitada con los responsables de la debacle nacional, por supuesto, estaría encabezada por él mismo. A su vera, el carcamal insepulto del Caribe. Inmediatamente después, Jorge Giordani. Compitiéndole méritos, Alí Rodríguez y Rafael Ramírez. Cabeceando para equipararse, Elías Jaua. Tras ellos la nómina es interminable: Ministros de antes (Eduardo Samán) y de ahora, diputados, magistrados del TSJ, titulares del Ministerio Público, directores del BVC, militares, directivos de empresas del Estado, gobernadores y alcaldes incondicionales y otros manipulables.
msanmartin@eluniversal.com
Según Usía y en base a su infalible intuición y magnánima disposición, quienes figuren en dicha lista serían culpables de transgredir sus omnímodos designios. Un crimen de lesa revolución. Socialistamente hablando,una fechoría intolerable. Por tanto, "hay que darles en la madre" a los villanos. Hasta que caiga el último de ellos. Son, según él, acaparadores y especuladores. Por tanto son el blanco por saboteadores. Culpables del fracaso de la revolución bonita (no sus políticas y medidas); de la improductividad de los gallineros verticales, la ruta de la empanada y los cultivos organopónicos; del horrendo deterioro del país; de la inflación, la escasez, el desempleo y la corrupción; de la inseguridad y el estratosférico despegue del dólar paralelo. Actúese sin contemplaciones contra ellos, diría.
Así como la lista Tascón la utilizó el régimen para criminalizar y purgar a quienes "conspiraron" firmando para solicitar un referendo revocatorio contra el Híperlíder, la lista recién solicitada por él deberá ser colgada en cada sitio web, poste, pared y demás espacios disponibles; memorizada por niñas y niños; adolescentes; adultas y adultos; ancianas y ancianos; revolucionarios y demócratas; militares y civiles, focas, loros, chigüires, camaleones, caimanes, palmípedos y demás bichos de uña y plumas, especialmente por los más pobres, porque, quienes allí figuren, en complicidad con los cubanos, son los propios. Los verdaderos culpables. Causantes del infortunio, desvelos, desconcierto, desesperanza y llanto de los venezolanos. A ellos habrá que cobrarles (con una metralla de votos) el haber destruido, tiranizado e hipotecado este país. El haberlo entregado a intereses externos para la perpetuación del Hiperlíder en el poder sin importar las consecuencias.
La lista solicitada con los responsables de la debacle nacional, por supuesto, estaría encabezada por él mismo. A su vera, el carcamal insepulto del Caribe. Inmediatamente después, Jorge Giordani. Compitiéndole méritos, Alí Rodríguez y Rafael Ramírez. Cabeceando para equipararse, Elías Jaua. Tras ellos la nómina es interminable: Ministros de antes (Eduardo Samán) y de ahora, diputados, magistrados del TSJ, titulares del Ministerio Público, directores del BVC, militares, directivos de empresas del Estado, gobernadores y alcaldes incondicionales y otros manipulables.
msanmartin@eluniversal.com
Etiquetas: corrupción
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