¿Habrá un Lucio Quincio Cincinato en Venezuela?
General Romeo Vásquez Velásquez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, un paso ante la historia
Se convirtió con su proceder en aquel Cónsul romano: Lucio Quincio Cincinato
Por Alfredo García Deffendini
Analizando el caso de Honduras, tenemos necesariamente que analizar el caso venezolano, donde hace bastante tiempo se instaló la dictadura constitucional, manteniéndose aun por la miopía de una oposición, que se niega aceptar que el proyecto socialista del siglo XXI no es otra cosa que el proyecto comunista del siglo XX
Desde mi último escrito, intitulado “El Bolívar Bizarro, la Oposición Bizarra”, apareció Lucio Quincio Cincinato en un pequeño país centroamericano, Honduras: el General Romeo Vásquez Velásquez, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, para cumplir con su obligación constitucional de impedir que el Presidente de la República violentara el orden constitucional.
Este digno representante de las Fuerzas Armadas, cumpliendo el mandato expreso del Tribunal Supremo, del Poder Electoral y del Congreso Hondureño y del artículo 272 de la Constitución, que establece: “Las Fuerzas Armadas de Honduras, son una Institución Nacional de carácter permanente, esencialmente profesional, apolítico, obediente y no deliberante. Se constituyen para defender la integridad territorial y la soberanía de la República, mantener la paz, el orden público y el imperio de la Constitución, los principios de libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.”, evitando con su proceder, que el poder presidencial burlara la constitución y la ley al tratar de legalizar una constituyente mediante la manipulación de la voluntad ¿popular?, utilizando la vía electoral fraudulenta preparada y financiada por el ejecutivo venezolano.
El presidente hondureño, conocía que estaría incurso en traición a la patria, por violentar entre otros: el Artículos 4 de la Constitución: “La forma de gobierno es republicana, democrática y representativa. Se ejerce por tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, complementarios e independientes y sin relaciones de subordinación. La alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República es obligatoria. La infracción de esta norma constituye delito de traición a la patria”. A pesar de ello, los susurros y en particular el financiamiento permanente del presidente venezolano, le envalentonaba para saltarse la Constitución, aún cuando constituyese delito flagrante al estar en componenda con terceros países, en particular Venezuela.
He aquí, donde la virtuosidad de un militar, el General Romeo Vásquez Velásquez, honra a su país y a Latinoamérica, al actuar en apego estricto a la normativa constitucional en cumplimiento a los mandatos recibidos de los demás poderes del Estado, materializando la sustitución constitucional del Presidente. Con su actuación, rompió el esquema antihistórico de la incomprensión histórica, al decirle al mundo que no se puede continuar con una mentira, al negarse a comprender que la democracia no es aquella que solamente nace de procesos electorales.
La característica fundamental de la democracia, es la división y autonomía de los poderes, en particular el ejecutivo, el legislativo y el judicial, que éstos sean totalmente autónomos e independientes, siendo en definitiva de los tres, el legislativo y el judicial los que esencialmente caracterizan y logran el equilibrio de una verdadera democracia. La figura presidencial en decadencia, actúa con egoísmo y cobardía, lo hace pensando mas en sus intereses personales, que en los intereses del país y cuando abusa de su cargo para delinquir e instigar al delito, atentando contra los principios del estado derecho y los principios universales del respeto a la libertad de expresión, a la propiedad privada y a la vida, quebrantan con su proceder el derecho de la gente.
Es necesario comprender, que ninguna mayoría legal o fraudulenta y/o ninguna minoría, pueden violentar esos preceptos universales. La seguridad jurídica de los pueblos, la garantizan una división y equilibrio de los poderes públicos, que tienen que se inquebrantables e inmutables en el tiempo. No se puede continuar permitiendo, que con subterfugios populistas, se quebrante la legalidad y se secuestren lo poderes públicos con el único objetivo de implosionarlos desde adentro, instalándose una dictadura constitucional.
El General Romeo Vásquez Velásquez, se convirtió con su proceder en aquel Cónsul romano: Lucio Quincio Cincinato (591 a. de C.), quien fue llamado dos veces por el Senado romano, como máximo magistrado para combatir al ejercito invasor, así como para evitar la guerra civil y, una vez lograda su misión regresaba a sus actividades anteriores. Es recordado por los historiadores romanos, como ejemplo de las virtudes de la antigua Roma. En una de sus emblemáticas cartas decía: “Nunca le permitáis que os diga, incluyéndose a él mismo
Analizando el caso de Honduras, tenemos necesariamente que analizar el caso venezolano, donde hace bastante tiempo se instaló la dictadura constitucional, manteniéndose aun por la miopía de una oposición, que se niega aceptar que el proyecto socialista del siglo XXI no es otra cosa que el proyecto comunista del siglo XX, perfeccionado con los mecanismos aprendidos del nacionalsocialismo nazi, la toma del poder por la vía electoral y el perfeccionamiento de la metodología para implosionar los mecanismos que garantizan toda democracia.
Es por ello, cuando ya la República esta casi totalmente perdida, sus libertades cercenadas y un totalitarismo ocupando todos los espacios, es necesario recordar que cuando los tiranos intervienen los demás poderes, obligándoles hacer su voluntad, como es el caso venezolano, es porque la dictadura constitucional se ha instalado, no como dicen unos cuantos que se esta instalando. Tan así, que la oposición del país siguen obcecadamente pensando en una salida electoral para el 2012 o el 2019 o quizás el 2026.
Tontos útiles, que se hacen corresponsables de la guerra que se nos viene encima, la civil o con un tercer país, ya que cualquiera de ellas es buscada enfermizamente por el mesías de la revolución. El régimen desde hace bastante tiempo implementa una economía de guerra y, recurrirá a la guerra para silenciar el descontento interno y así unir a la nación contra un “enemigo” o para proporcionar una falsa prosperidad, cuando las finanzas publicas estén aun mas en declive y la corrupción haya alcanzado a todos los políticos.
Con ella - la guerra - acrecientan su poder al alegar que la patria está en peligro, imponiendo aun más onerosas restricciones a la libertad. Ilusos aquellos, aun distinguidos amigos, que expresan públicamente que en caso que la frontera este en peligro aun cuando sea por la insania presidencial hay que salir a defenderla, asumiendo un falso patriotismo que es exactamente lo que el régimen quiere exacerbar. No entienden, que también se corrompen por no entender la magnitud de la pesadilla, se vuelven cínicos al preferir al gobierno del hombre y no de la ley. La prudencia con la cual se arropan como excusa para no hacer nada, los convierte en colaboradores activos del régimen.
En este estado de descomposición en que se encuentra la República, tenemos que preguntarnos sin hipocresías o mejor dicho sin “Insulzas”, si en el caso Venezuela, si surgiera el “hombre virtuoso”, ese virtuoso romano Lucio Quinto Cincinato, para reponer el estado derecho, si ello sería constitucional y legal?, ya que sin duda alguna, estando en Venezuela secuestrados los poderes públicos, no se contaría con el aval de esos poderes.
La respuesta es: no habiendo salida electoral, por tener un sistema electoral totalmente diseñado para el fraude (véase estudio de Noel Alejandro Leal Rojas, “La Ilegitima Legalidad de la Revolución” y otros estudios realizados por distinguidos académicos de nuestras mejores universidades, publicados en la Web www.frentepatriotico.com), con el objetivo de lograr la perpetuación del presidente y de los demás poderes para así alcanzar el estado comunista fascista nacionalsocialista, los extremos se tocan, cualquier vía contemplada en la Constitución y el derecho de la gente, que se utilice para la restitución del estado de derecho, es constitucional, aunada a que la actual Carta Magna, esa Constitución de 1999 que la mayoría alardea, tanto gobierno como oposición, fue instituida por una vía totalmente ilegal que la hace irrita desde su nacimiento.
En su aprobación se impuso, como alguien muy acertadamente señaló, la vocación suicida y el impulso de inmolación, como fue la sentencia de la Corte Suprema de Justicia del 19 de enero de 1999 y la pasividad absurda y humillante del Congreso recién electo cuando acepto en pleno, ante Jefes de Estado extranjeros y ante la comunidad internacional una juramentación que tiraba al suelo hecha jirones la normativa constitucional.
La Constitución de 1961 en su artículo 245 contemplaba las taxativas y excluyentes formas por las cuales podía ser enmendada o modificada y, en ninguno de sus artículos se contemplaba el poder constituyente. Falacia populista inventada por los comunistas y fascistas para lograr sus objetivos. Aun mas, en su Titulo XI que se refiere a la inviolabilidad de la Constitución, establece expresamente, articulo 250: Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o fuere derogada por cualquier otro medio distinto del que ella misma dispone. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.
Para muchos, la constitución de 1961 sigue vigente, me pregunto: por donde andará Lucio Quincio Cincinato.
Etiquetas: Lucio Quincio Cincinato
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