Editorial de Rev on line

“Mi programa para educar a los jóvenes es duro. No se tolerará la debilidad. En mis castillos de la Orden Teutónica un joven crecerá y el mundo entero le temerá. Yo quiero un joven brutal, dominante, valiente y cruel. La juventud tiene que ser todas esas cosas. Debe tolerar el dolor. No debe ser ni débil ni gentil. Esta libre, y espléndida ave de rapiña debe una vez más emanar de sus ojos....Es así como Yo erradicare miles de años de domesticación humana....Es así como Yo creare el Nuevo Orden.” Adolf Hitler, 1933.

La Juventud Hitleriana, conocida en alemán como Hitler-Jugend (HJ), fue fundada en 1926; fue una lógica extensión de la creencia de Hitler que los niños eran el futuro de la Alemania Nazi. Para 1933 su membresía contaba con 100.000 reclutas. Tan pronto Hitler asumió el poder, todos los demás movimientos juveniles fueron abolidos, por lo que el HJ creció muy rápidamente, llegando a 4 MM de miembros para 1936.

Una nueva ley emitida el 25 de Marzo de 1939, le hizo saber a los padres que sus hijos les serian quitados y colocados en orfelinatos si no se enrolaban en el HJ; este mandato convirtió la membresía en la HJ obligatoria en 1939 para aquellos jóvenes mayores de 17 años, y para el resto de los jóvenes alemanes mayores de 10 años en 1941.

Para 1939, la membresía de HJ estaba conformada por el 82% (7.3 MM) de los jóvenes del país, lo que la convirtió en la organización juvenil más grande del mundo.

Hitler creía que había que adoctrinar a los jóvenes con la ideología Nazi desde temprana edad para así asegurar la continuidad del “Reich por Mil Años.”

El HJ se basaba en el anti intelectualismo de Hitler, y se enfocaba en el entrenamiento militar de jóvenes que serían soldados a los 18 años. Los jóvenes eran enviados a campamentos especiales de entrenamiento, conocidos como Kinderlandverschickung o Juventud Hitleriana KLV.

Una vez declarada la guerra, los HJ fueron enviados al frente de batalla y para el final del primer mes, 60% de la División HJ había sido aniquilada, con 20% muertos en acción y el resto heridos o desaparecidos.

En un rally que se llevo a cabo en Nuremberg en 1934, el Líder Juvenil del Reich, Baldur von Schirach, introdujo a Hitler a sus HJ con las siguientes palabras:

“A sus ordenes, mi Führer, se encuentra ante usted un joven –un joven que no conoce ni clase ni casta. Detrás de usted se encuentra la joven generación de nuestra gente. Como usted representa el ejemplo más grande de generosidad de esta nación, ésta generación de relevo también quiere ser generosa. Como para nosotros usted personifica el concepto de fidelidad, nosotros también queremos ser fieles. Adolf Hitler, líder de la juventud y el pueblo alemán.”

Estas inefables palabras fueron seguidas por el testimonio brindado por Schirach durante el Juicio de Guerra de Nuremberg en 1946, en el cual agregó:

“Yo soy culpable de haber entrenado a los jóvenes a seguir a un hombre que asesinó a millones. Yo creía en ese hombre. Eso es todo lo que puedo decir en mi defensa.”

Como forma de gobierno el Nacionalsocialismo de Hitler era de carácter totalitario y aspiraba a controlar por completo la política, la economía, las relaciones sociales, y seguida por un pequeño grupo que alegaban entender como se debía lidiar con todos los aspectos de la existencia humana. Y lo mismo se puede decir del Socialismo del Siglo XXI que profesa Hugo Chávez, que no es mas que un proyecto militarista Castro-comunista financiado por petrodólares, cuyos objetivos principales incluyen el centralismo exacerbado, la limitación a la propiedad privada, el intervensionismo gubernamental en el aparato productivo, la sustitución paulatina de la empresa privada nacional por transnacionales apolíticas, destrucción de las instituciones, la educación basada en las ideologías trasnochadas de Chávez, la represión de la sociedad al estilo cubano, el decreto de leyes que criminalicen la disidencia, la creación de una sociedad sicofanta que sólo se pueda alimentar del gobierno, y la destrucción de cualquier vestigio de libertad de expresión que aún pueda existir.

En 2004, Hugo Chávez creó el Frente Francisco de Miranda (FFM), que fue diseñado para inducir los ideales bolivarianos en las mentes de la juventud revolucionaria venezolana. Según Chávez, el FFM es “un hijo prodigioso de la revolución”, y lo define como “una fuerza antiimperialista, disciplinada, dinámica y organizada, fundamental en la lucha para erradicar la pobreza en todas sus manifestaciones y para alcanzar la igualdad social en Venezuela. Sus principios básicos son fortalecer el pensamiento antiimperialista (léase EUA) en los luchadores sociales bolivarianos y en el pueblo venezolano”.

EL FFM estaba originalmente integrado por 36.000 luchadores sociales que se fueron reduciendo hasta que sólo quedaron 15.000 que pertenecen a este grupo elite, financiado por el régimen para que actúe como instrumento de la revolución, bajo las ordenes directas de Hugo Chávez, y que está siendo entrenado militarmente para defender a la nación de ataques foráneos (léase EUA).

La Asamblea Nacional aprobó la transferencia de Bs 28.600 MM adicionales para cancelar las becas de Bs 350.000 mensuales, que recibieron esos luchadores sociales. Chávez le prometió al FFM el próximo lote de fusiles rusos Kalashnikov AK-103, recientemente comprados por el régimen a un costo de $54 MM, que les serian entregados a los jóvenes miembros del FFM. Ojalá que quienes manejen esas armas de guerra sean mayores de edad y no niños a los cuales el régimen quiere contaminar con sus ínfulas de dominación latinoamericana (y quién sabe) mundial.

Chávez alega que “la revolución ha colocado a los niños y niñas como actores de esta patria nueva, semilla que está germinando y que indican que esta revolución se sembrará para siempre en esta sociedad”. Al igual que hizo Hitler con los HJ, Chávez llamó a los miembros del FFM a hacer los sacrificios que demande la revolución, lo que incluye defender a la nación –aunque sea con sus vidas- de una invasión por parte del imperio norteamericano. 5.060 de estos jóvenes recién llegaron de Cuba donde los están formando, y 5.000 se encuentran actualmente entrenándose en las escuelas de formación cubanas; en agosto se irán 5.000 más.

Figuras políticas de la oposición alegan que el Gobierno ha incrementado sus armas, creado la guardia territorial y las milicias bolivarianas, y financiado las Fuerzas Bolivarianas de Liberación, para así perpetuarse en el poder, porque Chávez no confía en la Fuerza Armada Nacional, y podría en algún momento tener que usar la fuerza para asegurar su estadía en el poder y la propagación del proceso revolucionario.

Chávez utiliza a la juventud como agentes armados, lo que constituye una aberración propia del fascismo, como parte de su plan para entronizarse como presidente vitalicio, sólo sometido a plebiscitos decenales que den la impresión de que el pueblo tiene alguna opinión en su reinado fruto del fraude y de la violencia.

Cualquier similitud entre el HJ, el FFM y ahora la Guerrilla Comunicacional sólo puede ser interpretada como un producto de una imaginación sobre activa, ya que el proyecto revolucionario de Chávez es basado en ideas originales sobre igualdad, libertad y democracia y no en el pensamiento violento y enfermizo de aquellos revolucionarios sedientos de sangre que intentaron y fracasaron antes que él.

Discurso fascista de Chávez ante milicia de niños y jóvenes.