No volverán

Por: Orlando Ochoa P.
Fuente: El Universal

Si Venezuela cambia para bien en el futuro cercano, tendrá que abandonar la forma de gobierno inepta y corrupta que marca hoy la pauta en la llamada revolución bolivariana de Hugo Chávez; tendrá que abandonar también los patrones democráticos fallidos que antes trajeron al poder a un grupo golpista militar aliado con diversos sectores de la izquierda marxista, para intentar instaurar un proyecto nacional peor que mediocre, para vergüenza de los civiles y militares involucrados.

El mundo comenzó a cambiar en dirección distinta a Venezuela desde hace 20 años. En los años noventa el mundo vio surgir a China gradualmente del desastre socioeconómico del comunismo, vio a Rusia saltar al capitalismo salvaje y el enriquecimiento súbito de antiguos burócratas del partido comunista ruso. El modesto éxito inicial de las políticas neoliberales en América Latina en los años noventa (promovidas por los conservadores británicos y estadunidenses en los años ochenta) también perdió respaldo, pues si bien hubo logros con ajustes macroeconómicos, no hubo crecimiento económico sólido ni beneficios para las grandes mayorías empobrecidas. Fue en la última década, primera del siglo XXI, cuando la combinación del alza de precios de materias primas y los beneficios económicos y sociales de la estabilidad llevaron a América Latina por el exitoso camino que lideran hoy Chile, Brasil y Perú.

En nuestra historia local, las ideas que expone el caudillo y sus ministros son de tal pobreza conceptual que serán también causa de vergüenza nacional cuando en los centros universitarios venezolanos y del mundo sean analizadas y vistos sus planteamientos en los extensos videos que quedan de esta época. Se preguntarán los jóvenes y los expertos, ¿cómo pudo un país caer en esas políticas suicidas cargadas de resentimiento social ciego?

Las respuestas políticas, económicas, sociológicas y electorales ante lo que ocurre ahora en nuestro tiempo, determinará la calidad del cambio de rumbo del país al terminar este triste capítulo de la historia nacional. Pienso que en algo coincidirán los seguidores del chavismo y del no chavismo al final de todo esto, no volverán quienes antes y después nos trajeron hasta acá.