Militarización y fascismo social
Por: José Rafael López Padrino
El régimen ha dado dos nuevos pasos en su carrera desenfrenada por lograr un mayor control social de los venezolanos. Primeramente, el tte coronel haciendo uso de la Ley Habilitante, otorgada para legislar ante la emergencia de las lluvias, reformó por cuarta vez la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Esta nueva reforma incorpora un quinto componente, la Milicia Nacional Bolivariana (MNB), al organigrama de la Fuerza Armada Nacional, e introduce una serie de cambios que redimensionan el concepto y organicidad de la misma. La MNB representa una fuerza autónoma, comandada por el tte coronel, cuya misión será cuidar de él, como su guardia pretoriana (guardia creada por los emperadores romanos en la antigua Roma), y defender su "robolución". Mediante esta reforma se institucionaliza al brazo armado del PSUV, cuyos integrantes sin ejercer la profesión militar dispondrán de las armas de la República y podrán realizar acciones militares. Pero además, como parte de esta perversa política de militarización de la sociedad venezolana, el Ministerio de la Defensa ha dispuesto la obligatoriedad de la instrucción militar en todos los niveles de educación, desde primaria hasta la Universidad. Se pretende adoctrinar políticamente a nuestros jóvenes con el "Nuevo Pensamiento Militar Venezolano". Adefesio doctrinario de inspiración fascista, destinado a mitificar al régimen y a su Comandante-Presidente, así como fomentar los más miserables principios belicistas, de adulancia y de servilismo, como los que experimentaron los jóvenes en la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini. El proceso de militarización que vive el país es el resultado de la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), puesta en práctica por las dictaduras latinoamericana a finales del siglo pasado. La DSN se fundamenta en la militarización de la sociedad y el desarrollo de planes represivos que vulneran todos los derechos y garantías individuales y sociales en aras de una pretendida seguridad nacional y en resguardo de un supuesto enemigo externo o interno (entiéndase disidencia ideológica). Esta política además de consolidar el control social ejercido por el Estado, tarea fundamental de todo fascismo, pretende ser usada como elemento de disuasión frente a los "grupos antagónicos o elementos desestabilizadores", que comprometen los niveles del gobernabilidad del proyecto socialfascista bolivariano. Se pretende "tutelar con las armas" el descontento social y conflictividad social producto del fracaso de una ortodoxia neoliberal maquillada con retórica revolucionaria. Todo ello en nombre de un supuesto Estado de Derecho y de una falaz democracia participativa. Estas nuevas acciones constituyen movimientos tácticos del teniente coronel en su indeclinable afán de controlar todas las instancias de poder, pero que al igual que las anteriores serán derrotadas por la mayoría de los venezolanos.
Etiquetas: El Fascismo Tropicalizado
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