Pérez Becerra: De aliado a verdugo
Por: José Rafael López Padrino
La detención y deportación expedita de Joaquín Pérez Becerra, periodista y director de la ANNCOL un portal que emite informaciones sobre las FARC , ha permitido demostrar una vez más el pragmatismo desideologizado del tte coronel, para quien su "militancia socialista", sólo representa un slogan en el mercado post moderno de las ideologías.
Pérez Becerra es un ex concejal de la Unión Patriótica colombiana, sobreviviente de la política de exterminio realizada por el Estado de ese país, quien se asiló en Suecia después del asesinato de su esposa (1992). Fue detenido en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, y deportado, por orden expresa del mismo tte coronel, quien anteriormente pidió un minuto de silencio a raíz de la muerte de Raúl Reyes, que solicitó ante nuestra Asamblea Nacional (1998) el reconocimiento de la insurgencia colombiana como una fuerza beligerante la cual él nunca se la otorgó y que se negó a calificar a la guerrilla colombiana como organización terrorista. El travesti ideológico de Miraflores ha justificado tal bochornosa entrega como parte de su lucha frontal en contra del terrorismo internacional (ver comunicado oficial del MPPCI, 23.4.11). El favorcito pedido por el "oligarca de Santos" se convirtió en una orden y de inmediato se procedió a la entrega de Pérez Becerra a su "nuevo buen amigo".
Independientemente de las diferencias ideológicas que podamos tener con Pérez Becerra y con la organización política a la cual se le vincula, no podemos estar de acuerdo con su detención, su incomunicación y mucho menos con su deportación exprés a Colombia. Vivimos un verdadero estado de indefensión jurídica frente a un régimen despótico y militarista que desconoce el Estado de Derecho.
Pero la deportación de Pérez Becerra no es un caso único o precedente peligroso como afirman los genuflexos del PCV. Es una política de Estado, que le ha permitido al régimen venezolano la entrega expedita de supuestos combatientes de la insurgencia colombiana (desde hace mucho tiempo y sin derecho a la defensa) ante el silencio celestino de la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo en Venezuela.
Sin embargo, lo más aberrante ha sido la conducta asumida por los mal llamados "intelectuales orgánicos" del régimen, agrupado en la "Red en Defensa de la Humanidad", quienes han avalado la vulgar entrega de Pérez Becerra con la peregrina excusa de "cuidar a la revolución". ¿Cuál revolución? Perdón, se refieren a la "robolución", la que les permite disfrutar los encantos de la burguesía los 15 y 30 de cada mes, así como financiar sus viajes sauditas al exterior.
Obviamente, el bozal de arepa de estos funcionarios les es más importante que los principios que engañosamente dicen defender.
Ojalá que el caso de Pérez Becerra sirva para que los ingenuos revolucionarios y progresistas del mundo, entiendan el carácter fascista del estatismo autoritario que impulsa nuestro Bonaparte tropical. La mitomanía bolivariana representa la gran estafa del siglo XXI
Etiquetas: narcoestado
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