El enigma Pérez Becerra

Fuente: Diario Tal Cual
El enigma Pérez Becerra

La detención en Caracas y la posterior extradición a Colombia del periodista Joaquín Pérez Becerra, por órdenes del gobierno de Chávez, ha levantado una polémica en los sectores revolucionario que, lejos de aplacarse con el discurso presidencial del 1º de mayo, lo que ha hecho es encender más las protestas.

Se hizo el sueco.

Joaquín Pérez Becerra es un periodista colombiano que habita desde hace 14 años en Suecia, donde mantiene una familia y ha adquirido su nacionalidad, debido a la petición de asilo que hizo. Pérez Becerra sobrevivió a la matanza de dirigentes de la Unión Patriótica, de la cual fue concejal en Colombia. Obtuvo asilo político en Suecia, desde donde dirige la agencia de noticias Anncol.

Mis amigos de las FARC.

Pérez Becerra no ha negado nunca sus vínculos con las guerrillas colombianas, de las cuales sirve de vocero internacional a través del portal web Anncol. En un comunicado de prensa, Anncol declara que ha publicado comunicados oficiales de las FARC pero que eso no los hace miembros del grupo guerrillero, a pesar de que los gobiernos colombianos los han señalado como “la agencia oficial de las FARC-EP, señalamiento que nos enaltece, pero que no corresponde a la realidad”. Aunque el periodista de 55 años dice no ser miembro de las FARC tiene un alias 'Alberto Martínez'

Expediente colombiano.

En su país de origen le tienen acumulado desde hace tiempo un expediente como “colaborador activo” de las FARC y lo acusan de ser “el enlace más importante de las FARC en Europa”. El nombre de Joaquín Pérez Becerra salió a la luz a través de la información contenida en los ordenadores del fallecido 'ex número dos' de las FARC Raúl Reyes. Estuvo unos 30 años al servicio de los rebeldes y era considerado uno de los "embajadores" de esa guerrilla en Europa, cuyo objetivo era buscar financiamiento internacional para el grupo guerrillero. Los cargos que Santo anunció que pesan sobre Pérez Becerra son: "concierto para delinquir, financiamiento del terrorismo y administración de recursos relacionados con actividades terroristas".

Semana Santa infernal.

En medio del asueto de la semana mayor, Joaquín Pérez Becerra aprovechó para viajar a Venezuela, a donde llegó desde Frankfurt. De inmediato fue apresado en el aeropuerto de Maiquetía el 27 de abril por funcionarios de Sebin e Interpol. El presidente Santos dijo que él mismo llamó por teléfono el sábado a Chávez, porque sabían por reportes de inteligencia que Pérez llegaría a Caracas procedente de Europa.

Pasaje a El Envigado.

De inmediato, la Cancillería y el Ministerio del Interior venezolanos dieron su aprobación, y en menos de 24 horas, el periodista e intelectual era deportado hacia Colombia. El ministro del Interior y de Justicia de Colombia, Germán Vargas Lleras, había dicho antes de su traslado al país que se buscaría que Becerra fuera deportado, más no extraditado, para agilizar trámites.

Protesta roja.

Antes de que termine Semana Santa, arde el infierno chavista. La ultraizquierda que respalda la revolución inicia sus protestas por la participación del gobierno en lo que consideraron un “secuestro” y “una traición”, ya que Pérez Becerra no es más que un periodista que venía a Caracas a participar en un foro organizado por el oficialismo.

Arden Izarrita y Maduro.

La protesta va creciendo y, a los grupos tradicionales de la ultraizquierda, se suma el PCV, que siente como “una alta traición” la entrega de Pérez Becerra al gobierno colombiano. Desde el PCV declaran que la extradición de Pérez Becerra fracturó la confianza en el gobierno de Chávez y además así el gobierno chavista valida el contenido del computador de Raúl Reyes. Pero el rechazo del PCV no se queda solo en palabras, porque enviaron un documento al Comité de Naciones Unidas contra la Tortura en el que aseguran que Chávez violó artículo 3 de la Convención contra la Tortura, el cual prohíbe la entrega de personas a países "cuando haya razones fundadas para creer que estaría en peligro". Además, varios grupos de la izquierda radical venezolana queman un muñeco con las fotografías de los ministros de Exteriores, Nicolás Maduro, y Comunicación, Andrés Izarra, como forma de protesta por la entrega de Pérez Becerra.

Me tendieron una trampa.

La situación de malestar en el seno del mismo chavismo obliga al Presidente a referirse al caso, y en el mitin del Día del Trabajador, Chávez declara que “"A él le tendieron una trampa para clavarme a mí una puñalada, aquí no somos pendejos”. De esta forma, el mandatario venezolano sostiene que fue él quien ordenó la dentención: "La decisión (de la detención) es mía, porque yo asumo mis responsabilidades. A mí no me va a chantajear nadie, ni de la extrema derecha ni de la extrema izquierda. Nadie". Y añade que espera que el gobierno colombiano respete los derechos de Pérez Becerra.

“Me traicionaron”.

Pérez Becerra desde la cárcel La Modelo de Bogotá declaró que fue maltratado por la Guardia Nacional venezolana y que fue Andrés Izarra quien lo entregó a las autoridades colombianas. Aseguró que durante su detención en Maiquetía estuvo completamente incomunicado y que el ministro y los funcionarios venezolanos son unos “malparidos”. Además, alias Alberto Martínez dijo “Yo me siento muy defraudado con la actitud del gobierno bolivariano. Un gobierno al que nosotros hemos apoyado, un gobierno al que nosotros hemos difundido a través de Café Stereo y ANNCOL los propósitos de la Revolución Bolivariana en Venezuela y por lo tanto creo que esto es un golpetazo”.