Venezuela, R. I. P
Por: Alberto Lossada Sardi
Fuente: Venezuela Analítica
Algo muy serio y contundente debe tener Walid Makled en sus alforjas cuando Esteban, desestimando las protestas públicas de sus copartidarios y de sus bien amadas FF. AA. RR. C. “ejército beligerante” según él, decidió entregar a Pérez Becerra a Colombia, alegando supuestas “razones legales”, como su inclusión en las “alerta roja” de Interpol, la misma Interpol que fue denigrada cuando las famosas computadoras de Raúl Reyes (¿o ya se olvidaron de esto también? Como estamos en el trópico…). El estado de “fragilidad” en que se encuentra el virtuoso e infalible Líder es evidente.
Si a esto le sumamos hechos como la violenta y cobarde agresión a Lorent Saleh (muchos se preguntarán quién es; tómense la molestia de buscarlo en las noticias antes de que el trópico lo lance al olvido), los casos Afiuni y Peña Esclusa –por solo nombrar dos-, las cada día más descaradas mentiras y los engaños constantes y perennes a la gente más humilde, los números de la oposición deberían andar por las nubes…
Pero no. Nada ha hecho la “oposición” por aprovechar estos regalos presentados en bandeja de plata. Solo hay tiempo para discutir precandidaturas, mover sus ambiciones personales y perder el tiempo precioso que debería dedicarse a la elaboración de una oferta y un programa de gobierno en sus intereses personales. Y es que no se dan cuenta (o, mejor, no quieren darse cuenta) de que Venezuela NO QUIERE volver a tiempos pasados. Pretende caras y sangre nuevas que ofrezcan una alternativa a lo que fue y no funcionó y al cataclismo actual. Una ligera mirada a América Latina nos dice, sin lugar a dudas, que el tiempo de los partidos tradicionales quedó atrás. Que sus ideologías –como eran- fueron sobrepasadas por el rápido avance del mundo en todos los sentidos. ¿Qué queda del APRA en el Perú?, ¿los Liberales y Conservadores colombianos?¿Qué rumbo lleva la D. C. chilena? Valgan estos tres ejemplos y sumémosle los casos AD y COPEI aquí en nuestros lares.
Es a esta imposición “opositora” de viejos criterios que el electorado se niega a validar y prefiere, de manera repetitiva, abstenerse de votar y declararse “ni-ni”. ¿Qué alternativa se le ofrece? ¿Más de lo mismo? En lugar de mandar a matar al mensajero, dediquen ese tiempo a crear una verdadera estrategia, de ir más allá del acostumbrado “¡hay que sacar a Esteban!” sin plantear en qué consiste el cambio. Quitar personas para reemplazarlas por otras sin explicar por qué ni para qué, no es un argumento válido para esa mayoría de “ni-nis”.
¿Sabe alguien, a estas alturas, el resultado de las últimas elecciones habidas? ¿Qué ha hecho la “oposición” por conocerlos? ¿No entienden que, con los vicios y probable fraude habrá que ganar de una manera tan abrumadora que no quede duda alguna al respecto? Pero no, seguimos jugando con las cifras que dan algunos puntos a favor y que son muy fácilmente adulterables por parte de la maquinaria montada que incluye, ¡ni más ni menos! un cable submarino de fibra óptica hasta Cuba a fin de manipular resultados, REP, etc. a gusto de sus manipuladores. ¿Qué argumentos se oyeron en contra de este cable cuando su instalación?
Hay que ser muy ladino para jugar con Esteban bajo sus reglas. Nadie juega béisbol con reglas de fútbol ni viceversa. Estos no son momentos de diálogo ni estamos tratando con caballeros. O se preparan para una batalla electoral despiadada como la que enfila el gobierno, o, muy simplemente, vayan solicitando sus invitaciones para la nueva juramentación de Esteban en 2012. Y de ahí, sencillamente, ya no saldrá. Venezuela, R. I. P.
Etiquetas: Alejandro Peña Esclusa
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