Transición: Camino hacia la Libertad y la Democracia

Por: Carlos R. Alvarado Grimán

“Sólo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada día”, Johann Wolfgang Goethe

En diversas oportunidades, hemos planteado la necesidad de organizar    a la sociedad civil en torno a un Consejo Nacional de Transición (CNT), que permita la movilización del pueblo para la toma efectiva del poder, e iniciar un proceso de cambio hacia la libertad y la democracia plena. El estado de deterioro moral, económico, social y político del país, así lo exige, pues no debe continuar en manos de los grupos mafiosos y narcotraficantes, que en la actualidad detentan el poder en Venezuela.

Luego de la desaparición física del caudillo de Sabaneta, por causa del cáncer terminal que padece, se activarán todas las fuerzas malignas del chavismo, para asestar  un golpe definitivo a la democracia, dejando sin capacidad  de respuesta a la cándida oposición venezolana, que sigue con sus ojos inocentes, fijados en las elecciones primarias de febrero y las anheladas elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012.  

Es sabido que los militares chavistas, generales y coroneles, no tienen otra salida que asaltar el poder para así evitar caer en manos de la justicia internacional, que los solicita por cooperar materialmente con las organizaciones narco-guerrilleras de Colombia. Estos llamados narco-generales, han estructurado todo un poder dentro del Estado que les permite controlar importantes fuerzas paramilitares y recursos que incluyen: las milicias y combatientes revolucionarios, que se han entrenado en Cuba y el medio Oriente; grupos radicales que custodian armamentos y pertrechos militares embodegados en complejos militares y redes de túneles ubicados estratégicamente en todo el país, que serán usados para el control total de la sociedad; colectivos criminales armados como las autodenominadas  Fuerzas Bolivarianas de Liberación, los Tupamaros y la Piedrita entre otros y; fuerzas extranjeras infiltradas en la sociedad venezolana como los operadores del ejército cubano, FARC, Hezbollah, así como ex guerrilleros de Eta que forman parte de la extensa nómina del gobierno chavista. 

El CNT deberá estar integrado por los elementos más destacados de nuestra sociedad, incluyendo a miembros institucionales de las Fuerzas Armadas Nacionales, quienes mantuvieron su moral en alto y nunca doblaron la cerviz, ante el encanto y tentación del enriquecimiento fácil. Igualmente, los estudiantes deben jugar un rol importante, ya que han sido un motor en la lucha por la libertad, un bastión moral, fuente de fuerza y empuje que requerirá la nación para su reconstrucción.

El CNT sería la instancia que deberá desarrollar un plan para rescatar la democracia, desmontar al narco Estado chavista y limpiar al país de los narcotraficantes, los corruptos, terroristas y agentes extranjeros infiltrados en nuestra sociedad, además, sería la única herramienta organizativa, con la cual contaría el pueblo democrático para frenar los planes del narco-golpismo que apoya al Tte. Coronel.

El proceso de transición requerirá de un interlocutor válido para que medie con los países democráticos y las instituciones regionales. Además, deberá enfrentar las estrategias desestabilizadoras que antes y durante el proceso de transición, intentarán implementar los narco-generales para impedir el proceso de reconstrucción nacional. Por otra parte, el CNT deberá  establecer  y fomentar  las condiciones óptimas en la reorganización del Estado y sus instituciones, para que una vez cumplida esta meta, se realice un llamado nacional a elecciones generales para la re-legitimización de todos los poderes y de las instituciones del Estado, lo cual deberá ocurrir en un lapso prudencial. 

¡El tiempo para acometer estas acciones es ya!. Debemos llamar a los países democráticos del hemisferio para que colaboren con el CNT, en el rescate de nuestra democracia y nos den el apoyo necesario para que las fuerzas oscuras del narco chavismo sean eliminadas y no logren frustrar el retorno de Venezuela al camino de la libertad y la democracia.