Estado Fallido: Empresarios:¿Productivos o improductivos?
Twitter: @orlandoochoa
En un influyente artículo sobre el rol de los empresarios elaborado a principios de los noventa, titulado “Entrepreneurship: Productive, Unproductive and Destructive” (Empresariado: Productivo, improductivo y destructivo”), el profesor William Baumol de la Universidad de Nueva York argumenta, apoyado en la experiencia histórica universal, que el aporte empresarial a la sociedad depende críticamente de los incentivos derivados de las políticas e instituciones de cada nación. Alega en dicho trabajo: “La oferta total de empresarios varía entre las sociedades, pero la contribución productiva de las actividades empresariales varía mucho más por su asignación entre actividades productivas tales como innovación y actividades improductivas tales como rentismo o crimen organizado”.
Si es cierto que la educación es fundamental para el desarrollo socioeconómico de una nación, planteamiento ampliamente difundido, es también cierto pero mucho menos reconocido, que el talento humano tiene muchos usos, unos productivos y/o nobles y otros improductivos para sociedad y/o ruines. Tan importante es saber distinguir entre estos dos planteamientos, que se puede afirmar que el fracaso de la doctrina marxista estuvo en que nunca comprendió el segundo punto. En la sociedad socialista o comunista los individuos aprovecharon las fallas de las instituciones y los mercados negros para su provecho y para acumular poder.
Cuando existe abundancia de un recurso natural valioso como el petróleo en un país, e instituciones débiles que facilitan el rentismo y la corrupción generalizada, se estimula a muchos empresarios a participar en actividades improductivas y en corrupción, asociados con funcionarios públicos, lo cual reduce el crecimiento económico y perjudica a la población con desempleo y usualmente también inflación. En Venezuela en los últimos años los altos ingresos petroleros se han diluido en malas políticas de control “socialista” que estimularon la especulación y fraudes cambiarios, el robo dentro de empresas públicas y el crimen organizado alrededor del tráfico de drogas y combustible. La violencia es parte de esta triste historia, es un problema relacionado, no independiente como se concibe en la opinión pública.
De no lograrse cambios importantes, Venezuela seguirá el camino actual, a consolidarse como un paraíso de oportunistas, asaltantes, traficantes, en medio de violencia y atraso económico. No deja de ser irónico que a éste último camino, que nadie en sus cabales puede desear, se haya llegado en nombre de dar “más poder al pueblo” y de construir una red política clientelar para controlar votantes y perpetuarse en el poder.
Etiquetas: Análisis Económico, Estado Fallido
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