La tragedia de los Yanomamis
Por: OSCAR HERNÁNDEZ BERNALETTE
Fuente: EL UNIVERSAL
De comprobarse la masacre de nuestros indígenas y que fue oficialmente denunciado a la Fiscalía se convierte esta en una tragedia de proporciones increíbles en estos tiempos. La noticia nos impacto; "el pasado 5 de julio la comunidad indígena Irotatheri, ubicada en el municipio Alto Orinoco en Amazonas, se tiñó de sangre con un presunto ataque de garimpeiros que incluyó armas y explosivos y dejó el saldo de 80 personas muertas".
Las investigaciones tienen que acelerarse. El gobierno de Venezuela tiene que pronunciarse y tomar todas aquellas acciones que sean necesarias para que un evento de esta naturaleza no se vuelva a repetir en ninguna de nuestras comunidades indígenas. Son ochenta seres humanos vilmente asesinados, en una acción sin precedentes en nuestro país y que nos recuerda la crueldad de semejantes actos en otras partes del mundo. No podemos olvidar que una masacre o una serie de masacres pueden convertirse en un genocidio.
Lo sorprendente, es que según los medios de comunicación, nuestras autoridades habían sido informadas y comprobaron la denuncia de tres solitarios cazadores que sobrevivieron toda vez no se encontraban en el lugar. Para quien escribe estas líneas ese caso tiene una dimensión superior al accidente de la refinería de Amuay en términos de globales. En este caso de lo que se trata es de una masacre, violación de los derechos humanos, de violación territorial por parte de extranjeros (los garimpeiros), perjuicio a nuestro medio ambiente e irrespeto a nuestras comunidades autóctonas victimas del atropello por siglos.
En el pasado la penetración de los garimpeiros generaron polémica y distanciamiento con nuestro vecino Brasil. Mala bienvenida que nos dan ahora que entramos a Mercosur, porque si bien no es una acción esta de Estado, Brasil tiene que asumir sus responsabilidades. El actual Gobierno y el que viene, tienen que echarle un parado a esta situación irregular, que desangra no solo a nuestros pueblos indígenas sino también a nuestros suelos y sus valiosos recursos que en ellos se encuentran y que solo le pertenecen a los venezolanos. Hay que recordar que hace unos años, se denunció la muerte de varios Yanomami de la comunidad de Momoi, por supuesta intoxicación con el mercurio presente en el agua proveniente de la actividad garimpeira.
Esperamos que este no sea un tema que pasará por debajo de la mesa. Las autoridades tienen que dar respuestas y la diplomacia venezolana tiene que actuar.
@bernalette1
Las investigaciones tienen que acelerarse. El gobierno de Venezuela tiene que pronunciarse y tomar todas aquellas acciones que sean necesarias para que un evento de esta naturaleza no se vuelva a repetir en ninguna de nuestras comunidades indígenas. Son ochenta seres humanos vilmente asesinados, en una acción sin precedentes en nuestro país y que nos recuerda la crueldad de semejantes actos en otras partes del mundo. No podemos olvidar que una masacre o una serie de masacres pueden convertirse en un genocidio.
Lo sorprendente, es que según los medios de comunicación, nuestras autoridades habían sido informadas y comprobaron la denuncia de tres solitarios cazadores que sobrevivieron toda vez no se encontraban en el lugar. Para quien escribe estas líneas ese caso tiene una dimensión superior al accidente de la refinería de Amuay en términos de globales. En este caso de lo que se trata es de una masacre, violación de los derechos humanos, de violación territorial por parte de extranjeros (los garimpeiros), perjuicio a nuestro medio ambiente e irrespeto a nuestras comunidades autóctonas victimas del atropello por siglos.
En el pasado la penetración de los garimpeiros generaron polémica y distanciamiento con nuestro vecino Brasil. Mala bienvenida que nos dan ahora que entramos a Mercosur, porque si bien no es una acción esta de Estado, Brasil tiene que asumir sus responsabilidades. El actual Gobierno y el que viene, tienen que echarle un parado a esta situación irregular, que desangra no solo a nuestros pueblos indígenas sino también a nuestros suelos y sus valiosos recursos que en ellos se encuentran y que solo le pertenecen a los venezolanos. Hay que recordar que hace unos años, se denunció la muerte de varios Yanomami de la comunidad de Momoi, por supuesta intoxicación con el mercurio presente en el agua proveniente de la actividad garimpeira.
Esperamos que este no sea un tema que pasará por debajo de la mesa. Las autoridades tienen que dar respuestas y la diplomacia venezolana tiene que actuar.
@bernalette1
Etiquetas: Masacre Yanomami
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