Roger Noriega: Desaparición de Chávez provoca batalla por sucesión
Fuente: IASW
El enfermo de cáncer y líder venezolano Hugo Chávez, fue devuelto secretamente a Cuba el pasado viernes para recibir atención médica de urgencia, de acuerdo con un artículo escrito por el periodista con sede en Washington, Emily Blasco, y publicado hoy por el diario conservador español ABC. Si es cierto que Chávez fue trasladado a La Habana sin haber tomado posesión de su cargo, sería esta una clara señal de que los elementos nacionalistas dentro del chavismo han obstaculizado los planes cubanos para instalar un sucesor sumiso a la causa cubana.
Una lucha por la sucesión en el partido en el poder y una gran inestabilidad podrían estar a la vuelta de la esquina en Venezuela.
Hace sólo dos semanas, los cubanos que han controlado el tratamiento médico de Chávez durante dos años, trasladaron al el líder enfermo de regreso a Venezuela sólo para poder tomar posesión de su cargo. Chávez había estado en Cuba y no podía prestar juramento para un nuevo período que comenzó el 10 de enero; tenerlo de regreso en suelo venezolano para juramentarse haría posible el nombramiento oficial de su vicepresidente (y favorito de La Habana), Nicolás Maduro.
El hecho de que algún tipo de ceremonia no pudiera ser organizada mientras Chávez se encontraba en Venezuela, confirma que se encuentra en condiciones físicas de suma gravedad. También sugiere que los chavistas que desaprueban la manipulación cínica de La Habana se negaron a estar de acuerdo con semejante espectáculo.
El mayor dolor de cabeza para La Habana es Diosdado Cabello, un veterano militar y durante mucho tiempo líder chavista. Como presidente de la Asamblea Nacional, se convertirá en presidente interino si Chávez muere sin ser juramentado y se posicionaría como el responsable de la gestión del país y al mismo tiempo como cabecilla de una elección especial para elegir a un nuevo presidente. El año pasado, Chávez nombró a Maduro para ser el portador del estandarte chavista en una futura elección. Pero con Chávez fuera de la escena, la situación ha cambiado dramáticamente.
En los últimos días, Maduro ha comenzado a devolver los golpes – tal vez para distraer al público de los informes de que el régimen está mintiendo acerca de la salud de Chávez y sobre su paradero. Hoy sugirió que Chávez pudo haber sido envenenado y expulsó a un oficial militar de EE.UU. a quien acusó de promover la desestabilización de los militares venezolanos. La acusación de Maduro es un torpe intento de generar sospecha popular acerca de la lealtad del ejército para que sus jefes cubanos puedan comenzar a tomar represalias contra los militares que están bloqueando el plan de sucesión orquestado por La Habana.
Al cuestionar la lealtad del ejército venezolano, Maduro y La Habana podrían estar comenzando una pelea que no pueden ganar.
Se avecina una tormenta en Caracas.
Etiquetas: Roger Noriega
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home