MADURO: ¿Quién oculta el escándalo de Bandes?
UNA ESTAFA FINANCIERA EN EEUU HUNDE MÁS LA IMAGEN DEL GOBIERNO de MADURO
Un fraude fenomenal redituó a la vicepresidenta de Bandes cinco millones de dólares
Presidenta del BCV no quiere hablar del caso ocurrido cuando era presidenta de la institución
POR: MARIO SZICHMAN
Un fraude fenomenal redituó a la vicepresidenta de Bandes cinco millones de dólares
Presidenta del BCV no quiere hablar del caso ocurrido cuando era presidenta de la institución
POR: MARIO SZICHMAN
Fuente: Tal Cual
Explorando el internet para obtener más información sobre el fenomenal escándalo en que está hundido el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), descubrí que "¡Chávez vive!" que "¡La lucha sigue!" y que "¡Chávez somos todos!" Todo eso lo informa Bandes en su sitio en el internet.
Recomiendo al lector de TalCual que entre en ese santuario del kitsch. Allí podrá observar fotos muy fotogénicas del extinto presidente venezolano, entre ellas una donde alza el rostro hacia el cielo para que la lluvia le moje la cara, y podrá aprender cómo se escribe en lenguaje revolucionario (basta añadir a todo la palabra "revolucionario" o "revolución").
Además, el lector debe entrar al portal de Bandes antes que alteren el texto de entrada, donde se informa del nombramiento de Edmée Betancourt como presidenta del Banco Central de Venezuela. Pues algún despistado de la oficina de relaciones públicas mencionó en la nota que la señora Betancourt había sido presidenta del Bandes, y que durante su gestión en esa institución, que se ha convertido en un sinónimo de incineración pública, afianzó la corporación "como pivote generador de profundos cambios económicos y sociales en Venezuela".
Bueno, no es exactamente cierto. Bandes se afianzó sólo como pivote generador de profundos cambios económicos en los bolsillos de algunos de sus funcionarios. Y, según señaló la agencia noticiosa Reuters, la señora Betancourt fue presidenta de Bandes "durante parte del período en el cual se pagaron los presuntos sobornos".
ESTIÉRCOL EN EL VENTILADOR El 7 de mayo de 2013, fiscales estadounidenses y miembros de la SEC (Securities and Exchange Commission, ente regulador de acciones y valores) anunciaron el arresto de varias personas, entre ellas la venezolana María de los Ángeles González de Hernández, vicepresidenta de Bandes.
La fiscalía de Nueva York dijo que entre abril de 2009 y junio de 2010, la señora González recibió sobornos por un total de 5 millones de dólares, a cambio de asegurar el negocio de canje de bonos entre el Bandes y la firma de corretaje neoyorquina DAP (Direct Access Partners).
George Venizelos, alto funcionario del FBI, resumió de manera sencilla todo el imbroglio: "Los acusados", dijo Venizelos, "conspiraron para usar el banco como su alcancía personal". Aunque explicar el fraude cometido por el Bandes es más difícil que tomar sopa con un cuchillo, una pequeña muestra será suficiente.
González, la vicepresidenta de Bandes, se encargó de negociar la compraventa de bonos con DAP. Según dijo la SEC, algunas de las transacciones carecían de todo propósito comercial. Por ejemplo, en enero de 2010, Bandes y DAP canjearon en un solo día los mismos bonos en dos ocasiones. Es decir, DAP compró bonos a Bandes, y los revendió de inmediato.
Bandes se quedó con los mismos bonos que antes de la transacción, pero tuvo que pagarle a DAP unos 10,5 millones de dólares adicionales en "marks-up", valor añadido (Los precios de los bonos oscilan generalmente entre la apertura y el cierre de la bolsa).
González percibía un porcentaje de esas sumas de dinero, que invertía de inmediato en una cuenta en Suiza. Nadie entiende por qué los herederos de la Revolución Bonita siempre abren cuentas en Suiza o en otros paraísos fiscales de la burguesía, en vez de hacerlo en Bielorrusia o en Irán.
El caso, dijo Reuters, "podría convertirse potencialmente en un bochorno para el presidente Nicolás Maduro". Como suele ocurrir en escándalos relacionados con delitos económicos, el gobierno chavista, tan vociferante a la hora de insultar a quienes propician un diálogo con la oposición, se mandó a guardar.
Cuando Reuters pidió a un funcionario del Banco Central una explicación de la señora Betancourt sobre el arresto de González y otros participantes en los sobornos, entre ellos Tomás Clarke Bethancourt y José Alejandro Hurtado, la funcionaria "was not available to comment on the issue", no se hallaba disponible para exponer sobre el tema. Tampoco los directivos de Bandes respondieron a solicitudes para que opinaran acerca del caso.
Y de acuerdo a The Wall Street Journal , hubo otros que descubrieron que en boca cerrada no entran moscas. Uno fue un funcionario del gobierno venezolano, que "declinó formular comentarios". Llamadas hechas al ministerio de Finanzas de Venezuela "tampoco fueron respondidas".
Por cierto, fiscales estadounidenses señalaron que hay otro banco venezolano bajo investigación al descubrirse que algunos de sus funcionarios habrían recibido sobornos. Pero todavía no se facilitó el nombre de la institución bancaria.
LOS IMELDA MARCOS DEL CHAVISMO Como en la Venezuela chavista todo se repite, la primera vez como farsa, y la segunda como payasada, es necesario recordar que el escándalo de Bandes estuvo precedido por otro escándalo bancario de gran magnitud.
El 20 de noviembre de 2008, el gobierno de Chávez tomó control de cuatro bancos, entre ellos el Banco Canarias y ProVivienda, luego que sus directivos fueron acusados de proporcionar préstamos a empresas en las cuales eran sus principales accionistas.
En esa ocasión, el más importante acusado fue Ricardo Fernández Barrueco, quien, según la BBC de Londres había amasado una fortuna proporcionando alimentos para los supermercados subsidiados por el gobierno. (¡Oh, esa época maravillosa en que los supermercados de Venezuela eran sitios donde se vendían alimentos!) El presidente del Banco Real, uno de los bancos involucrados en esas maniobras, era Arne Chacón, hermano del entonces ministro de Ciencia y Tecnología, Jesse Chacón.
Avergonzado por la mácula inferida a su apellido, Jesse Chacón entregó su renuncia al presidente Chávez (¡Oh, esa época maravillosa en que un funcionario venezolano tenía la dignidad de renunciar por haber sido mancillado su honor, aunque fuese por interpósita persona! ¡Oh, esa época maravillosa en que el presidente Chávez todavía aceptaba renuncias de funcionarios dignos!) De todas maneras, el nuevo escándalo de Bandes, como el escándalo de noviembre de 2008 muestra que la corrupción ha seguido una curva ascendente, en tanto el país se ha ido empobreciendo de manera vertiginosa.
A medida que aumenta el desabastecimiento, el despilfarro, la inflación, y la destrucción de la infraestructura, también aumentan los boliburgueses, los nuevos Imelda Marcos del chavismo. No tendrán en sus closets 2.700 pares de zapatos, pero eso lo compensan adquiriendo caballos de carrera de más de 100 mil dólares, relojes de entre 14.000 y 25.000 dólares, apartamentos en Nueva York, en Londres y en Miami, y yates. En fin, si el pueblo no tiene pan, que se conforme con tortas.
Recomiendo al lector de TalCual que entre en ese santuario del kitsch. Allí podrá observar fotos muy fotogénicas del extinto presidente venezolano, entre ellas una donde alza el rostro hacia el cielo para que la lluvia le moje la cara, y podrá aprender cómo se escribe en lenguaje revolucionario (basta añadir a todo la palabra "revolucionario" o "revolución").
Además, el lector debe entrar al portal de Bandes antes que alteren el texto de entrada, donde se informa del nombramiento de Edmée Betancourt como presidenta del Banco Central de Venezuela. Pues algún despistado de la oficina de relaciones públicas mencionó en la nota que la señora Betancourt había sido presidenta del Bandes, y que durante su gestión en esa institución, que se ha convertido en un sinónimo de incineración pública, afianzó la corporación "como pivote generador de profundos cambios económicos y sociales en Venezuela".
Bueno, no es exactamente cierto. Bandes se afianzó sólo como pivote generador de profundos cambios económicos en los bolsillos de algunos de sus funcionarios. Y, según señaló la agencia noticiosa Reuters, la señora Betancourt fue presidenta de Bandes "durante parte del período en el cual se pagaron los presuntos sobornos".
ESTIÉRCOL EN EL VENTILADOR El 7 de mayo de 2013, fiscales estadounidenses y miembros de la SEC (Securities and Exchange Commission, ente regulador de acciones y valores) anunciaron el arresto de varias personas, entre ellas la venezolana María de los Ángeles González de Hernández, vicepresidenta de Bandes.
La fiscalía de Nueva York dijo que entre abril de 2009 y junio de 2010, la señora González recibió sobornos por un total de 5 millones de dólares, a cambio de asegurar el negocio de canje de bonos entre el Bandes y la firma de corretaje neoyorquina DAP (Direct Access Partners).
George Venizelos, alto funcionario del FBI, resumió de manera sencilla todo el imbroglio: "Los acusados", dijo Venizelos, "conspiraron para usar el banco como su alcancía personal". Aunque explicar el fraude cometido por el Bandes es más difícil que tomar sopa con un cuchillo, una pequeña muestra será suficiente.
González, la vicepresidenta de Bandes, se encargó de negociar la compraventa de bonos con DAP. Según dijo la SEC, algunas de las transacciones carecían de todo propósito comercial. Por ejemplo, en enero de 2010, Bandes y DAP canjearon en un solo día los mismos bonos en dos ocasiones. Es decir, DAP compró bonos a Bandes, y los revendió de inmediato.
Bandes se quedó con los mismos bonos que antes de la transacción, pero tuvo que pagarle a DAP unos 10,5 millones de dólares adicionales en "marks-up", valor añadido (Los precios de los bonos oscilan generalmente entre la apertura y el cierre de la bolsa).
González percibía un porcentaje de esas sumas de dinero, que invertía de inmediato en una cuenta en Suiza. Nadie entiende por qué los herederos de la Revolución Bonita siempre abren cuentas en Suiza o en otros paraísos fiscales de la burguesía, en vez de hacerlo en Bielorrusia o en Irán.
El caso, dijo Reuters, "podría convertirse potencialmente en un bochorno para el presidente Nicolás Maduro". Como suele ocurrir en escándalos relacionados con delitos económicos, el gobierno chavista, tan vociferante a la hora de insultar a quienes propician un diálogo con la oposición, se mandó a guardar.
Cuando Reuters pidió a un funcionario del Banco Central una explicación de la señora Betancourt sobre el arresto de González y otros participantes en los sobornos, entre ellos Tomás Clarke Bethancourt y José Alejandro Hurtado, la funcionaria "was not available to comment on the issue", no se hallaba disponible para exponer sobre el tema. Tampoco los directivos de Bandes respondieron a solicitudes para que opinaran acerca del caso.
Y de acuerdo a The Wall Street Journal , hubo otros que descubrieron que en boca cerrada no entran moscas. Uno fue un funcionario del gobierno venezolano, que "declinó formular comentarios". Llamadas hechas al ministerio de Finanzas de Venezuela "tampoco fueron respondidas".
Por cierto, fiscales estadounidenses señalaron que hay otro banco venezolano bajo investigación al descubrirse que algunos de sus funcionarios habrían recibido sobornos. Pero todavía no se facilitó el nombre de la institución bancaria.
LOS IMELDA MARCOS DEL CHAVISMO Como en la Venezuela chavista todo se repite, la primera vez como farsa, y la segunda como payasada, es necesario recordar que el escándalo de Bandes estuvo precedido por otro escándalo bancario de gran magnitud.
El 20 de noviembre de 2008, el gobierno de Chávez tomó control de cuatro bancos, entre ellos el Banco Canarias y ProVivienda, luego que sus directivos fueron acusados de proporcionar préstamos a empresas en las cuales eran sus principales accionistas.
En esa ocasión, el más importante acusado fue Ricardo Fernández Barrueco, quien, según la BBC de Londres había amasado una fortuna proporcionando alimentos para los supermercados subsidiados por el gobierno. (¡Oh, esa época maravillosa en que los supermercados de Venezuela eran sitios donde se vendían alimentos!) El presidente del Banco Real, uno de los bancos involucrados en esas maniobras, era Arne Chacón, hermano del entonces ministro de Ciencia y Tecnología, Jesse Chacón.
Avergonzado por la mácula inferida a su apellido, Jesse Chacón entregó su renuncia al presidente Chávez (¡Oh, esa época maravillosa en que un funcionario venezolano tenía la dignidad de renunciar por haber sido mancillado su honor, aunque fuese por interpósita persona! ¡Oh, esa época maravillosa en que el presidente Chávez todavía aceptaba renuncias de funcionarios dignos!) De todas maneras, el nuevo escándalo de Bandes, como el escándalo de noviembre de 2008 muestra que la corrupción ha seguido una curva ascendente, en tanto el país se ha ido empobreciendo de manera vertiginosa.
A medida que aumenta el desabastecimiento, el despilfarro, la inflación, y la destrucción de la infraestructura, también aumentan los boliburgueses, los nuevos Imelda Marcos del chavismo. No tendrán en sus closets 2.700 pares de zapatos, pero eso lo compensan adquiriendo caballos de carrera de más de 100 mil dólares, relojes de entre 14.000 y 25.000 dólares, apartamentos en Nueva York, en Londres y en Miami, y yates. En fin, si el pueblo no tiene pan, que se conforme con tortas.
Etiquetas: BANDES, colección vacas sagradas, Paraísos Fiscales
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