CONFRONTACIÓN Vs. CONFRONTACIÓN

Por: Roberto Fischler 

Una de las cosas que no se toman en cuenta cuando comienza la contienda política y se entra en la etapa de elegir candidatos, es la palabra CONFRONTACIÓN.

La confrontación, así como yo lo percibo, casi siempre se hace en función de confrontarse personalmente, fulano contra mengano o zutano, y es analizada como quien posee más labia, más dinero, mas poder , mas astucia o quien es mas altisonante en sus expresiones ante los futuros electores, que por escuchar, lo que quieren oír, no miden lo posible de realizar, sino que emocionalmente se concentran en el “embrujo” del que “vende” mejor lo que ellos desean “comprar”, y cuando se dan cuenta que otra vez cayeron en la trampa se lamentan y dan rienda suelta a veces a sus enojos por haberse “equivocado” otra vez en su elección personal.  

Los candidatos aventureros a elegir, siempre aprovechan esta oportunidad en la mayoría de los casos porque en ellos abunda la carencia de ideas propias y además son incapaces de sentir emocionalmente lo que el gran pueblo necesita para vivir más dignamente, entonces la gran mayoría de los politiqueros optan en evitar la CONFRONTACIÓN DE LAS IDEAS, salvo raras excepciones como la última contienda electoral presidencial que hemos vivido en Venezuela, donde uno de los dos candidatos trató infructuosamente de ir a la confrontación de ideas propiamente dichas.

Esa es una de las cuestiones donde todavía en nuestra gran América del Sur fallamos, porque la gran mayoría de las masas populares votan emocionalmente a favor de quien los “envuelve” mejor , en vez de votar por pensamiento y análisis de quien les ofrece una confrontación de ideas y no una confrontación personal de promesas irrealizables.

Los ciudadanos consientes tenemos la obligación ineludible de aumentar el conocimiento de nuestros vecinos y amigos e ilustrarlos para que la confrontación de ideas sea la manera decisiva de elegir a los que les vamos a entregar el poder para que nos gobiernen.

“MEJOR QUE DECIR ES HACER, Y MEJOR QUE PROMETER ES REALIZAR”