La conexión entre Siria y Venezuela

Por: Juan Nagel

Fuente: Foreign Policy Magazine
Traducción: Aurelina Fernández

Foto: Centro Abdel Zalabayar del Partido Socialista de Venezuela! 

La semana pasada, cuando el mundo estaba meditando un ataque liderado por Estados Unidos contra las fuerzas del dictador sirio Bashar al-Assad, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro envió una carta al presidente Barack Obama de EE.UU. 

En una laberíntica misiva, Maduro pulsa el caso de la paz, citando a Jesucristo, Simón Bolívar, Hugo Chávez, Robert Fisk, y Susan Sontag. Él terminó con un hiperventilado "No a la guerra!" haciendo caso omiso de la cuestión en el corazón de la crisis: la supuesta utilización por Assad de armas químicas contra su propio pueblo.

No deja de ser curioso que Venezuela debe querer inmiscuirse en el conflicto sirio. Venezuela está lejos de Oriente Medio, y ninguno de sus intereses estratégicos están involucrados. Siria no es un gran productor de petróleo, ni un cliente importante de Venezuela. Sin embargo, tanto el difunto Hugo Chávez y Maduro han hecho mucho esfuerzo para convertirse en aliados estratégicos de Assad.

Chávez cortejó a Assad fuertemente mientras él estaba vivo. Él visitó Damasco en al menos tres ocasiones y, si bien , no perdió el tiempo enterrando a Israel y ponerse del lado de Siria e Irán, otro de sus más cercanos colaboradores. Chávez también cortó las relaciones diplomáticas con Israel durante su mandato, y Maduro no ha mostrado signos de reparar esos lazos. Chávez incluso estableció un vuelo sin escalas entre Caracas y Damasco, una conexión aérea con poco valor comercial, que ha levantado más de algunas ceja en los círculos de inteligencia internacionales.

Esta alianza ha demostrado ser valioso para Assad. El año pasado, en desafío a las sanciones internacionales, Chávez envió al menos tres cargamentos de combustible diesel para el gobierno de Siria. (No se sabe si los envíos han continuado.)

¿De dónde viene esta empatía? Podría ser dentro de la propia Venezuela.

Hay una importante comunidad siria en Venezuela, y algunos miembros prominentes aclaman al gobierno venezolano. Clave entre ellos es Tareck El Aissami , un ex ministro del Interior y actual gobernador del estado Aragua - una importante región cerca de Caracas. Otros chavistas sirio-venezolanos notables incluyen el ministro de Transporte y el jefe de la Policía Nacional .

Uno de los miembros más extravagantes de la camarilla chavista Siria y Venezuela es miembro de la Asamblea Nacional, Adel El Zabayar . En las últimas semanas, El Zabayar abandonó su trabajo como legislador para viajar a Siria para unirte a las fuerzas del gobierno en la lucha contra los rebeldes y los Estados Unidos. Maduro ha elogiado la "digna" posición de El Zabayar. Chavistas por su parte han salido a las calles en apoyo de Assad. 

Estructura del comercio exterior del país también puede tener algo que ver con la voluntad de Venezuela de participar. Dado que las exportaciones venezolanas consisten casi exclusivamente del petróleo, que tiene poco que arriesgar en cuanto a las sanciones internacionales por comportarse como el niño terrible de las relaciones exteriores. Después de todo, una vez que la mercancía es algo que todo el mundo necesita, usted puede conseguir lejos con más que otros países que se basan en el acceso a los mercados.

Otra parte tiene que ver con la cultura venezolana. Los venezolanos se enorgullecen de ser sociables, por lo que no tienen la vergüenza de ser un "país pequeño" que uno podría encontrar en otros países latinos. Por otra parte, la mitología de la Guerra de la Independencia de Venezuela, cuando los soldados venezolanos viajaron a otros países para ayudar a liberar a ellos, ha dejado una cierta tensión intervencionista en la psique de Venezuela. Ya se está trabajando por la paz en Centroamérica durante la década de 1980, o el fomento de las posturas anti-estadounidenses en este siglo, Venezuela siempre ha equiparado la política exterior con la intromisión en los asuntos de otras personas.

La postura de Venezuela también puede tener algo que ver con la necesidad de Maduro para establecer una identidad de izquierda anti-estadounidense. Según el profesor de Amherst Javier Corrales , acérrimo anti-americanismo de Hugo Chávez era tanto ideológico como práctico. Según Corrales, Chávez - cuyo poder se basaba en una precaria coalición de elementos militares nacionalistas y los grupos radicales de izquierda - utilizó el antiamericanismo como una forma de mantener unida su coalición. Al abrazar a alguien dispuesto a desafiar a los Estados Unidos, Chávez aseguró a sí mismo una identidad anti-imperialista y poder dedicarse a otros objetivos, más pragmáticos.

Nicolás Maduro parece seguir este patrón. De hecho, Maduro tiene una necesidad más urgente de forjar una identidad para sí mismo que para Chávez. Él es visto como menos conocida versión, más débil y menos capaz que Chávez, y como tal se debe establecer a sí mismo como el heredero de Chávez al pegarse fuertemente a su legado. Sumergiéndose en la crisis de Siria logra en parte este objetivo.

Por último, la discusión Siria sirve como una distracción útil de la dinámica dentro de la propia Venezuela. Venezuela está sufriendo de alta inflación, escasez de bienes, frecuentes apagones y diarias protestas . Mientras los problemas internos crecen con los días, parece que una crisis internacional es justo la diversión que Maduro necesita.