Narcotráfico: Las fronteras del abandono
Por: Fernándo Luis Egaña
Fuente: Diario Sol de Margarita
El “desarrollo endógeno” del narcotráfico en la Venezuela de estos años, es una consecuencia directa del abandono fronterizo y también de la complicidad de altos mandos políticos y militares.
La retórica patriotera -es decir, caricaturesca de lo patriótico- que gusta tanto al oficialismo rojo, no ha tenido ningún eco en las extensas fronteras venezolanas.
Al contrario, éstas se encuentran en situación de minusvalía por abandono gubernamental, y ni el cuidado de las apariencias ha servido para asumir los temas fronterizos con siquiera un poquitín de interés nacional. Y ello vale igual para la fachada civil como la militar del Estado bolivarista.
Comencemos por el Esequibo, tan de noticias en estos días, precisamente porque Guyana parte y reparte concesiones, incluso en áreas que son reconocidas como territorio marítimo venezolano. Chávez y Maduro deliberadamente soslayaron la reclamación histórica de Venezuela, a cambio del respaldo diplomático del Caricom o de los estados del Caribe anglo-parlante. El régimen imperante lleva años en eso y además no dice ni pío cuando Georgetown otorga concesiones gasíferas a transnacionales en mar territorial venezolano. ¿Y qué dice la Armada Nacional Bolivariana?
Así mismo, la realidad de la frontera con Colombia no podría ser más gravosa. A finales del siglo XX, Venezuela le pedía a Colombia que resguardara el lado de su frontera para impedir que la narcoguerrilla colombiana incursionara en Venezuela…
Y en el siglo XXI es exactamente al revés: Colombia le pide a Venezuela que resguarde su lado de la frontera para impedir que la narcoguerrilla colombiana se refugie y opere en Venezuela. Gran parte de esas regiones fronterizas venezolanas están en manos del crimen organizado, y eso no parece despertar demasiado interés en el “Comando político-militar de la revolución”.
El “desarrollo endógeno” del narcotráfico en la Venezuela de estos años, es una consecuencia directa del abandono fronterizo y también de la complicidad de altos mandos políticos y militares.
¿Y con Brasil? Se dejaron a un lado los proyectos de integración con el norte brasileño, el llamado “merconorte”, las fronteras también han sido sumamente descuidadas, y vastas áreas de los estados Bolívar y Amazonas son tierra de nadie o, peor, tierra de la anarquía y del hampa. Y en Miraflores ni se dan por enterados, mientras en Planalto se declare y se actúe a favor de la “revolución”. Y bien se sabe que Lula y Dilma no lo hacen sólo por razones políticas, sino por el “trato muy preferencial” que reciben algunas corporaciones brasileñas en Venezuela.
Nuestras fronteras marítimas en el Caribe tampoco suscitan demasiado interés entre los responsables de atenderlas. Sobre todo en lo que queda de Cancillería. Y el abandono no es sólo a la dimensión territorial de la frontera, sino a sus aspectos económico-productivos (legítimos, claro está), socio-culturales, y en general de progreso integral.
Las fronteras no son algo periférico o secundario. Si se las descuida por negligencia o por dolo, no sólo se quebranta gravemente la soberanía del país, sino que las consecuencias negativas son muy gravosas para la población. Y esa es la realidad de estos tiempos.
Etiquetas: Esequibo Traición, narcotráfico, Soberanía Nacional, traicion patria
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home