La deformada mentalidad del chavismo
Por: Manuel Hinds*
Fuente: ElCato.ORG
Los funcionarios económicos del gobierno chavista de Venezuela deben de ser los más incompetentes del mundo. Venezuela ha gozado en la última década un enorme boom en los precios de su única exportación, petróleo. En promedio durante esa década los precios han sido el cuádruple de lo que eran antes del comienzo del boom a principios de los años 2000. El boom ha sido tal que Venezuela debería haber crecido a gran velocidad, aumentando su capital físico y humano a niveles nunca vistos. Sus carreteras, hospitales, escuelas, y otras instalaciones deberían haberse multiplicado en número y calidad. Sus niños deberían estar mejor educados, su población más sana.
Fuente: International Financial Statistics, Fondo Monetario Internacional.
Pero la realidad no ha sido así. La situación del país no sólo no mejoró sino que ha empeorado, dejando al país en situación de crisis. ¿Qué pasó con todo el dinero que entró a Venezuela como resultado de esos precios tan altos del petróleo?
La gráfica 1 da una idea de lo que pasó con todos esos ingresos. Como se ve en la gráfica, salieron así como entraron. Las reservas oficiales subieron hasta 2008 y después de esto han caído estrepitosamente, de modo que ahora están a un nivel similar al que tenían en 2002, cuando los precios estaban alrededor de 25 dólares por barril.
Estas reservas no se han gastado en inversiones que beneficiarían a los venezolanos en el largo plazo sino en dos actividades que no le dejan nada al pueblo: en aceitar con dólares las redes de clientelismo doméstico y latinoamericano, financiando los sueños de liderazgo continental de Chávez, Castro y ahora Maduro —regalando enormes cantidades de dinero a Cuba y a sus partidarios en toda América Latina.
Este desperdicio tan terrible surge en gran parte de una irresponsabilidad sin límites. Pero también surge de la deformación que el ejercicio de la demagogia causa en la mente de los populistas. Acostumbrados a manipular las apariencias y a sustituir la verdad con la mentira en la política, creen que pueden trasladar sus técnicas a la economía y manipular hechos reales con mentiras. Por supuesto, esto es imposible.
Así, por ejemplo, parecen creer que pueden convertir al bolívar en una moneda fuerte con sólo llamarla "fuerte" y mantener fijo el tipo de cambio oficial. Pero en economía no pueden tapar la realidad con palabras. Como se ve en la gráfica 2, el gobierno chavista ha mantenido casi fijo el tipo de cambio oficial en los últimos doce meses. Pero a ese precio el gobierno no puede satisfacer la demanda de dólares, de tal forma que los que los necesitan para importar todo lo que no se produce en Venezuela (que es todo excepto petróleo) tienen que ir a comprarlos al mercado negro. Y allí es donde se manifiesta la realidad.
Así, el tipo de cambio negro ha subido de 12,64 en octubre de 2012 a 47,70 en este mes (una devaluación de 277 por ciento). El gobierno quería mantener la tasa de cambio fija para evitar que subiera la inflación. Pero la inflación no siguió a las devaluaciones del tipo de cambio oficial sino a las del negro, que son las reales, subiendo de 17 a 45 por ciento en el mismo período. Muchas cosas no se hallan, y las que se hallan valen 45 por ciento más que hace un año.
De esta forma, la población venezolana se encuentra con grandes devaluaciones, grandes tasas de inflación, reservas cada vez más escasas y escaseces de otros bienes esenciales —todo mientras los precios del petróleo fluctúan entre 100 y 110 dólares por barril, entre los niveles más altos de la historia.
Fuente: International Financial Statistics, Fondo Monetario Internacional para cambio oficial, aguacateverde.com para el del mercado negro.
El nivel de la ignorancia de los que manejan la economía venezolana, y el grado al cual el lenguaje demagógico los ha engañado a ellos mismos, se ha ejemplificado en subastas de dólares llevadas a cabo por el Banco Central de Venezuela (BCV), en las que los dólares fueron adjudicados no a los que ofrecieron más bolívares fuertes por ellos sino a los que ofrecieron menos.
A mediados de este año, por ejemplo, el BCV ofertó 215 millones de dólares. Recibió ofertas entre 16 y 26 bolívares fuertes por dólar. Decidió que las empresas que habían ofrecido más de 16 dólares por dólar no recibirían nada, y vendió los 215 millones a los que ofrecieron 16, pero a 10,90 por dólar. Creían que con eso la gente iba a pensar que el bolívar fuerte se había apreciado ante el dólar, y que la tasa del mercado negro iba a bajar. En vez de eso la demanda por dólares subió ya que estaban más baratos. El BCV no pudo con la demanda, y la tasa de cambio en el mercado negro subió. En los mercados no valen las imágenes, sino las realidades.
Los que manejan así la economía venezolana tienen derecho a ser ignorantes, pero no a forzar a todos los venezolanos a pagar un precio tan alto por su ignorancia.
*Manuel Hinds es ex Ministro de Finanzas de El Salvador y co-autor de Money, Markets and Sovereignty (Yale University Press, 2009).
Este artículo fue publicado originalmente en El Diario de Hoy (El Salvador) el 16 de octubre de 2013.
Etiquetas: Análisis Económico
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