El liberalismo no es capitalismo; es mucho más
Por: Roberto Ortiz Ortiz
Existen en el mundo muchas falsas teorías y confusiones para dar explicaciones sobre la filosofía de la libertad o más bien conocida como liberalismo.
Entre el más fuerte de estos sofismas se encuentra, el que iguala al liberalismo con la tendencia política de derecha y el capitalismo.
Es cierto que el liberalismo defiende la propiedad privada y el libre mercado, dando esto resultados de crecimiento económico y de distribución de riquezas por mérito y esfuerzo, no obstante se piensa muchas veces que el único enfoque o preocupación del liberalismo es la creación egoísta de riqueza a como dé lugar, hasta incluso con medios mercantilistas, y olvidando la igualdad ante la ley, la libertad del individuo y sobre todo la base fundamental del liberalismo, la moral.
Se debe aclarar que el liberalismo no es un dogma sagrado ni una ideología, de lo contrario, es la conclusión de creencias básicas, además de experiencias sociales y no de hipótesis abstractas como el marxismo. Un ideólogo es aquel que profesa un sistema cerrado, terminado e inexpugnable.
En un análisis básico del liberalismo y obviando los matices en que las escuelas liberales se concentran. Esta filosofía postula que los derechos naturales que tenemos los individuos, no se deben al estado ni a un tirano, sino a la condición especial que tenemos de seres humanos.
Entre los principios que se contemplan en esta hipótesis filosófica se encuentran la libertad y la responsabilidad como valores supremos de la comunidad, la tolerancia y aceptación de las diferencias entre personas, la propiedad privada, el Estado de Derecho, con igualdad ante la ley y sin privilegios, el mercado abierto a la competencia, sin ingenieros sociales que regulen los precios, la democracia representativa, garantizando los derechos de la minoría y por ultimo un gobierno pequeño, con servidores públicos obedientes a la ley y constantemente sujetos a la inspección de los ciudadanos.
Para acabar con el mito de que un liberal, es un capitalista empedernido. Admito que para un liberal, el libre mercado es simplemente el lugar donde espontáneamente la sociedad intercambia de mejor manera, bienes que se traducen en precios, cooperando así con la sociedad y por ende sirviéndose a sí misma, sin la intromisión de un estado regulador. En otras palabras, el capitalismo es un sistema en el que un individuo puede alcanzar un sueño o meta, siempre y cuando este satisfaciendo a la sociedad, ya sea horneando pan, ayudando a un necesitado o hasta pintando una obra de arte.
Concluyo en que en la filosofía de libertad, no hay palabras finales “nullius in verba”, pues siempre está abierta a un proceso de constante evolución, así como Ludwig Von Mises dice en su libro “La acción humana”: “Lo único que cuenta es el innovador, el que disiente, el que proclama cosas que nadie ha oído antes, el hombre que rechaza los estándares tradicionales y busca sustituir los viejos valores e ideas por otros”.
Entre el más fuerte de estos sofismas se encuentra, el que iguala al liberalismo con la tendencia política de derecha y el capitalismo.
Es cierto que el liberalismo defiende la propiedad privada y el libre mercado, dando esto resultados de crecimiento económico y de distribución de riquezas por mérito y esfuerzo, no obstante se piensa muchas veces que el único enfoque o preocupación del liberalismo es la creación egoísta de riqueza a como dé lugar, hasta incluso con medios mercantilistas, y olvidando la igualdad ante la ley, la libertad del individuo y sobre todo la base fundamental del liberalismo, la moral.
Se debe aclarar que el liberalismo no es un dogma sagrado ni una ideología, de lo contrario, es la conclusión de creencias básicas, además de experiencias sociales y no de hipótesis abstractas como el marxismo. Un ideólogo es aquel que profesa un sistema cerrado, terminado e inexpugnable.
En un análisis básico del liberalismo y obviando los matices en que las escuelas liberales se concentran. Esta filosofía postula que los derechos naturales que tenemos los individuos, no se deben al estado ni a un tirano, sino a la condición especial que tenemos de seres humanos.
Entre los principios que se contemplan en esta hipótesis filosófica se encuentran la libertad y la responsabilidad como valores supremos de la comunidad, la tolerancia y aceptación de las diferencias entre personas, la propiedad privada, el Estado de Derecho, con igualdad ante la ley y sin privilegios, el mercado abierto a la competencia, sin ingenieros sociales que regulen los precios, la democracia representativa, garantizando los derechos de la minoría y por ultimo un gobierno pequeño, con servidores públicos obedientes a la ley y constantemente sujetos a la inspección de los ciudadanos.
Para acabar con el mito de que un liberal, es un capitalista empedernido. Admito que para un liberal, el libre mercado es simplemente el lugar donde espontáneamente la sociedad intercambia de mejor manera, bienes que se traducen en precios, cooperando así con la sociedad y por ende sirviéndose a sí misma, sin la intromisión de un estado regulador. En otras palabras, el capitalismo es un sistema en el que un individuo puede alcanzar un sueño o meta, siempre y cuando este satisfaciendo a la sociedad, ya sea horneando pan, ayudando a un necesitado o hasta pintando una obra de arte.
Concluyo en que en la filosofía de libertad, no hay palabras finales “nullius in verba”, pues siempre está abierta a un proceso de constante evolución, así como Ludwig Von Mises dice en su libro “La acción humana”: “Lo único que cuenta es el innovador, el que disiente, el que proclama cosas que nadie ha oído antes, el hombre que rechaza los estándares tradicionales y busca sustituir los viejos valores e ideas por otros”.
Etiquetas: Liberalismo
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