Sombras en la Alborada
Por: Emilio Martínez
Fuente: EJU
Fuente: EJU
Qué decepcionante resulta constatar en la propia cuna del Foro de Sao Paulo, donde todo ese andamiaje montado por Lula da Silva y Fidel Castro dizque para “redimir y liberar” a las clases oprimidas del continente, que el objetivo real de dicha entelequia no fue otro que entronizarlo en la Presidencia de la República bajo las banderas socialistas para luego, al mejor estilo de la oligarquía, ejercer una férrea gobernabilidad en base a la compra de apoyo en el Congreso, por medio de distintos tipos de moneda.
Hoy, a diez años de ese exitoso asalto al poder, el Brasil y el continente todo contemplan azorados y decepcionados cómo la corrupción, el latrocinio y hasta el asesinato hacen parte del guión de esta novela, que ni en sus mejores tiempos Jorge Amado la habría imaginado.
Un libro recientemente aparecido, intitulado “Asesinato de reputaciones” y cuyo autor es Romeo Tuma Junior, nada más ni menos que el ex Ministro de Justicia de Lula, en forma insólita y valiente destapa esta trama que no sólo ensombrece la carrera del tornero de San Bernardo, sino que lo sindica como un informante de las dictaduras que asolaron el Brasil durante los años setenta y de esta manera lo coloca en la escala de los más ominosos delincuentes de la región.
Como si de un argumento preconcebido se tratara, esta cadena de escándalos tuvo su inicio con el secuestro y asesinato de Celso Daniel, Prefecto de Santo Andrés, una ciudad paulista aledaña a la gran urbe, sobre cuyo crimen el autor del libro señala que, como delegado del área donde éste se cometió, él fue el primero en llegar al lugar del hecho, donde le tocó la ingrata tarea de realizar el reconocimiento oficial del cadáver y abrir el proceso de investigación. Como dicho luctuoso acontecimiento coincidía con la época de elecciones, los partidarios de Lula, como los del partido de los trabajadores, lo obligaron a dejar el caso y, de acuerdo con sus revelaciones, él no tiene la menor duda que este asesinato fue por encomienda de los políticos y empresarios de Santo Andrés que, si bien no tuvieron la intención de matarlo, ordenaron que sólo sea un secuestro que le propine un gran susto, el cual sin embargo devino en uno de los mayores crímenes de la historia política del país.
Pero la historia no queda allí, suele existir la creencia arraigada de que, como producto del subdesarrollo, este tipo de sucesos son propios de países pequeños como el nuestro, donde las metidas de pata deberían ser proporcionales a nuestra tasa de desarrollo. La cosa no es tanto así, en estos momentos y gracias a la honestidad inquebrantable de Joaquim Barboza, Presidente del Supremo Tribunal Federal de Justicia del Brasil, José Dirceu, ex ministro de la presidencia, uno de los funcionarios más cercanos a Lula y su posible sucesor, antes que Dilma Roussef, fue enviado a prisión, donde cumple actual condena por las inmensas sumas de dinero lavado en las islas Caimán.
Toda esta cadena de asaltos socialistas del siglo XXI, antes de brindar luz a los esperanzados brasileños, pareciera proyectar cada vez más sombras sobre su palacio de la Alborada.
Etiquetas: Foro Sao Paulo
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