El presidente alemán hace una exaltación del liberalismo

Fuente: El Mundo - España Vía EJU.TV

Los presidentes federales alemanes vienen tradicionalmente haciendo en sus discursos llamadas a la justicia social y suelen colocarse del lado de la generosidad estatal como medio de redistribución de la riqueza, de acuerdo a la Economía Social de Mercado que establece la Constitución alemana. Sin abandonar los parámetros que marca la Constitución, pero dando un importante giro al discurso presidencial, Joachim Gauck previno ayer contra "demasiada regulación que limite la libre competencia", sugiriendo el liberalismo como un valor nacional.

Este discurso del presidente Gauck fue pronunciado con motivo del 60º aniversario del Instituto Walter-Eucken, que actualmente es dirigido por el prestigioso economista Lars Feld, uno de los denominados "Cinco Sabios" que asesoran al gobierno alemán. En su presencia, Gauck ha defendido que "el libre mercado y la libre competencia son pilares de la democracia" y ha invitado al pueblo alemán a mostrar más "competencia económica e iniciativa propia", en un contexto de "igualdad de oportunidades", sugiriendo que libertad política y social y libertad económica son las dos caras de una misma moneda.

Los medios de comunicación alemanes se han hecho eco de forma prácticamente unánime de este discurso leyéndolo como una "defensa del neoliberalismo", sin conseguir encajar esta posición con el perfil de Joachim Gauck, un pastor protestante disidente en la RDA, la antigua Alemania comunista, cuyo nombramiento como presidente alemán fue aclamado por el Partido Socialdemócrata (SPD). Pero sus palabras no han dejado lugar a dudas sobre la interpretación. "La injusticia surge allí donde se ponen trabas a la competencia por medio del proteccionismo, la corrupción o la pleitesía del Estado a intereses particulares", ha dicho. "La competencia hace nuestra sociedad más justa", concluye, advirtiendo además que "desearía una revisión intelectual y también un poco más de conocimiento histórico y reconocimiento para el amplio espectro del liberalismo".

"Muchos alemanes no consideran justa la economía de mercado y reclaman un mejor reparto. La palabra libertad suena incluso amenazante y a muchos les resulta incómoda la idea de la competencia… A propósito de esto, de lo que hay que ocuparse es de que la competencia no beneficie solo a unos pocos, sino que sirva para ofrecer oportunidades a muchos", dice Gauck, para quien la política social debe cumplir un papel exclusivamente de rehabilitación: "Yo me imagino un sistema social ideal como un trampolín que cumple la función de hacer de palanca a aquellos que lo necesiten para volver a levantarse y mantenerse de pie por ellos mismos".