Aristeguieta pide derrocar al gobierno de Maduro
POR: ANTONIO MARIA DELGADO
Fuente: El Nuevo Herald
Enrique Aristeguieta Gramcko está bien versado en el tema de las dictaduras. Es el único integrante con vida de la Junta Patriótica, agrupación que jugó un papel esencial en el derrocamiento del ex hombre fuerte venezolano Marcos Pérez Jiménez, en enero de 1958, para dar inicio la era democrática del país sudamericano.
Pero el abogado de 80 años sostiene que nunca antes ha habido tanta necesidad de derrocar una dictadura en el país como en el actual momento, enfatizando que Venezuela es hoy gobernada por un régimen ilegítimo, antidemocrático y que obedece los intereses de otro país.
Y es que el régimen chavista, hoy encabezado por Nicolás Maduro, ha hecho mucho más daño al país del que pudo haber hecho Pérez Jiménez, dijo Aristeguieta desde Caracas en una entrevista telefónica.
“Pérez Jiménez era un dictador, era un dictador deshonesto, era un dictador que tenía a mucha gente en la cárcel, que perseguía a los políticos y que quería seguir ilegalmente en el poder”, comentó Aristeguieta.
“Pero a él no le arrebatamos un país destrozado. No fue una dictadura destructiva desde el punto de vista material”, agregó el abogado.
El chavismo, primero bajo el mando del fallecido Hugo Chávez y ahora con Maduro al timón, ha sido una de las mayores tragedias por las que ha atravesado el pueblo venezolano en su historia.
Es un proyecto político que llegó al poder a través de las elecciones y procedió a destruir las instituciones democráticas para establecer una dictadura. Pero no contento con esto, procedió a destruir la infraestructura productiva del país, incluyendo a la industria petrolera que hoy en día está en el piso, dijo.
“Venezuela está hoy arruinada. Está arruinada absolutamente. Aquí se destruyó el aparato productivo de un país que iba en vías del desarrollo cuando lo tomó Chávez. Había un programa de diversificación de exportaciones, para que el petróleo no fuese nuestra única fuente de ingresos. Eso fue barrido”, comentó.
Aristeguieta es uno de más de una veintena de notables que están abogando a favor de iniciar cuanto antes una transición política, en medio de los últimos acontecimientos en el país.
El movimiento introdujo la semana pasada una proclama titulada, Urge una Transición para Rescatar la Democracia en Venezuela, argumentado que el paso es necesario para evitar que se produzca en Venezuela una “catástrofe humanitaria”.
Según un comunicado emitido por los signatarios del documento –entre los que se encuentran diplomáticos, ex candidatos presidenciales, ex senadores y ex gobernadores– la necesidad de actuar es apremiante.
“La terrible crisis económica, la polarización política, la arbitrariedad y la injerencia cubana, constituyen una peligrosa combinación, que puede provocar enfrentamientos aún más graves, de largo alcance y duración. Es un deber de todos los ciudadanos conscientes evitar que eso ocurra”, dijeron los signatarios en un pronunciamiento.
“Adicionalmente, el chavismo –tutelado por el régimen castro comunista cubano– no se ha contentado con provocar la destrucción en nuestro propio territorio, sino que ha exportado su perverso modelo a otras naciones vecinas, lo cual pone en riesgo la estabilidad y la paz regional”, agregaron.
La transición hacia una democracia tendría que pasar inevitablemente a través de un golpe de Estado, dado a que la Fuerza Armada es la única institución en el país que puede forzar la salida del régimen.
Pero esa medida está justificada en la Constitución, dijo Aristeguieta.
El régimen ha cometido no menos de 173 violaciones de la constitución que “en práctica constituyen sucesivos golpes de Estado y que han acabado con la democracia en nuestro país”, dijo el abogado.
Esas violaciones han roto en decenas de pedazos el hilo constitucional y el chavismo ha estado operando fuera del marco de la ley y de la legitimidad desde hace ya bastantes años, enfatizó.
Y la constitución en su artículo 333 establece que si la Constitución dejase de observarse por cualquier acto de fuerza, todo venezolano está en obligación de actuar para restaurarla, dijo.
“Esto [la intervención militar] está plenamente justificado moralmente. Es un derecho moral que tenemos, pero esto es además un deber constitucional. Es una obligación constitucional”, dijo Aristeguieta.
Pero además es necesario porque el régimen de Maduro opera en representación de los intereses cubanos.
Esto queda en evidencia recientemente en la manera como el régimen de Maduro está cediendo frente las exigencias territoriales de Guyana.
“Este gobierno ha permitido, porque a Cuba le conviene, el acceso a la plataforma petrolera marítima del territorio en reclamación que tenemos frente a ellos”, dijo el abogado.
“La política exterior de Venezuela la diseña La Habana”, enfatizó.
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