La OEA ausente en Venezuela
Por: Roger Noriega
Fuente: IASW
La Organización de Estados Americanos (OEA) se mantiene inerte en Venezuela, y la inestabilidad política, la crisis económica y la violencia del gobierno contra los manifestantes estudiantiles son hechos que están apunto de colapsar al país sudamericano. Desde hace años la OEA fue secuestrada por la petro-diplomacia de Venezuela y ha sido atada y amordazada.
El “consejo permanente”, compuesto por los embajadores de la región, tenía previsto reunirse la semana pasada para revisar los eventos en Venezuela a solicitud del presidente de Panamá, Ricardo Martinelli. La reunión fue abruptamente “pospuesta” después de que el presidente de la Republica Dominicana, Danilo Medina, le pidiera a su representante ante la OEA, quien preside el consejo permanente, que no regresara a Washington para postergar la reunión. Medina siguió las instrucciones de Venezuela. El embajador dominicano regresó a Washington ayer y convocará al consejo con la venia del gobierno venezolano.
Los estados miembros de la OEA hicieron historia el 11 de septiembre del 2001 mediante la adopción de la Carta Democrática Interamericana y haciendo que la promoción y defensa de la democracia se convirtiera en una de las misiones esenciales de la organización. Está por verse si la organización tiene algo que ofrecerle al pueblo de Venezuela en este momento de crisis.
La OEA es donde los gobiernos – no personas – tienen la palabra . La organización opera por consenso y rara vez los asuntos se ponen a votación mayoritaria. Incluso si un grupo importante de países está decidido a adoptar una resolución sencilla, tal acción sería impensable con una simple objeción por parte del representante de Venezuela . No obstante, una reunión del consejo requerirá que el régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro, explicara el uso de la fuerza excesiva contra manifestantes pacíficos y, más importante, dar a otros países la oportunidad de opinar sobre los acontecimientos preocupantes en una república hermana.
Idóneamente, la OEA debiera permitirle a otros países que tomen cartas en el asunto y que expongan las violaciones intencionales a la Carta Democrática o a los derechos humanos. Pero, hoy en día, la OEA se ha convertido en un instrumento sin influencia. Desde que Hugo Chávez llego al poder, él y sus seguidores comenzaron debilitar a un poderoso consenso interamericano que promovía la democracia , los derechos humanos y el imperio de la ley. Su objetivo era desmantelar las organizaciones regionales que se han construido con décadas de diplomacia.
¿El ex cocalero y presidente de Bolivia acaso tiene algún uso para una comisión que combate el tráfico de drogas? ¿El caudillo ecuatoriano, que libra una campaña contra los medios independientes en Ecuador, tiene algún uso para un relator especial para la libertad de expresión? En Nicaragua un hombre esta cambiando las reglas para mantenerse en el poder de forma indefinida. ¿ Este señor tiene algún uso para la separación de poderes? En Venezuela el régimen está usando a sus matones para golpear a los manifestantes. ¿ Venezuela tiene algún uso para la Declaración Americana de Derechos Humanos o la Carta Democrática Interamericana? Por supuesto que no. Sin embargo, estos son los hombres que han secuestrado a la OEA.
Pero, es importante decir que también han recibido ayuda desde la OEA. José Miguel Insulza fue elegido Secretario General de la OEA en 2005, ganando el respaldo de EE.UU. sólo después de haber proclamado que “los gobiernos que no gobiernan democráticamente deben rendir cuentas ante la OEA”. Insulza ha traicionado esa promesa en varias ocasiones, haciéndose de la vista gorda ante los abusos al orden constitucional, a la separación de poderes, la independencia del poder judicial y los derechos humanos fundamentales en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
Insulza, que admira a Fidel Castro, incluso ayudó a diseñar el fin de la suspensión de la dictadura cubana en el 2009. Como para subrayar su hipocresía, las únicas ocasiones en las que ha adoptado un papel activo fueron cuando saltó a la defensa de los izquierdistas que fueron derrocados en Honduras y Paraguay.
Muchos asumen que Insulza estaba siguiendo las instrucciones del régimen de Chávez. Peor aún, parece haber hecho un esfuerzo egoísta para ganarse el favor de la base de izquierda en su Chile natal para avanzar sus patéticas campañas a la presidencia y el senado. Hasta que Insulza deje el cargo en 418 días, o si obtiene un asiento en el consejo de la ciudad de Santiago, la OEA traicionará su misión esencial de defender a la democracia representativa.
Por supuesto, difícilmente se puede atribuir la irresponsabilidad de la OEA a un puñado de caudillos y a un político chileno. La culpa debe repartirse entre las dos docenas de gobiernos que se han dejado intimidar o sobornar por Venezuela.
Tarde o temprano, el consejo permanente de la OEA se sentará y considerará a Venezuela sin tomar acción alguna. Pero llegará el día en que el pueblo de Venezuela, Cuba , Bolivia, Nicaragua y sus países hermanos serán escuchados. Y lo que ellos tendrán que decir acerca de la indiferencia colectiva de la OEA será a la vez condenatorio y merecido.
Roger Noriega se desempeñó como secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental y embajador ante la Organización de los Estados Americanos en la administración de George W. Bush. Él es un investigador visitante en el American Enterprise Institute y director ejecutivo de Visión Américas LLC, que representa a clientes estadounidenses y extranjeros.
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