¡Ministro, más idiota será usted!
Por: Lorenzo García Tamayo
Hace poco más de siete meses; exactamente el día 23 de septiembre de 2013, el Ministro para la Energía Jesse Chacón, le anunció al País que serían distribuidos VEINTIDOS MILLONES (22.000.000) de bombillos ahorradores en todo el territorio nacional. Esa tarea, tal y como se había hecho en anterior oportunidad, se volvió a cumplir en su totalidad. Es decir, la instalación para sustituir las luminarias incandescentes, podría estimarse al día de hoy rayana a los CINCUENTA MILLONES (50.000.000) de bombillos instalados.
A principios del 2009 la página web de Aporrea señaló el peligro de contaminación por mercurio proveniente de bombillos ahorradores.
El 30 de marzo de 2010, el Consejo de la Escuela de Biología, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela emitió un comunicado a la opinión pública nacional a fin de manifestar la preocupación por el impacto ambiental que podía generar la contaminación mercurial por el uso masivo de bombillos fluorescentes, implementado por el Estado Venezolano.
Las evidencias anteriores, son solo dos muestras perfectamente verificables, que pueden añadirse a las decenas de denuncias interpuestas a través de los medios de comunicación, por personas naturales (entre los que me incluyo) e instituciones que alertaron sobre los altos riesgos de contaminación ambiental como consecuencia de la irresponsable e improvisada implementación de ese programa gubernamental.
Hoy viene de nuevo el propio Ministro repartidor e instalador de los bombillos, con su “cara lavada”, como si los interlocutores a quienes se dirige, fuéramos estúpidos, a decir que los bombillos ahorradores serán eliminados por que causan daño ambiental.
No Señor Ministro, no es irreverencia el título, más idiota será usted. Y sepa que el daño causado por su incompetencia es crimen de lesa Patria. Usted está obligado a repararlo. Renuncie y pague los daños que causó, porque si pecó por omisión o lo ignoraba, la culpa es mayor.
Etiquetas: Energía y Petróleo, Lorenzo García Tamayo
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