SE LLENAN LA BOCA DE ANTI-IMPERIALISMO Y LOS BOLSILLOS DE DÓLARES AMERICANOS
Por: Jesús Petit Da Costa
Si la MUD fuera oposición, y no colaboracionismo, no se prestaría al juego de los títeres de Cuba frente a Estados Unidos, con motivo de las sanciones contra ellos contenidas en la ley que se tramita en el Congreso de la Unión.
Si fuera oposición, y no colaboracionismo, habría dado las gracias a Estados Unidos por seguir comprando el petróleo venezolano, con pago en efectivo, a pesar de que el gobierno títere de Cuba es su enemigo declarado. A Estados Unidos le debemos no habernos muerto de hambre todavía (y digo, todavía porque vamos camino a morirnos de hambre, tal como lo demuestra el aumento constante de la pobreza crítica). El que los dólares con que paga Estados Unidos el petróleo venezolano no alcance se debe, primero, a que se los roban los títeres de Cuba que nos gobiernan; y segundo, a que sostienen a Cuba, su patria verdadera, a costa del pueblo venezolano. Esto hay que decirlo con claridad: Estados Unidos nos sostiene.
Los dólares de Estados Unidos, pagados por la compra de petróleo venezolano, no sólo han impedido que nos muramos de hambre, sino que también han mitigado el hambre de los cubanos por la transferencia parcial de nuestra renta petrolera. Si Estados Unidos le hubiera impuesto a Venezuela, con muchísima razón por la enemistad de su gobierno, el mismo embargo que le impuso a Cuba, seríamos dos pueblos muriéndonos de hambre. En verdad, Estados Unidos no sólo se ha abstenido que imponer un embargo a Venezuela, sino que ha suspendido de hecho el embargo a Cuba al permitir que le sean transferido miles de millones de los dólares con que paga el petróleo venezolano. El solo motivo de que el gobierno títere de Venezuela venga rompiendo desde hace años el embargo comercial a Cuba transfiriéndole parcialmente los dólares que le paga Estados Unidos, y que además lo haga regalándole petróleo, hubiese sido motivo suficiente para suspender la compra de petróleo venezolano. Cualquier país lo hubiera hecho. Lo hizo el difunto cuando le suspendió la venta de petróleo a Honduras en represalia por destitución de su mantenido Zelaya. Lo repitió con Paraguay cuando fue destituido su otro mantenido Lugo. Lo acaba de hacer Maduro con Panamá, llegando hasta la suspensión de todas las relaciones comerciales, por haber solicitado el presidente Martinelli que se investigue lo que sucede en Venezuela. Si Estados Unidos hubiese hecho a Venezuela lo que el difunto hizo con aquellos dos países y el propio Maduro con Panamá, tuviese tenido razón porque “la salsa buena para el pavo, es también buena para la pava.”
Al mismo tiempo de dar las gracias a Estados Unidos por no habernos condenado al hambre como represalia por los ataques verbales constantes de los títeres de Cuba que nos gobiernan, una oposición de verdad (que no es la MUD por colaboracionista) habría desenmascarado su anti-imperialismo de opereta. Mientras denuestan contra Estados Unidos, compran influencia ante Obama para que no les apliquen sanciones individuales. Se han valido, primero, de la Chevron a la cual han favorecido con la explotación de petróleo venezolano, o sea, se han vendido al imperialismo. Y, ahora, le ceden también explotación petrolera a la Halliburton, la cual les adelanta dos mil millones de dólares (US$ 2,000 millones). Venden descaradamente el país a las petroleras de Estados Unidos para que Obama no les aplique las sanciones que apruebe el Congreso. Y cuidado si les venden algo más para que la ley sancionatoria no pase en el Senado. La reticencia de Obama se explica: estos bocones le están dando hasta el trasero a Estados Unidos para que no los castigue. Y Estados Unidos no sólo lo toma, sino que se frota las manos para recibir a PDVSA completa cuando se declare en quiebra por culpa de estos malandros. Se la están comiendo en tajadas.
Así, pues, Estados Unidos nos sostiene, por lo cual no nos estamos muriendo de hambre todavía, pero no es por caridad cristiana ni solidaridad democrática. Es por negocio. Ya conoce a los que nos gobiernan: unos malandros bocones. Se llenan la boca de anti-imperialismo y el bolsillo de dólares americanos.
Si la MUD no fuera la colaboracionista que baila pegado con Maduro, habría echado todo esto para afuera.
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