Líder del chavismo y jefe del narco

Por: Bibiana Belsasso

Fuente: La Razón Mx.

¿Recuerda usted todos los insultos y agresiones contra los ex presidentes Felipe Calderón, de México; Andrés Pastrana, de Colombia, y Sebastián Piñera, de Chile, proferidas por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando aquéllos se reunieron con políticos de la oposición de ese país y pretendieron visitar a uno de los líderes de ésta, Leopoldo López, encarcelado hace meses por el propio Maduro?

Lo menos que dijo el autócrata venezolano fue: “que sepan los pueblos de México, Chile y Colombia que estos tres ex presidentes pagaron el viaje con dinero del narcotráfico y que lo que buscan es un golpe de Estado”.

¿Recuerda usted los extraños derribos de aeronaves con droga en los que nunca se supo qué pasó con los cargamentos ni con los tripulantes? Al menos en dos ocasiones, en los últimos años, el gobierno venezolano ha anunciado el derribo de aviones mexicanos, presuntamente vinculados con el narco.

Incluso hace sólo unos meses, el gobierno de Venezuela dijo que había tirado una nave mexicana porque iba “full de coca”, para decir que estaba llena de cocaína.

Sin embargo, la pregunta es: ¿por qué narcotraficantes mexicanos hubieran querido llevar droga a Venezuela? No se supone que hay que sacarla de Centroamérica para venderla en Estados Unidos o Europa?

En otra ocasión fue incluso el secretario de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, quien publicó dos fotografías en su cuenta de Twitter en las que afirmaba que el 8 y el 9 de diciembre pasados dos aeronaves con matrículas mexicanas habían sido interceptadas y destruidas.

Resultó desconcertante en ese momento el anuncio, no porque no haya vuelos en la región dedicados al tráfico de drogas, sino porque no hubo ninguna otra información oficial: no se dijo qué cargaban, si es que algo cargaban; o qué sucedió con sus tripulantes: si escaparon, fueron detenidos o murieron; tampoco cómo se identificaron esos vuelos o por qué se tenía la certidumbre de que estaban ligados a grupos criminales.

¿Recuerda que desde la época de Hugo Chávez se había expulsado a todas las agencias antidrogas porque éste decía que preparaban un golpe de estado?

Bueno, hoy ya sabemos la respuesta: el principal cártel de la droga en Venezuela lo encabeza el número dos del gobierno de Maduro.

Sí. Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional, fue acusado formalmente por Estados Unidos de liderar la principal organización de narcotraficantes en Venezuela. Su ex jefe de seguridad, Leamsy Salazar, lo señaló como cabecilla del cártel Los Soles.

De acuerdo con la investigación, Salazar fue testigo de las órdenes que Cabello giraba para que lanchas cargadas con toneladas de cocaína partieran para efectuar entregas de esa droga.

Incluso aportó evidencia sobre lugares donde se almacenan montañas de dólares en efectivo procedentes de las ganancias del narcotráfico. Aunado a ello, funcionarios militares venezolanos ya han sido antes acusados de participar en el cártel.

Apenas el martes pasado el Partido Socialista Unido de Venezuela reconoció que Salazar en efecto había sido guardaespaldas del líder de la Asamblea y que había desertado de las fuerzas armadas en diciembre pasado. Lo acusa de ser “parte de una conspiración mundial para socavar la administración socialista”.

El presidente Maduro, quien asegura que platica con Hugo Chávez, su antecesor, quien se le ha presentado en forma pajarito, ha dicho que es “una campaña difamatoria orquestada desde Miami”.

Los hechos demuestran que hay pruebas contundentes de que Diosdado Cabello está involucrado con el narcotráfico.

Habrá que ver si es juzgado en una corte internacional o detenido como lo fue en su momento el ex presidente de Panamá, Manuel Antonio Noriega, también acusado de narco.

La única duda es si trabaja para su propio beneficio, para áreas del gobierno o, como suele ser en estos casos, para ambos. Por lo pronto, el golpe es durísimo para la endeble credibilidad del chavismo, que vive sus horas más bajas.

bibibelsasso@hotmail.com