El chavismo ha cruzado las tres rayas rojas.
Por: CARLOS ALBERTO MONTANER
PERIODISTA Y ESCRITOR
Obama dijo que el régimen de Venezuela era un peligro para la seguridad norteamericana. ¿Por qué? Violaba los derechos humanos de la oposición democrática. En consecuencia, decretó sanciones contra varios militares y funcionarios chavistas.
Extraño movimiento. Lo ha hecho pocas semanas después de haber iniciado la cancelación de las sanciones a la dictadura cubana, que desde hace más de medio siglo maltrata a los disidentes con la misma o mayor saña de lo que lo hace el gobierno de Maduro con su magullada oposición.
Existe, además, una cuestión de filiación. Cuba es la madre del cordero. Venezuela se comporta de esa manera porque los asesores cubanos así lo aconsejan. Esa es el expertise que Cuba le vende a Venezuela: inteligencia, control social y gobernabilidad de mano dura. Fidel y Raúl Castro salieron de inmediato en defensa del chavismo. La nota oficial cubana establecía que “Venezuela no estaba sola”. Dentro de los códigos testiculares cubanos eso quiere decir que, si se trata de combatir, allí estarán los soldados de la madre patria cubana. Por supuesto, son gestos para la galería. Los Castro saben que nadie va a invadir a Venezuela. Lo que suele ignorarse es por qué Obama ha dado este paso contradictorio que sólo sirve para construirle un pretexto nacionalista a Maduro.
Esto hay que explicarlo.
Venezuela sí es un riesgo para la seguridad de Estados Unidos, pero no por la violación de los derechos humanos de los demócratas -esa fue la coartada--, sino por tres actividades que aparecen codificadas en la definición doctrinaria que señala dónde comienza o se intensifica el peligro para la sociedad norteamericana.
Quien quiera conocer la visión que prevalece en Washington debe asomarse al libro Reconceptualizing security in the Américas in the 21th Century, y leer el capítulo “Venezuela: Trends in Organized Crime” escrito por Joseph Humire. El chavismo ha cruzado las tres rayas rojas.
En primer lugar, la complicidad venezolana con los terroristas de Irán. El hombre de los ayatolás de Teherán es el gobernador del estado de Aragua, Tareck El Aissami, de origen árabe, exministro del Interior. Ha utilizado sus cargos para crear en la región una red de terroristas del Medio Oriente alimentada con el narcotráfico. En Irán sueñan con que será presidente de Venezuela.
El otro límite violado por el chavismo es, precisamente, el narcotráfico. Hay generales venezolanos metidos hasta las cejas en ese turbio negocio. De las 700 toneladas de cocaína que anualmente se producen en el planeta, 300 pasan por Venezuela rumbo a Europa o a USA. Diosdado Cabello, ha sido acusado de ser el jefe del Cartel de los Soles. Y el tercero es el inmenso lavado de dinero mal habido. PDVSA es el sitio en el que se suelen hacer las transacciones torcidas. Es la cueva de Ali Babá, pero con muchos más de 40 ladrones.
La Casa Blanca sabe todo esto al dedillo. Se lo han dicho sus diplomáticos, los servicios de inteligencia y los desertores. A Walid Makled García, un capo venezolano del narcotráfico del tamaño de Pablo Escobar, antes de que sus captores colombianos lo deportaran a Venezuela, lo interrogaron los agentes de la DEA.
“El Turco” -así le llaman-- cantó La Traviata. Lo dijo todo. Y luego parece que el último recién llegado, Leamsy Salazar, mano derecha de Diosdado Cabello y de Hugo Chávez, recientemente asilado en territorio norteamericano, lo corroboró.
Venezuela, realmente, es un riesgo para la seguridad de USA y del Hemisferio. El error de Obama ha sido no encarar de frente a su enemigo, y llamarle pan al pan y vino al vino, sino elegir una denuncia oblicua y formularla mal para que ni siquiera se entienda. Quería quedar bien con todos y ha conseguido exactamente lo opuesto. Una pena.
Etiquetas: Hezbollah, narcotráfico, terrorismo
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home