La Venezuela de Maduro una amenaza para Estados Unidos

Por: José Ignacio Rodríguez

Fuente: USA Hispanic

Consulado de Opinión

Amigo de Israel, como su mejor presentación, promueve la correcta imagen de Israel y analiza los acontecimientos en Oriente Medio desde Sefarad (España)

Si ciertamente que la Venezuela de Maduro es un peligro para la seguridad del Pueblo Americano y para el resto de las naciones del mundo incluido su propio pueblo ¿Exagerado? Pregunte, si es que puede, a los venezolanos. Maduro apoyado por su guardia pretoriana de cadáveres políticos y militares podría intentar una acción desesperada para reafirmar su inexistente autoridad. Algunos desesperados como Maduro, estómagos agradecidos del Chavismo, podrían derramar más sangre de la que ya está derramada por las calles de todo el país.

La Venezuela de Maduro ha entrado en el club de los países indeseables semejantes a Irán o Corea del Norte. El anuncio del Presidente Obama catalogando oficialmente a Venezuela como una amenaza para la seguridad de Estados Unidos pone a Maduro entre la espada y la pared. El Chavismo dirigido por Maduro una mezcla de Castrocomunismo, yihadismo, independentismo etarra y aderezados con la filosofía de uno de los maestros muertos de Maduro, Sai Baba, está a punto de producir una explosión de incalculables consecuencias.

Todo parece indicar que la presión a la que está sometido el desgobierno venezolano aumenta el riesgo de que Maduro cometa un error fatal con derramamiento de sangre incluido. Venezuela ya está inundada de sangre mezclada con petróleo. Un poco más, pensará Maduro, no tiene importancia. Las morgues venezolanas están saturadas de cadáveres que a diario engrosan las listas de asesinados en uno de los países violentos del mundo. Con este panorama Maduro podría seguir masacrando al sufrido pueblo venezolano y secuestrando a más líderes de la oposición democrática sin mayor cargo de conciencia.

Si ciertamente que la Venezuela de Maduro es un peligro para la seguridad del Pueblo Americano y para el resto de las naciones del mundo incluido su propio pueblo ¿Exagerado? Pregunte, si es que puede, a los venezolanos. Maduro apoyado por su guardia pretoriana de cadáveres políticos y militares podría intentar una acción desesperada para reafirmar su inexistente autoridad. Algunos desesperados como Maduro, estómagos agradecidos del Chavismo, podrían derramar más sangre de la que ya está derramada por las calles de todo el país.

La oposición venezolana, enfatizamos secuestrada por Maduro, son los rehenes de una de las dictaduras populistas más sangrientas de la historia ¿Están en peligro los secuestrados por Maduro? Sin duda que si lo están ¿Intervendría Estados Unidos al estilo de lo que hizo con Noriega en Panamá? Todo podría pasar una vez que Estados Unidos considera a Maduro y su régimen dictatorial, que no al pueblo venezolano, una grave amenaza de todo tipo para la seguridad norteamericana. Maduro está jugando con fuego y ya se ha quemado.

Las prerrogativas que Maduro se quiere atribuir no son más que el reflejo del miedo que tiene metido en el cuerpo. El chofer de autobús sabe que con la policía de tráfico no se juega y menos saltándose el semáforo en rojo. Maduro se ha saltado el semáforo en rojo y las alarmas se han encendido en Estados Unidos. El Presidente Barack Hussein Obama no puede dejar la presidencia del país como el presidente que no se enfrentó a una amenaza reiterada como lo es el régimen dictatorial de Maduro y sus secuaces. El peligro de confrontación o intervención de Estados Unidos en Venezuela es una posibilidad a tener en cuenta.

Los militares venezolanos saben muy bien con quién se la están jugando. Los norteamericanos no amenazan en vano especialmente cuando el prestigio de su Presidente está puesto a prueba. Muchas de las confrontaciones bélicas de Estados Unidos se han producido bajo gobiernos del Partido Demócrata. Bien harían los militares venezolanos en medir sus palabras y sus acciones ya que ellos también están entre la espada y la pared. Los militares venezolanos tendrán que enfrentarse más temprano que tarde a Maduro o al Ejército Norteamericano ¡La decisión parece clara!