¿Venezuela es un narco-Estado?

Por: Juan Pablo de Leo Spínola

Fuente: La Razón Mexico

Leamzy Salazar

Las condiciones deplorables que imperan en Venezuela a partir de la caída de los precios del petróleo conducidos por una incompetente y corrupta administración tienen a la economía sumida en una situación a punto del colapso en un entorno regional e internacional desfavorable.

A la crisis interna que vive el gobierno se suma el descrédito político-legal a nivel internacional, provocado tras los reportes revelados esta semana en el diario estadounidense The Wall Street Journal que señalan a Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, como uno de los principales objetivos de una investigación abierta por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York, que lo nombra cabecilla del cártel de los Soles y operador del narco-Estado en el que supuestamente se ha convertido Venezuela desde que llegó Hugo Chávez al poder y que continúa con la administración actual de Nicolás Maduro.

Según la información filtrada aún sin confirmar por autoridades del Departamento de Defensa, el cártel de los Soles está compuesto por militares que tienen en Venezuela el monopolio del tráfico de droga producida por las FARC y es llevada a sus puntos de destino en Estados Unidos y Europa por cárteles mayoritariamente mexicanos. Conforme a las cifras periodísticas publicadas por los diarios que han dado seguimiento a la información —ABC de España, Miami Herald— el 90 por ciento de la droga producida por Colombia pasa por territorio venezolano.

No es la primera vez que se reporta acerca de altos funcionarios civiles y militares de Venezuela que están siendo investigados por alguna agencia del gobierno estadounidense por estar involucrados en el tráfico de drogas, ni es la primera ocasión en que se señala a Cabello como integrante del grupo narcotraficante.

Ya desde el 2008 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a Henry Rangel Silva, ministro de Defensa de Hugo Chávez, en su lista de narcotraficantes alegando que el general ayudó a las FARC a contrabandear cocaína a Venezuela; mientras que en 2013 el nombre de Diosdado fue mencionado en los cables estadounidenses difundidos por Wikileaks como uno de los principales problemas de corrupción y narcotráfico dentro del gobierno venezolano.

Gran parte de la investigación se basa en testigos protegidos como Leamsy Salazar, oficiales bien comunicados dentro de las fuerzas armadas venezolanas, que han desertado a Estados Unidos esperando servir como testigos de las relaciones entre el gobierno de Caracas y grupos criminales del narcotráfico. En el caso de Leamsy Salazar —ex jefe de seguridad de Cabello— llegó a Washington para formar parte de la investigación sobre los vínculos de los que afirma fue testigo de la participación de varios funcionarios del gobierno de alto rango con el tráfico de drogas.

Aunque la información del WSJ no es nueva las posibles consecuencias a largo plazo de las acusaciones en caso de ser verdad resultan aterradoras: los tentáculos del narcotráfico dentro del gobierno venezolano parecen ser más largos de lo que nadie pudiera haber pensado.

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