Eje del Narcotráfico, la Habana, Santos y Maduro

Por: Rafael Rivero Muñoz

Presidente Juan Manuel Santos Calderón parece que intenta hacerse el pendejo; en un sonido difundido habla de lo que negoció en 2012 en La Habana con Raúl Castro –Capo di tutti capi–, el Secretariado de las FARC y Hugo Rafael Chávez Frías https://youtu.be/JGV1lLb8cy8

Mantener la siembra, cosecha, elaboración de pasta –sector primario– y producción de cocaína –secundario– para pasar a Venezuela toda la exportación –sector terciario– y servicios –lavado de activos–.

Así Colombia para negociar con holgura, sin presiones mayores, saldría del ámbito de críticas y derivados internacionales por tráfico de cocaína y eso, para incrementar los flujos de fondos para mantenimiento de las FARC, lo asumiría el líder continental Hugo Chávez a quien nadie se atrevería a criticar https://goo.gl/MfUxRY

Hoy en su guerra a pellizcos, arañazos y ojos volteados con su paisano el cucuteño Nicolás, levantan la comedia que evita tratar las crisis en curso; por el lado colombiano, un proceso de paz trancado porque no han podido consolidar la definitiva impunidad para las FARC y del lado venezolano, la severa crisis de desabastecimiento/inseguridad/inflación y deterioro sostenido.

Lo que falta en esa pelea entre los dos paisanos, es que se quiten los zapatos para patearse con las medias; algo así como para salir ambos del closet pero con audiencia internacional.

Nada serio para las posiciones y responsabilidades de quienes dirigen países y no pandillas o bandas criminales y en ese juego están afectando severa y directamente vidas y bienes a grandes sectores de la población civil en ambos lados de la frontera.

20.000 desplazados forzados no ha sido ni será jamás algo sin importancia. Los dos son colombianos y como tales se entienden.

Esperemos que un incidente –programado o no como lo fueron los tiros a la comisión del Ejército venezolano en Táchira– no produzca un inesperado incidente mayor y que se les dispare una incontrolable escalada hacia soluciones armadas.

La Habana, FARC y Santos saben perfectamente que ya Venezuela no tiene un Ejército eficaz para enfrentar sino que apenas, se desempeñaría éste, sobre el terreno, como limitadas montoneras precariamente equipadas; carcomida doctrina sin mandos superiores efectivos; perdida la disciplina, se impusieron las derivadas limitantes en capacidades para la aplicación certera de un verdadero poder de destrucción; esas, las propias al poder de fuego de un Ejército verdaderamente profesional.