Macabra Franja de Seguridad En La Frontera

Por: Carlos R. Alvarado Grimán

Mapa con Ubicación de la Guerrilla en Frontera Colombo-Venezolana

La excusa esgrimida por la Dictadura de Venezuela para establecer un estado de excepción en la frontera, aduciendo una supuesta lucha contra el contrabando, se cae por su propio peso. 

A Nicolás Maduro no le ha quitado el sueño la hiperinflación que acaba con la economía familiar de los venezolanos, el aturdidor desabastecimiento generalizado y la atroz devaluación del Bolívar, de hecho sobre esa materia nada se ha hecho.

Es harto conocido que quienes controlan todas las operaciones ilegales que ocurren en la frontera son la Guardia Nacional Bolivariana y el Ejército, justamente los componentes de las Fuerzas armadas, que dirigen las actividades criminales en la zona como: el contrabando de extracción, combustible y el narcotráfico. Hablando en criollo equivale a poner zamuros a cuidar carne.

Es sabido que la causa supuesta por la cual Maduro ordenó la toma militar de la frontera, se debió a una disputa entre el Cartel del Sol y el de la Guajira donde resultaron víctimas de sicariato dos tenientes del ejército, pero sobre ese tema nunca se volvió a hablar. Es decir no fue la causa real del Estado de Excepción.

La disputa entre Santos y Maduro es parte de un sainete, de hecho sus supuestos enfrentamientos mediáticos, no han sido acompañados de acciones concretas ni reales. 

El aguaje del procurador de Colombia es parte del show, pues se sabe sobre las muchas denuncias incoadas ante esa Corte Penal Internacional que jamás llegan a alguna parte, por consiguiente se trata de acciones distraccionistas. De hecho Venezuela continúa como garante de los Diálogos de Paz en la Habana.

La pregunta es. ¿Qué hay detrás del plan Castro-Maduro-Santos?, pues sencillamente se trata de una conspiración contra Venezuela urdida desde la Habana y dentro del marco de los llamados Diálogos de Paz.

Existe un compromiso en la Habana, para el establecimiento de una llamada “Zona de Paz” como las instauradas en barriadas controladas por bandas criminales afectas al chavismo, pero con dimensiones inmensas y a lo largo de la frontera, incluyendo la estratégica zona de la Guajira que estarán controladas por los grupos armados narco-insurgentes de las FARC, ELN y EPL, con protección de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. 

Obsérvese que en las operaciones militares de las fuerzas armadas de Venezuela, no se han reportado enfrentamientos con los grupos insurgentes, pese a que existen pruebas documentadas de asentamientos guerrilleros del lado venezolano de la frontera.

Esta franja permitirá cumplir con las exigencias de las partes involucradas en el conflicto colombiano, para la creación de una Zona de Seguridad y consolidará las operaciones ilícitas que mantienen los Carteles de la Dictadura con la insurgencia colombiana y Juan Manuel Santos como peón del régimen de la Habana. 

El expresidente Alvaro Uribe inicialmente lanzó la propuesta de una zona de concentración en territorio colombiano, mientras se negociara con los insurgentes, donde esos grupos conservarían su armamento. Sin embargo, en la Habana se decidió hacerlo en territorio venezolano a expensas de doblegar y humillar la soberanía nacional. 

La zona de seguridad será monitoreada en ambos lados de la frontera por la UNASUR al mando del narcoterrorista Ernesto Samper, contando además con el apoyo mundial del Foro de Sao Paulo, que cuenta con una inmensa infraestructura propagandista y lobbies en muchos organismos internacionales como en países del primer mundo, incluyendo a los Estados Unidos.

Por lo tanto es importante mantener los ojos puestos y muy abiertos, sobre el proyecto narco comunista de la frontera, que se estará concretando muy pronto, una vez la mesa este servida para la firma de los acuerdos de la Habana y sólo reste el establecimiento de esa macabra Franja de Seguridad en la Frontera.