MISIÓN ALMA MATER: UN CABALLO DE TROYA EN LAS UNIVERSIDADES VENEZOLANAS

Por: Doctor Juan Carlos Delgado Barrios - Universidad de Los Andes Venezuela 

Lo más grave de este proceso de revolución cultural bolivariana es el hecho de que los gobernantes piensan que las generaciones futuras deben ser controladas en su pensamiento para que la ideología del régimen se convierta en la futura devoción oficial y que ésta debe ser generalizada en toda la población. - Asegurar la permanencia de la revolución mediante el control del intelecto de niños, adolescentes y jóvenes quienes constituirán “el hombre nuevo” -Hombres y mujeres de pensamiento y visión del mundo unidimensional, fanáticos a una ideología, la ideología oficial del régimen.

Esta realidad es típica de gobiernos fundamentalistas, de corte marxista o fascista, con mucho énfasis en regímenes totalitarios y hegemónicos. El modelo de educación marxista tanto de la extinta URSS y copiado por Cuba, como el de la China Comunista se centró y se centra en el desarrollo de un intensivo adoctrinamiento a niños, adolescentes y jóvenes en todos los niveles educativos. Los fines de este adoctrinamiento es construir la mentalidad del “hombre nuevo”, del “hombre revolucionario”. Mao en el desarrollo de la revolución cultural china decía: “las familias deben entender que sus hijos no son de su propiedad privada son hijos del Estado y el Estado está obligado a formarlos para que sean protagonistas de la sociedad comunista…”.

Los modelos educativos comunistas del siglo XX educaron para el colectivismo, para el estatismo, para reconocer con idolatría al presidencialismo absoluto que emana de la autoridad del jefe de la revolución. Cuba copia desde sus inicios revolucionarios el modelo soviético de donde adquirió esta estrategia de adoctrinamiento que fue adaptada a su idiosincrasia e historia. 

En Cuba se desmontó la historia tradicional que se enseñaba en la escuela para dar paso a una nueva simbología y procerato, se introdujo en el discurso escolar el antiimperialismo, el anticapitalismo y la lucha de los pueblos por su liberación como justificación histórica de la revolución, se desmontó del ideal político todo vestigio de alternancia en el poder y de pluralidad ideológica para centrarse en un pensamiento único: el comunismo.

El proceso “revolucionario” venezolano no es creativo en eso de ingeniarse modelos educativos socialistas alternativos y, por facilidad y sin ninguna reflexión teórica, asumen el modelo educativo cubano: adoctrinamiento escolar en la búsqueda de formar el “hombre nuevo”, el hombre para la sociedad socialista bajo la égida del socialismo del siglo XXI. .

Esta mezcolanza de la historia revolucionaria es parte del discurso educativo del currículo socialista que se implanta en las escuelas venezolanas, además, del desarrollo de ejes transversales donde se impone el pensamiento socialista, – pensamiento único-, el modelo socio productivo anticapitalista, la sociedad centrada alrededor del Estado, la idolatría al Jefe de la Revolución, el cuestionamiento e interpretación de la historia contemporánea de una manera parcializada e interesada para justificar la revolución, la descalificación con saña de los procesos históricos anteriores a 1999, en sí, educar para la tesis de la revolución como eje transformador del Estado burgués y el logro de la sociedad socialista.

Con la penetración del poder popular en todos los quehaceres de la vida del venezolano, las escuelas no escapan de esta estrategia progresiva de control social y político. A los consejos comunales les han transferido competencias de intervención en el diseño y desarrollo de los planes de estudio, participación en la administración de la institución y de la comunidad educativa. Los directores han perdido competencias y, sobre todo, autonomía. Ahora las instituciones educativas son frágiles frente al proceso de ideologización que se deriva desde el poder popular.

El resultado hasta ahora es que los institutos educativos han dejado de ser un espacio académico y de formación democrática para convertirse en un lugar de adoctrinamiento para la formación del “hombre nuevo”, la difusión del catecismo de la revolución y la formación de ciudadanos para el Estado y no para la vida y la familia. Se busca imponer el Estado como centro de la dinámica social desplazando a la familia como núcleo fundamental de la sociedad. Se intenta asegurar la permanencia en el poder con el secuestro del pensamiento infantil y juvenil.

En esta misma dirección, el régimen acecha la autonomía universitaria y se ciernen amenazas serias sobre las Universidades Autónomas. En un acto en homenaje y recuerdo de la figura del Doctor Pedro Rincón Gutiérrez sería una herejía no hablar sobre el tema que fue la pasión del maestro, la autonomía universitaria, precisamente en un momento aciago de la patria y donde nuestra universidad venezolana está en el ojo del huracán, en una tormenta cada día más oscura y turbulenta y donde los universitarios son despojados progresivamente del control de su institucionalidad. 

Según la Ley Orgánica de Educación, en Venezuela se pretende desarrollar un sistema educativo que conduce a la construcción de un pensamiento y una ética socialista, en consecuencia, se trata de imponer la Universidad Socialista bajo la tutela del Estado Cubano en el marco del Convenio Cuba-Venezuela. La misión Alma Mater, que fue ideada en La Habana y aprobada en Venezuela según Decreto 6.650 del 24 de marzo de 2009, publicado en Gaceta Oficial Nº 39.148 del 27 de marzo de 2009, se ha convertido en un Caballo de Troya en las Universidades Venezolanas. 

Reza el citado decreto: “La Misión Alma Mater tiene como objetivo generar un nuevo tejido institucional de la Educación Universitaria Venezolana, dirigido a desarrollar y transformar la educación universitaria en función del fortalecimiento del Poder Popular y la construcción de una sociedad socialista” . Cual Caballo de Troya, el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria está introduciendo en el Subsistema de Educación Superior Venezolano con la intensión de imponer su modelo: La Universidad Socialista. 

La universidad autónoma venezolana tiene 16 años asediada, pero desde el año 2009 ya tiene dentro de sí la Misión Alma Mater, la cual se sustenta en los postulados de la reforma de la universidad cubana de las década de los 60, cuando la Autonomía Universitaria era considerada por el régimen revolucionario cubano, en la voz de Ernesto “Che” Guevara, como una expresión del Estado Burgués que aliada con la sociedad civil pretendían crear un Estado paralelo abiertamente cuestionador del gobierno, advirtiendo en el Discurso pronunciado en la Universidad de Oriente, el 17 de Octubre de 1957, denominado en los archivos cubanos: La juventud y la Universidad, que no iban a permitir una universidad sin el control absoluto del Estado y que la universidad debía ser la vía para la construcción y consolidación de la revolución en el camino hacia la Sociedad Socialista. La Universidad Socialista y Revolucionaria. 

Este discurso ha sido el eje paradigmático y de justificación de los gestores de la transformación universitaria venezolana hacia la universidad socialista y revolucionaria. La suspensión de la discusión de la Ley de Educación Universitaria ha resultado una escaramuza de guerra para entretener y desviar la atención de los universitarios, ya que han desechado la ley propuesta y, por ahora, no habrá más discusión sobre ella, porque están gobernando vía decretos. La suspensión de las elecciones de autoridades rectorales y decanales busca deslegitimar las existentes frente a la comunidad universitaria y derivar en la ingobernabilidad institucional. El cerco financiero-presupuestario intenta disminuir las capacidades institucionales en el cumplimiento de sus objetivos fundamentales con la sociedad. Esos factores son parte del libreto para lograr el desgaste de los universitarios y profundizar la crisis interna y, con ello, poner al escarnio público las Universidades Autónomas creando las condiciones para el golpe final.

Con motivo de la celebración de los 50 años de la Reforma Universitaria Cubana (1962-2012) un intelectual cubano, el doctor Dimas Castellano, en un extenso artículo expresó: “De esa forma, la Autonomía Universitaria, sin haber sido derogada legalmente, de hecho dejó de existir. Desde ese momento (1962) la Universidad), una de las fuentes más importantes de cambios sociales en nuestra historia, quedó inutilizada para esos fines. Una de sus peores consecuencias radicó en que bajo ese control, el Estado enarboló la consigna de la Universidad para los revolucionarios, que se materializó en la separación de cientos de estudiantes y profesores que no compartían la ideología del sistema. El resultado no podía ser otro. Ante la intención de darle carácter definitivo a un proceso cambiante, la Universidad, con la pérdida de la Autonomía, dejó de ser nervio de la sociedad civil”. 

En un riguroso análisis comparativo observamos reveladoras similitudes entre la Educación Superior Cubana y el proceso de transformación universitaria promovido en Venezuela por la Misión Alma Mater. En Cuba no existe una Ley de Educación Superior, por tanto, el Estado delega en el Ministerio de Educación Superior las competencias de planificación, dirección, control y supervisión de las políticas del Estado y el Gobierno, hasta tanto sea adoptado la nueva legislación, que por cierto nunca llegó porque su discusión hace décadas que fue congelada (1962). Revisando el Acuerdo del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de la República de Cuba del 24 de Abril del 2001, se puede evidenciar el carácter del Estado Docente mediante las competencias que se delegan al Ministerio de Educación Superior. El ejercicio que se desarrolla en los actos de gobierno en la educación superior es altamente centralizado y hegemónico.

En Venezuela, se congeló la discusión y aprobación de la Ley de Educación Universitaria y el subsistema de Educación Superior se gobierna por la vía de Decretos, obviando la Ley de Universidades vigente hasta ahora. El Ministerio del Poder Popular de Educación Universitaria, regido por la Ley Orgánica de Educación, sustenta su relación con las Universidades desde la óptica del Estado Docente centralizando de manera avasalladora e intervencionista decisiones y programas que antes las instituciones de educación superior las tomaban de manera autónoma e independiente, tales como: el sistema de diseño y ejecución del presupuesto, los planes de desarrollo e inversión, el sistema de investigación y de intercambio científico, el plan de formación-curricular, el plan de ingreso estudiantil, el sistema de elecciones de sus autoridades rectorales y decanales. Acciones de Gobierno que pretenden homogeneizar, controlar y centralizar la vida universitaria desde el Estado Central. 

En nuestro país, en la estrategia de construcción de la sociedad socialista y, por ende, del Estado Socialista, se avanza en el establecimiento del modelo de gobierno centralista, desmontando todo vestigio de la administración pública descentralizada, sobre todo, en los espacios económicos, sociales, educativos, culturales y políticos con rasgos autonómicos. En este planteamiento, las Universidades Autónomas, que son consideradas en la legislación vigente como entes de la administración pública descentralizadas con autonomía en sus gestiones de gobierno, se convierten en objetivos de guerra.

Dentro de los cambios de esa reforma universitaria cubana hacia la consolidación de la universidad socialista y revolucionaria (1962-2012) destacan:

· Un proceso de expansión territorial hacia la municipalización de la educación superior mediante el proyecto de conformación de Universidades Territoriales, a partir de Núcleos Universitarios de las Macrouniversidades (Universidades Tradicionales) o de Institutos Tecnológicos en los territorios intervenidos.

· Desarrollo de los Institutos de Educación Superior especializados, Universidades Especializadas, adscritas a Ministerios, como son las Facultades, Escuelas o Institutos del sector salud adscrita al Ministerio de Salud Pública o las Instituciones de Educación Superior de Cultura Física y Deporte adscritas al Instituto Nacional del Deporte. Las Facultades, Escuelas de Educación y los Pedagógicos están adscritos o supervisados por el Ministerio de Educación. Por ejemplo, la Universidad de las Ciencias de la Salud integró las escuelas de medicina, odontología y farmacia, desmontando las Facultades de estas ramas del saber en las Universidades Tradicionales. Así mismo, la Universidad de las Ciencias de la Educación integró todas las Escuelas de Educación y Pedagógicos existentes. 

· Homogenización de los Programas de Formación mediante el Plan Nacional de Formación que se coordina desde el Ministerio de Educación Superior según el Plan de Desarrollo de la Nación. El curriculum nacional por especialidades que se diseña y se desarrolla de manera homogénea para todas las instituciones de educación superior que imparten estos programas académicos. Un alto contenido de adoctrinamiento hacia la construcción del hombre nuevo, el hombre socialista y revolucionario, antiimperialista y nacionalista. 

En Venezuela, conforme al artículo 3 del Decreto 6.650, se proponen replicar el modelo cubano de universidades territoriales con la creación de 17 Universidades Territoriales a partir de la conversión de los Institutos Universitarios de Tecnología y progresivamente integrando a los Núcleos Universitarios de las universidades tradicionales que desarrollan actividad académica en el territorio intervenido. La estrategia busca desmontar, al igual que en Cuba, las grandes y medianas universidades para fragmentar el subsistema de educación superior, a los fines de lograr mayor control político sobre las instituciones universitarias. Se desarrolla un intenso proceso de aislamiento a las universidades autónomas, no sólo con el control desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, sino también con el creciente cerco presupuestario, ya que ahora tiene que compartir los recursos de la educación superior con el sistema paralelo que deriva de la Misión educativa. 

En este proceso de expansión territorial se están desarrollando autoridades territoriales delegadas dependientes del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria que coordinan, supervisan y controlan la gestión de la actividad universitaria en el territorio, inmiscuyéndose, incluso, en asuntos de las funciones y competencias de las universidades autónomas. Solapando competencias establecidas en la Ley de Universidades para las autoridades universitarias. Paulatinamente, sin ninguna ley que le sustente, están desmontando no solo las universidades como entes descentralizados sino que están arrinconando el fuero autonómico. 

Dentro del Decreto citado se propone la creación de diez (10) Universidades Especializadas, así mismo, siguiendo el plan de la educación superior cubana, se pretende integrar áreas de formación académica que el Estado considere estratégicas como son la educación, la salud, la seguridad, la producción agroalimentaria, el urbanismo y el arte, la ciencia y la tecnología, los hidrocarburos, las telecomunicaciones y la informática, las ciencias económicas y fiscales, y los idiomas. 

De esta manera, se intenta ir integrando, progresivamente, las áreas de formación estratégicas que se imparten en las facultades y escuelas de las universidades tradicionales, por ejemplo, en el caso de la salud como área estratégica de formación, se crea la Universidad de Ciencias de la Salud que se propone integrar las distintas facultades y escuelas de ciencias de la salud de las universidades tradicionales, así mismo, en el caso de la formación en producción agroalimentaria, la Universidad de la Producción Agroalimentaria integrará las facultades y escuelas que tengan programas de formación en agronomía, veterinaria, producción animal, producción vegetal y producción agroindustrial, para graficar dos áreas de formación. En este mismo contexto, la Universidad de las Ciencias de la Educación, para los estudios de licenciatura en educación y opciones académicas afines. Como se puede observar se está desmantelando y reestructurando el subsistema de educación superior por la vía de decretos.

Estas universidades especializadas junto con los institutos de investigación y extensión que de ellas se conformen crearán redes de organización territorial y municipal con las universidades territoriales, valga la redundancia. Esto configura un cambio radical del sistema universitario venezolano que se está gestando gradualmente, sin reconocer ni evaluar el esfuerzo y desarrollos alcanzados por las universidades venezolanas en los últimos 50 años.

Pero no sólo el sistema organizacional se está transformando vía decretos, sino que se está interviniendo en el diseño, implantación y administración curricular de acuerdo con lo que establece el Decreto citado: “La figura de los Programas Nacionales de Formación (PNF) se creó mediante Resolución 2.963 de fecha 13 de mayo de 2008, publicada en Gaceta Oficial 38.930 del 14 de mayo de 2008, cuyo fin último es formar las generaciones de profesionales bajo las premisas: La formación humanista como aspecto de vital importancia para la formación integral del futuro profesional, sustentada en la integración de contenidos y experiencias dirigidas a la formación en el ejercicio de la ciudadanía democrática, la solidaridad, la construcción colectiva y la acción profesional transformadora con responsabilidad ética socialista y perspectiva sustentable en la dirección de la construcción de la sociedad socialista”.

Sin pecar de pesimista, cada día es más difícil que la autonomía universitaria en Venezuela, incluso la democracia universitaria, sobreviva en un régimen de corte militarista y de pensamiento único que en nombre de la revolución se coloca por encima de la Constitución para hacer de la educación un instrumento de adoctrinamiento en el camino de asegurar la sostenibilidad futura del Proyecto Socialista. La universidad para los revolucionarios y como sustento de la construcción de la sociedad socialista.

La diferencia con la Ilíada de Homero, es que los troyanos no sabían que contenía el inmenso caballo de madera, que fue introducido por los griegos en su ciudad amurallada, en cambio, muchos universitarios conocen el contenido del Decreto 6.650 del 24 de marzo de 2009 y su actitud silente o indiferente contribuye a la muerte de la autonomía y la democracia universitaria.