En Cámara lenta

Por: Lorenzo García Tamayo

“Mucha gente, especialmente la ignorante, desea castigarte por decir la verdad, por ser correcto, por ser tú. Nunca te disculpes por ser correcto, o por estar años por delante de tu tiempo. Si estas en lo cierto y lo sabes, que hable tu razón. Incluso, si eres una minoría de uno solo, la verdad sigue siendo la verdad.” Mahatma Gandhi. 

Lorenzo García Tamayo

La diferencia numérica entre los diputados a elegir en 2015, comparada con la anterior de 2010, es de solo dos (2) diputados. 

Nueva Esparta, Guárico y Aragua elegirán un diputado más en sus circuitos, pero Distrito Capital disminuirá uno, por lo tanto, la suma total de diputados electos, será de 167. 

Estos 167 diputados, serán electos en 87 circuitos.

Sesenta y seis (66) circuitos, elegirán sesenta y seis (66) diputados. En cambio, los ciento un (101) diputados restantes, se elegirán en veintiuno (21) circuitos.

La interrogante que cabe preguntarnos es: ¿Cuántos electores eligen 66 diputados en 66 circuitos, y cuantos electores en veintiuno (21) circuitos eligen ciento un (101) diputados?

En este punto es bueno aclarar lo siguiente. Por Ley, todo Estado, Entidad Federal, o Distrito Capital (24), elige tres (3) diputados cada uno, independientemente de los que les puedan corresponder por las normas electorales en sus circuitos. Esto representa a todas luces, una enorme incongruencia no equitativa y contradictoria con la elección por índice poblacional en cada dependencia geográfica según es en cada caso. 

Para explicarlo con un ejemplo sencillo partamos del supuesto no real de que por cada doscientos mil habitantes se elige un diputado, más los tres que le corresponden a cada uno por Ley. 

En un estado de cien mil habitantes se elegirían cuatro (4) diputados [1+3]. En otro de doscientos mil habitantes se elegirían cuatro diputados [1+3]. 

En otro de cuatrocientos mil se elegirían cinco diputados [2+3], y en otro de un millón, se elegirían ocho diputados [5+3]. 

En el estado de cien mil habitantes, un diputado valdría 25.000 habitantes

En el estado de doscientos mil, un diputado valdría 50.000 habitantes

En el Estado de cuatrocientos mil, un diputado valdría 80.000 habitantes 

Y en el del millón, un diputado valdría 125.000 habitantes.

Pero tengamos muy presente, que para estos cálculos, estamos hablando de habitantes, más no de electores, que a fin de cuentas son en realidad los que supuestamente eligen los diputados. Con esta afirmación, lo que queremos decir y destacar, es que el índice poblacional y el número de electores en circuitos, no son en ningún caso proporcionales entre sí, y en muchos casos la desproporción para elegir los diputados en cada circuito, es absurda e injusta, porque no se corresponde con el valor igualitario que deberían tener los electores entre sí, al momento de elegir diputados. Es totalmente discriminatoria, porque el voto de cada elector ante el diputado que elige, tiene un valor cuantitativo diferente en cada circuito. 

Al momento de determinar el valor del voto del elector de un circuito, no existe un solo circuito, de los ochenta y siete (87) que eligen diputados, que sea igualitario uno con otro. Bien sea de la misma entidad o de estados diferentes.

¿Al fin y al cabo, si todos van a ir al mismo sitio, cómo es que el diputado electo en un circuito, debe sacar más o menos votos para ser electo, sobre otros en diferentes circuitos?

Fíjense bien que no estamos hablando de los votos que obtiene u obtuvo un diputado para salir electo, sino de la cantidad de electores necesarios para elegirlo en circuitos diferentes. De cómo entre circuitos, el valor numérico de elección de un diputado, descalifica cuantitativamente a los diputados entre sí.

Ahora bien, esto es solo una vieja práctica concertada de manera irregular entre régimen y colaboradores, para satisfacer privilegios minoritarios. 

De tal manera que el REP, denunciado reiterativamente cómo fraudulento, por estar plagado de vicios en la identidad no depurada entre votantes inscritos, y los que legalmente pueden acudir a votar, habría que añadir las migraciones oportunistas que se han hecho con el objeto de equilibrar circuitos a conveniencia. 

El resultado electoral concertado del 6D, será fraudulento y favorecerá al Oficialismo con una mayoría relativa.

A pesar de ello, la MUD aun siendo minoría, anunciará su satisfacción por los resultados, y llamará a festejar el triunfo de la democracia, sin libertades, sin Instituciones, militarizada, groseramente corrupta, y gobernada en cohabito con el Narco Estado. Dirán que hay que festejar el gran número de diputados electos, mientras el pueblo se “come un cable”, haciendo colas de miseria, sin productos y sin medicinas. 

El acuerdo del colaboracionismo con el Régimen, después del 6D es: llamar a la Unidad para las próximas elecciones y/o el revocatorio, porque en esa oportunidad si es verdad que “no podemos perder”.