Sebin confirma órdenes de captura contra nueve directivos de la Faja Petrolífera
Por Marcos David Valverde
Las detenciones podrían ser el primer paso para que Nicolás Maduro haga realidad algo que es necesario para su gobierno: sanear a la empresa estatal de la corrupción que empaña sus números y la ha llevado a deudas multimillonarias, especialmente con China. Nueve gerentes y una alcaldesa están entre los investigados por órdenes de él, publica
La información empezó a correr el sábado y viajó a la velocidad de las cadenas de WhatsApp. Pero fue este lunes cuando fuentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) confirmaron las órdenes de arresto contra altos gerentes de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Pedro León, presidente de la Corporación Venezolana del Petróleo y director de la faja, encabeza la lista de apresados. Lorenzo Aguilera, director adjunto, y Edner Meléndez, gerente general de la División Ayacucho, son los demás detenidos. La acusación general: corrupción.
Fuentes del Sebin confirmaron también el arresto de la alcaldesa del municipio Monagas, del estado Anzoátegui, Cruz Ojeda. Las primeras versiones detallaron que la detención había sido en Puerto Ordaz, pero la misma fuente confirmó que fue en Anzoátegui y que la medida estuvo a cargo de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Solo las órdenes de captura. Es lo único ventilado de una trama en la que descuellan, además de la Corporación Venezolana del Petróleo, Pdvsa San Tomé y Petropiar.
¿Por necesidad o por sinceridad?
La detención de los funcionarios relacionados con la Faja petrolífera del Orinoco se convierte, así, en la primera acción concreta del Gobierno luego de la promesa del presidente Nicolás Maduro en su última visita a Ciudad Guayana: sanear a Pdvsa de la corrupción.
“Debemos sanear de corrupción los ámbitos que se han podrido en distintos niveles de nuestra amada industria. Hay que sanear a la industria petrolera, combatir la corrupción con fuerza”, afirmó Maduro en Sidor, luego de anunciar la restructuración de la junta directiva de la empresa.
No es difícil deducir que Nicolás Maduro tiene ciertas premuras: sacar corruptos, producir y proyectar una mejor imagen. Esto podría ser el comienzo. Sin embargo, otras experiencias han resultado fallidas.
Justificó los cambios (aunque mantuvo en la presidencia a Eulogio Del Pino) señalando que, además, es necesario un proceso de recuperación profunda.
Sin embargo, Maduro ha sido oídos sordos ante algunas denuncias precisas, como las que han planteado diputados opositores en la Asamblea Nacional.
Por ejemplo, en noviembre, el parlamento citó a Rafael Ramírez, expresidente de la petrolera estatal, para que diera cuenta sobre varias irregularidades durante su gestión. No acudió. El llamado tenía una cifra clara: la desaparición de 11 mil millones de dólares. Los diputados siguen esperándolo.
(El problema) ahora es de todos
En su último informe anual, Transparencia Venezuela sustenta la investigación (en la que se determinó que Venezuela es el décimo país más corrupto del mundo) con varios casos. Uno de ellos es el de Pdvsa.
Además de la merma de producción y de ganancias (estas últimas de menos 79,23 por ciento) y de la brecha de datos entre la empresa y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), hay un detalle: el caso de Roberto Rincón, el empresario venezolano que “se declaró culpable por los cargos sobornos y corrupción en la asignación de contratos petroleros por parte de Pdvsa”. Es solo un ejemplo de lo que ocurre internamente. Uno entre decenas. Entre cientos, quizás.
Lo otro es el saldo de la deuda: 43 mil 751 millones de dólares. Hay, en todo, un énfasis: China, país al que se le deben 65 mil millones de Venezuela. Al respecto, especialistas de ese país han señalado que “Venezuela no tiene la capacidad de pago, así que ofrecen distintos planes para la reestructuración”, pero son enfáticos en señalar que China no va a condonar la deuda del país. En palabras simples: o paga o paga. No hay para dónde agarrar.
Con ello, entonces, no es difícil deducir que Nicolás Maduro tiene ciertas premuras: sacar corruptos, producir y proyectar una mejor imagen. Esto podría ser el comienzo. Sin embargo, otras experiencias han resultado fallidas. Como ocurrió, en 2013, con el tráfico de mineral de hierro en Ferrominera del Orinoco: las detenciones comenzaron y las investigaciones proliferaron… solo unos meses. El cohete que ascendía, de pronto, se apagó y cayó a tierra. ¿Será distinto ahora?
Etiquetas: corrupción pdvsa, Ferrominera, Pedro "Topocho" León, Rafael Ramirez y el Ocean Bank, Roberto Rincón
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