Cabilderos buscan encubrir la verdad sobre Venezuela
Fuente. EJUTV
Luis Fleischman |
La presión diplomática y económica debe continuar hasta que Venezuela recupere su democracia y la región su seguridad
Más de cincuenta días después de que se desatara este nuevo ciclo de desobediencia civil en Venezuela, más de 50 personas murieron a manos del gobierno venezolano.
La gente ha perdido el miedo y el gobierno está recurriendo a medidas más represivas. La idea es hacer todo lo posible para mantenerse en el poder independientemente de las bajas humanas. Así, el gobierno venezolano está lanzando el llamado “Plan Zamora”, un plan poco claro que no ha sido publicado en forma escrita.
Esto despierta la sospecha de que este plan sea aún más peligroso. Hasta ahora el “Plan Zamora” se ha aplicado en tres estados venezolanos, Táchira, Carabobo y ahora Bariñas (lugar de nacimiento de Chávez).
El plan consiste en una coalición militar-cívica que incluye guardias nacionales, militares, milicias y grupos paramilitares. El propósito es “prevenir un golpe de estado” y “restaurar el orden” ante las protestas. Esto podría significar que la represión, el asesinato de los manifestantes y la eliminación del estilo SA de los opositores se incrementen.
De hecho, en los últimos días, cinco manifestantes fueron alevosamente asesinados bajo estas nuevas medidas. “Zamora” está destinado a intimidar a los manifestantes hasta el punto de disuadirlos de unirse a los actos de protesta y someterlos al pánico y la pasividad.
Maduro también ha propuesto una reforma constitucional encaminada a eliminar la Asamblea Nacional, actualmente dominada por la oposición. Una nueva constitución sería redactada por una nueva asamblea constituyente elegida por los ayuntamientos locales y por grupos comunitarios, escogidos cuidadosamente como marionetas del régimen de Nicolás Maduro. El movimiento aseguraría la retención del poder en manos de Maduro.
Los Estados Unidos han aumentado una vez más sus sanciones contra el presidente de la Suprema Justicia de Venezuela y otros siete miembros de la Corte Suprema. Tal medida fue tomada en reacción a la decisión del tribunal supremo el mes pasado donde se despojó a la Asamblea Nacional de su poder legislativo. Estas nuevas sanciones congelarán sus activos dentro de la jurisdicción de los Estados Unidos y ningún ciudadano norteamericano podrá hacer negocios con ellos.
Este es un paso importante ya que puede llegar a disuadir a los oficiales de gobierno de obedecer órdenes ilegales e inconstitucionales. Sin embargo, estas medidas son insuficientes dada la magnitud de los crímenes del régimen. Todos los militares, oficiales de seguridad y funcionarios gubernamentales que cooperen con el gobierno deberían ser sancionados. Lo mismo debería hacerse con cada individuo involucrado en el negocio de la droga, que es hoy un gran negocio asociado al gobierno venezolano. El propósito de estas medidas debe ser fomentar la deserción del gobierno hasta que Maduro no tenga más remedio que renunciar.
Además, la Administración Trump no debe comprometer sus principios ante presión de cabilderos. La mayoría de este tipo de lobby se realiza a través de CITGO, la compañía estadounidense asociada al gigante venezolano PDVSA. Hasta ahora, CITGO ha logrado éxitos increíbles, lo que es aterrador ya que revelan como agentes extranjeros son capaces de corromper Washington. La ex senadora Mary Landrieu (D-LA) evitó que el Senado aprobara leyes de sanciones contra funcionarios del gobierno venezolano en 2014. El ex congresista Joseph Kennedy (D-MA) estuvo a cargo de Citizens Energy, una organización sin fines de lucro que distribuía combustible para calefacción producida por CITGO en los barrios pobres de EE.UU. El objetivo de esto era lograr apoyo tanto en la opinión pública como en sectores políticos.
Lo mismo sucede con los intereses comerciales de ciertos sectores que por una cuestión de interés se han opuesto a usar el petróleo como objeto de sanción contra el gobierno Venezolano.
Las promesas de la campaña del Presidente Donald Trump incluyeron la restricción de tales cabilderos y esperamos que el presidente cumpla sus promesas.
Venezuela también tiene sus propios cómplices conscientes o inconscientes en su campaña de desinformación en los Estados Unidos, Esta semana el líder comunitario y ex candidato presidencial el Reverendo Jesse Jackson advirtió a la Administración Trump que no tome medidas para “deshacerse de un régimen que le desagrada”, como si Venezuela no fuera un violador enorme de los derechos humanos o el principal patrocinador del crimen transnacional en la zona. Jackson elogió al régimen fundado por Hugo Chávez como uno que logró la reducción de la pobreza y la mejora en los servicios de salud, como si los venezolanos no padecieran hambre ahora peor que nunca o como si su seguridad personal no estuviera comprometida por una violencia patrocinada por el gobierno mismo.
Más aun, Jackson critica a la vieja élite que gobernó Venezuela antes de Chávez y olvida la nueva clase de multimillonarios que el régimen de Chávez creó al permitirles beneficiarse de dudosos negocios, conexiones gubernamentales y corrupción. Esto incluye al propio vicepresidente venezolano, que en sus tempranos cuarenta años ha acumulado una fortuna de 3 mil millones de dólares en un régimen supuestamente socialista e igualitario.
Jackson acusa a Estados Unidos de movilizar a la Organización de Estados Americanos (OEA) contra Maduro, cuando en realidad la persona que tomó la iniciativa es el Secretario de la OEA, un ex Ministro de Relaciones Exteriores bajo un presidente uruguayo con fuertes credenciales de izquierda. Jackson olvida que los miembros de la OEA están horrorizados por las violaciones de Venezuela contra la Carta Democrática de la organización y los derechos humanos que son un piar importante de ésta. Además, países de la región como Brasil y Colombia han expresado preocupación porque los carteles de la droga son recipientes de armas rusas provistas directamente por Caracas, incluyendo MANPADS, un misil tierra-aire lanzados desde el hombro humano. El gobierno sueco también confirmó que tales misiles fueron hallados en un campo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Por último, pero no menos importante, Jackson llamó a seguir la iniciativa de San Vicente y las Granadinas, un país caribeño que ha acusado a la OEA de ser una “arma de destrucción” contra Venezuela y rechazo la intervención foránea en los asuntos internos de Venezuela. Pero Jackson no menciona que San Vicente y otros países del Caribe se han beneficiado de la generosidad petrolera venezolana a cambio de lealtad política. Además, como escribí hace unos años, varios países del Caribe que forman parte de la Alianza Bolivariana Política de Venezuela (ALBA) han emitido pasaportes a los iraníes, presumiblemente a pedido de Venezuela.
San Vicente y las Granadinas misma produjo documentos de viaje de reglas poco fiables. Cualquiera puede obtener un nuevo pasaporte de St. Vincente y cambiar fácilmente el nombre del titular. Es razonable suponer que los iraníes podrían haber aprovechado esta vulnerabilidad de este poco riguroso país, aliado del Chavismo. Asimismo, San Vicente forjó una alianza con Irán, que envió a la isla US $ 7 millones para proyectos sociales, la Administración Trump, así como los medios de comunicación y el público deben ser conscientes de estos hechos y luchar políticamente contra los obstáculos que impiden cumplir con la obligación de proteger nuestra seguridad nacional y la seguridad de la región.
La presión diplomática y económica debe continuar hasta que Venezuela recupere su democracia y la región su seguridad.
Etiquetas: Citgo, corrupción pdvsa, Derechos Humanos, Donald Trump, fuerza militar alba, Genocidas, OEA
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