Juicio A Empresa En Nueva York Revela Red de venezolanos Cadivistas y de Legitimadores de Capitales
Materiales Manzanillo Lavado de Dinero
A través del Consorcio KCT Cumaná Internacional III fue
posible lavar dineros provenientes de contratos habidos fraudulentamente y a
través de sobornos a funcionarios y exfuncionarios de empresas públicas
venezolanas, tales como Pdvsa, Cadafe y Corpoelec.
Por: Maibort Petit
Fuente: Venezuela al Día
El tema del esquema de corrupción que protagonizaron las
contratistas que participaron en la compra con sobreprecio de generadores para
atender la Emergencia Eléctrica dictada por el decreto N° 7.223 del fallecido
presidente, Hugo Chávez, con fecha 8 de febrero de 2010 no formó parte de las
discusiones que se dieron en la Corte del Distrito Sur de Nueva York durante el
juicio del caso que se le sigue a dos empresarios cubano-americanos acusados de
lavar más de 100 millones de dólares a funcionarios y exfuncionarios del
régimen venezolano. No obstante, las informaciones que la fiscalía exhibió ante
el jurado que decidirá la suerte de Luis Díaz Jr. y Luis Javier Díaz, y la de
su empresa Miami Equipment & Export, dejaron al descubierto la estructura
usada por el Consorcio KCT Cumaná Internacional III para triangular los dineros
públicos y convertirlos en fortunas salvadas en paraísos fiscales, no solamente
para los dueños de esas empresas, sino para los que sirvieron de contactos en
Pdvsa, Cadafe y Corpoelec para la asignación de contratos.
Las denuncias en Venezuela
KCT, consorcio conformado por Cielemca, Trimeca y KBT,
vendió cinco plantas eléctricas por más de 305 millones de dólares al gobierno
de Venezuela según reveló una investigación hecha por el periodista César
Batiz(1). La contratista del Estado venezolano fue denunciada por haber logrado
contratos millonarios del régimen del fallecido Hugo Chávez a cambio del pago
de sobornos a funcionarios que -para esa época- ocupaban cargos claves en el
gobierno venezolano. Siete años después de aquellas adjudicaciones fraudulentas
salieron a la luz una serie de nombres y empresas que cobraron dinero sin
prestar servicios ni a Pdvsa, Cadafe y CorpoElec, ni a la empresa que sirvió de
máquina para darle apariencia legal a esos fondos provenientes de la
corrupción.
Existe una enorme cantidad de evidencias sobre la corrupción
de la mencionada empresa en manos de los fiscales federales de los Estados
Unidos. Uno documentos dados a conocer en la corte asegura que el 12 de julio
de 2010, KCT compró una turbina (generador) para Refinería Bajo Grande por
$20.609.824,74. Para esa misma fecha, se denunció en Venezuela que KCT vendió a
Bariven una unidad GE LMS 100 en $95,6 millones, cuando el precio referenciado
es de $35,6 millones. De ser la misma pieza, estaríamos hablando que el
sobreprecio estaría en un orden de 74 millones 990 mil 176 bolívares.
Armando el rompecabezas
En el sala 20-B de la Corte del Distrito Sur de Nueva York,
desde donde atiende el juez William H. Pauley III se escucharon los nombres de
funcionarios venezolanos que -según la fiscalía neoyorquina- resultaron
beneficiados de pagos ilegales por el Consorcio KCT.
He aquí algunos de los mencionados en este escándalo de
lavado de dinero:
-Rafael Ramírez Carreño, ex presidente de Pdvsa y actual
embajador de Venezuela en la ONU (NY)
-Fidel Ramírez Carreño, médico nombrado por su hermano
Rafael Ramírez Carreño como director médico de PDVSA. También ocupó el cargo de
director del Hospital Militar de Caracas.
-Nervis Gerardo Villalobos Cárdenas, ex viceministro de
Energía Eléctrica durante el gobierno de Hugo Chávez y quien sirvió a Rafael
Ramírez cuando este era presidente de Pdvsa.
-Enrique Rafael Cid Montes asesor del ex Ministro de Energía
y Minas, Jesse Chacón.
-Mario Vega Pérez (Ingeniero empleado de Cadafe)
-José Luis Léon
-Teddy Peralta (Ingeniero Electricista de Cadafe)
-José V. Rangel Mendoza
-Ali Enrique Matute Tovar (CorpoElec y Cadafe)
Igualmente se mencionaron los nombres de los empresarios
dueños de KCT, y otras empresas que participaron en el esquema de corrupción y
lavado de dinero, a saber:
-Enrique Padrella (KCT)
-Antonio Padrin (KCT)
-Blas Herrera(KCT)
-Antonio Herrera (hermano de Blas Herrera KCT)
-Ariano Martín (KCT)
-Elisbert Becerra Guzmán (Secretaria de Blas Herrera)
-José Miguel García (KCT)
-César Cardozo (Cielemca CA)
-José Garantón (Cielemca CA)
-Rodolfo Somani (EMA CA)
-Ramiro Donato
-Luis I. Franca Monsalve
-Gustavo Hernández
-Eduardo Marcano
-Ricardo Díaz
-Eduardo Navarro Pan
-Luis Guevara
-Jose Cañizalez
-Remigio Otero
Las empresas mencionadas como beneficiarias del dinero son
las siguientes:
KCT
KBT CA (Valencia)
Kingsway LDA (Nervis Gerardo Villalobos Cárdenas)
Adimar International Limited (Blas Herrera, Antonio Padrin,
Enrique Pradella, Mario Herrera)
Levack Limited LTD Islas Vírgenes (Mismos dueños de KCT y
Adimar)
Posner International INC (Panamá) (Enrique Pradella y José
Miguel García)
Quinfra Investment LLC y Constructora Quinfra (Luis I.
Franca Monsalve, Ingrid Susana Prato)
Sumus INC
Gargel International Corp (Panamá)
Eurogan SA ( Panamá)
ACM Equipment LLC
IRC Spa (Bologna Italia)
Consultotal (Islas Vírgenes)
PAMNET SA
Estas otras empresas habrían participado en el esquema de
lavado de dinero con cupos de Cadivi:
Materiales Manzanillo CA (Oliver González Millán Y José
Antonio González)
Alimentación Balanceada ALIBAT CA (David Somoza Mosquera)
Catera Manzanillo CA (Oliver J. González y Carlos Alberto
González)
Petrotubos (Mikele Díaz)
Taller Importaciones
La estrategia de KCT
El Consorcio KCT usó una empresa familiar que vendía equipos
de construcción en Miami y la colocó como puerta de entrada a los Estados
Unidos de los dineros provenientes de contratos fraudulentos del gobierno
venezolano y de Cadivi. La empresa con sede en Doral, Florida —según mostraron
en el juicio los fiscales— reportaba ganancias modestas a las autoridades.
Los defensores de Luis Díaz Jr. y Luis Javier Díaz, Miami
Equipment & Export hicieron un esfuerzo ante el jurado de explicar que la
empresa propiedad de los dos acusados es de tradición familiar con más de 3
décadas de fundada. Explicaron además que Luis Díaz Jr. conoció a Enrique
Pradella y Antonio Padrin (dueños de KCT) desde que este se inició en el
negocio de venta de equipos de construcción.”Más que una relación comercial,
ellos se hicieron muy buenos amigos”, dijo el abogado George Vila ante el juez.
Una evaluación de las finanzas de Miami Equipment &
Export hecha por el gobierno estadounidense reveló que desde el 1° de enero de
2010 hasta junio de 2016, la compañía de los acusados, reportó beneficios por
el orden de 150 millones 400 mil 881,31 dólares, de los cuales -de acuerdo con
la fiscalía neoyorquina- 106 millones 757 mil 106,42 dólares corresponden a
dinero enviado desde Venezuela por KCT.
Durante la primera semana de juicio los jurados, 12 mujeres
y 3 hombres, vieron la presentación incansable de cuentos de pruebas que
evidenciaban dislates en las finanzas de la empresa,las cuales llamaron la
atención de los investigadores de los órganos controladores del estado
norteamericano.
Dos testigos llamados por el gobierno al estrado confirmaron
las irregulares conseguidas en unas 46 cajas de documentos físicos, y cientos
de GB de evidencias electrónicas que usó el gobierno estadounidense para tratar
de demostrar -más allá de la duda razonable- que los dos acusados incurrieron
en una serie de violaciones a leyes federales relacionadas con la prevención
del lavado de dinero y del manejo de un banco sin licencia.
Durante la jornada se enseñaron al jurado decenas de
facturas, correos electrónicos y estados financieros que buscaban demostrar que
existía un esquema -que funcionó por más de 6 años -que permitía que KCT (y
otras empresas venezolanas) usaran a Miami Equipment & Export (ME&E)
como banco. Es decir, “los clientes” de la empresa norteamericana, enviaban
desde Venezuela millones de dólares y soportaban dichos envíos con facturas
falsas de servicios profesionales y asesorías de ingeniería que nunca se habían
hecho. Las facturas falsas eran realizadas en Caracas a nombre de ME&E, pero
en las finanzas de la empresa estadounidense y en los papeles de impuesto del
Servicio de Rentas Internas (IRS), así como en las guías de exportación, no
aparecía reflejado que ME&E tuviese relación con los supuestos
“consultores” a quienes depositaba millones de dólares en sus cuentas bancarias
ubicadas -en su gran mayoría- en paraísos fiscales.
Dentro de las facturas que llamaron la atención estaban unas
usadas para pagar supuestos servicios prestados a la empresa de los Díaz por
Adinar Internacional Limited, cuyos dueños Blas Herrera, Enrique Pradella,
Antonio Padrin, Mario Herrera, resultaron ser los mismos propietarios del
Consorcio KCT. Es decir, KCT enviaba el dinero desde Venezuela a ME&E y
esta empresa norteamericana se los depositaba en cuentas de bancos
estadounidenses a los mismos sujetos, pero en nombre de una compañía diferente
(Adinar). A lo largo de la evaluación hecha por los expertos de la Red de
Aplicación de Delitos Financieros FinCEN, ME&E transfirió desde sus cuenta
bancarias a las de Adinar, 37 millones 621 mil 50 dólares.
Nervis G. Villalobos Cárdenas recibió millones por asesorías
que nunca hizo
Pero Adinar no era la única empresa que se beneficiaba del
esquema de corrupción. Los expertos del FinCEn mostraron un balance que
señalaba que el exviceministro de Energía Eléctrica del gobierno de Hugo
Chávez, Nervis Gerardo Villalobos Cárdenas, recibió de la empresa de los
acusados 17 millones 885 mil 25,30 dólares a través de la empresa Kingsway LDA.
Los fiscales mostraron al jurado una serie de falsas facturas firmadas por
Villalobos Cárdenas donde se reflejaba que había hecho asesorías en varios
proyectos de ingeniería, entre ellos destacaba uno en la planta termoeléctrica
Bajo Grande, ubicada en el municipio Cañada de Urdaneta, en el estado Zulia. La
fiscalía destacó que no había ninguna evidencia que ME&E hubiese
participado en ese proyecto en Venezuela.
Los fiscales también mostraron un acuerdo de consultoría que
supuestamente habría firmado Nervis Villalobos, a través de la empresa Kingsway
LDA, con uno de esos acusados, dueño de ME&E, Luis Díaz Jr. El acuerdo no
era conocido por la contadora de la empresa, Annate Díaz Rojas, hija del
demandado y quien es la encargada de las finanzas de la empresa desde hace 15
años. La mujer -que fue obligada a testificar contra su padre y su hermano por
un mandato judicial emitido por el gobierno de los Estados Unidos- dijo que no
tenía conocimiento de que ME&E tuviese consultores externos, asesores en el
extranjero o que actuara por mandato de otras empresas. Aseguró que ME&E no
tenía líneas de negocio internacionales, ni representación de empresa externas
y que sólo se dedicaban a vender y exportar equipos de construcción hacia
América Latina desde Miami.
La fiscalía preguntó a Annete Díaz Rojas que si a lo largo
de su trabajo como contadora había conocido a Nervis Villalobos Cárdenas o a
Fidel Ramírez Cárdenas, (quien es el hermano del expresidente de Pdvsa y actual
embajador de Venezuela en la ONU, Rafael Ramírez), y a otra decena de
beneficiarios de los pagos hechos por la empresa de su familia a lo que la
mujer respondió negativamente. “No sé quiénes son esas personas y ME&E no
tiene relación con ellos”.
La fiscalía también preguntó a Díaz Rojas si había preparado
las formas del Servicio Interno de Impuestos IRS #1099 para los asesores o
consultores a quienes ME&E les había desembolsado millones de dólares y la
testigo nuevamente lo negó. Por las leyes norteamericanas, las personas que
prestan asesorías o consultorías a empresas, deben llenar la referida planilla
de impuesto en la cual es preciso explicar en qué recibe el servicio, en este
caso ME&E. Mientras las evidencias mostraban las facturas de servicio, y en
los estados bancarios se observaba los pagos hechos por años, el IRS nunca
recibió las planillas de los beneficiarios ni los reportes del pagador.
KCT Cumaná II Internacional enviaba regularmente correos
electrónicos a los dos acusados donde les informaba los montos que depositaban
en las cuentas de ME&E y, en correo separado, enviaban las instrucciones
con las cuentas de las empresas o individuos que serían beneficiados con el
dinero y, como archivo adjunto, enviaba las facturas falsas de los supuestos
servicios que los receptores del dinero habrían prestado a ME&E. La
fiscalía demostró con testigos y documentos que no existía una relación entre
ME&E y los beneficiarios de los fondos.
La defensa busca confundir a los testigos, la fiscalía
aclara
A lo largo de la audiencia, la defensa intentó imponer la
tesis de que los dos acusados eran los representantes de KCT, que sí tenían
relación con las personas y empresas venezolanas y que en las evidencias
seleccionadas por la fiscalía se habían excluido unas órdenes de compra hechas
por ME&E a la transnacional Siemens.
La defensa también presentó ante el juez un reporte hecho
por el banco donde los acusados tienen sus cuentas bancarias, en los cuales se
hace una revisión de los cuentahabientes, de la empresa y de los clientes de la
empresa. La defensa argumentó que el banco debió haber hecho el reporte al
FinCEN “si hubiese observado que algo andaba mal, pero no lo hizo”, dijo el
abogado Vila en tono provocador.
También se discutió sobre el uso de los correos electrónicos
corporativos. Según los defensores, el presidente de ME&E, Luis Díaz Jr.,
no sabe manejar computadoras, por lo que son sus hijos los que se encargan de
revisar y contestar los correos. Mostraron al jurado decenas de correos donde
la secretaria del presidente de KCT Blas Herrera, Elisbert Becerra Guzmán
(quien también recibió dinero en su cuenta en el extranjero) donde informaba a
Luis Díaz Jr. sobre el dinero que depositaban en la cuenta de ME&E, y otros
donde daba las instrucciones para hacer los depósitos en las cuentas de los
beneficiarios y donde enviaban las facturas falsas a nombre de ME&E por
servicios que, según el gobierno, nunca se prestaron.
De acuerdo a lo afirmado por la hija de Luis Díaz Jr.,
Annette Díaz Rojas, su padre no revisa el correo. Comentó que existe una cuenta
ljd@miamiequipment.com que la revisan todos los trabajadores de la empresa, que
son la misma familia, para cumplir con las instrucciones.
José Quiñón, abogado de Luis Javier Díaz, le aclaró al
jurado que los bancos siempre conocen a sus clientes antes de aceptar las
cuentas. El agente del FinCEN, Mathew De La Rosa, dijo que el banco hizo una
averiguación sobre la empresa y los dueños, y por una orden del gobierno
norteamericano, entregó todos los récords.
Quiñón tomó más de una hora para rebatir a la fiscalía la
participación de su cliente en el esquema de lavado de dinero, que el fiscal
auxiliar había dibujado en una pizarra con unas pequeñas láminas que incluían
los nombres de las empresas y los beneficiarios del dinero lavado.
El defensor revisó cada empresa, repitiendo las facturas y
los correos electrónicos y preguntándole a De La Rosa si allí estaba el nombre
“Javier”, a lo que el testigo respondió por más de 30 veces que no. Concluida
la tarea de Quiñón, la fiscalía entró en escena mostrando al jurado los
documentos del banco donde se reflejaba que Luis Javier Díaz era el
vicepresidente de la empresa ME&E y firmante de la cuenta, por tanto,
responsable del esquema de lavado. También se dedicó a mostrar una serie de
correos electrónicos donde aparecía el nombre de “Javier” en varias
oportunidades.
Dentro del marco de la audiencia, también se discutió el
tema relacionado con las empresas venezolanas Alimentación Balanceada, Cartera
Manzanillo y Taller Importaciones. Estas empresas funcionaron de otra manera,
según la fiscalía. Las corporaciones conseguían cupos de Cadivi, colocaban a
ME&E como empresa receptora en el exterior, Cadivi depositaba el dinero en
la cuenta de la empresa de los acusados, y luego, ME&E lo reembolsaba con
una nota que decía: “Reembolso Cadivi”.
La Defensa explicó al jurado que hacer negocios en Venezuela
no era lo mismo que hacerlos en los EE. UU., y que por los controles y riesgos
que corrían las empresas para comprar dólares, se justificaba que los
empresarios buscaran socios en el extranjero para conseguir dólares a precio
preferencial con el gobierno de Venezuela.
Un testigo experto en controles de cambio
La fiscalía presentó como testigo al profesor Daniel
Lansberg-Rodríguez, un experto en controles cambiarios y en el sistema Cadivi.
Su presencia en la sala fue interrumpida en múltiples oportunidades por la
defensa, que evitaba que el testigo explicara al jurado cómo funciona el
sistema de control y cómo Cadivi se convirtió en una máquina de corrupción para
aquellos empresarios, familiares y allegados que tenían contactos dentro de ese
ente gubernamental.
Fue tan exitosa la estrategia de la defensa, que lograron
que el juez Pauley III prohibiera a Lansberg-Rodríguez identificar ante el
jurado, a los funcionarios y exfuncionarios del régimen venezolano que lavaron
cientos de millones de dólares a través de las cuentas de la empresa de los dos
acusados. Cuando Lansberg-Rodríguez empezó a responder las preguntas de los
fiscales, que le pidieron que explicara quién era Nervis Gerardo Villalobos
Cárdenas, el testigo dijo: “Fue viceministro de Energía y Minas durante el
gobierno de Hugo Chávez y cuando Rafael Ramírez era el presidente de Petróleos
de Venezuela y…”, el abogado Quiñón objetó y pidió al juez detener la
testificación, lo que logró luego de que el magistrado pidiera a las dos partes
no tocar el tema de los funcionarios que recibieron el dinero de las cuentas.
Entre otros testigos que aparecieron en escena hubo una
mujer llamada Ana Losada, que vendió a la empresa de Blas Herrera unas oficinas
ubicadas en Caracas por $300 mil dólares. Losada dijo que cobró en partes a
través de la cuenta bancaria de su hijo que vive en Nueva Jersey.
Cuando la fiscalía le preguntó a Losada sí ella había hecho
asesorías profesionales a ME&E aseguró que no conocía esa empresa.
Seguidamente la fiscalía pidió a los dos acusados que se levantarán y le
preguntó a la mujer si conocía a los dos hombres a lo que respondió
negativamente y luego, cuando le mostraron una factura que decía que ella le
había prestado consultoría a la mencionada empresa la testigo dijo que no había
hecho esa factura a pesar que su nombre estaba impreso en ella, con la
dirección de su hijo y que jamás había tenido relación con los acusados ni con
su empresa.
El veredicto se conocerá esta semana
El juicio seguirá su curso el lunes 13 de noviembre de 2017
y es muy probable que las deliberaciones del jurado se inicien el martes 14, de
tal manera que esta misma semana se conocerá su los acusados son culpables o
inocentes de los cargos por los cuales fueron juzgados.
Vale destacar que el jueves 9 de noviembre no hubo
presentación de evidencias al jurado. Ese día el juez Pauley se reunió en
privado con las dos partes para dirimir las diferencias que existían entre la
fiscalía y los dos equipos de abogados de la defensa.
El Juez Pauley pidió el miércoles a la defensa que se
organizara mejor en sus presentaciones porque daban mala impresión al jurado
cuando interrogaban a los testigos de la fiscalía y no conseguían los
documentos ni las evidencias para mostrarlas en sus carpetas de pruebas.
La fiscalía terminó el miércoles en la tarde con la
presentación de sus testigos, lo que sorprendió a los abogados defensores que
señalaron que habían previsto llamar a una persona para testificar en la
segunda semana del juicio y que no tenían tiempo para traerla el día jueves.
Seguiremos informando….
Etiquetas: Cadivismo, corrupción pdvsa, lavado de dinero, Materiales Manzanillo, Rafael Ramirez, Soborno
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