El Paramilitarismo

martes, enero 16, 2007

Por: Robin Rodríguez

Hace 25 años tome la decisión de enfrentar a las cúpulas de AD y COPEI por considerar que no representaban los intereses del pueblo venezolano; lo hice en un momento en que contaban con el 93% del respaldo de los ciudadanos de este país (otros lo habían hecho antes que yo) y la totalidad de la FAN respondía ciegamente a los dictámenes de las cúpulas económicas y políticas. Recurrimos a la lucha armada y por años fuimos vinculándonos al movimiento estudiantil, vecinal, sindical y gremios de profesionales para desalojarlos del poder. Pero jamás definimos a la población afecta al bipartidismo como enemiga, todo lo contrario; sosteníamos que la lucha y nuestro papel esclarecedor de las masas, permitiría un reacomodo social, ya que tarde o temprano las masas entenderían que no bastaba las migajas a través de algún programa social y que la revolución seria la única vía para garantizar el bienestar real de todos.

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La lucha iba más allá de desalojar a las cúpulas del bipartidismo del gobierno, ya que desde la óptica Marxista-Leninista, los partidos políticos son una expresión de la lucha de clases (partidos a favor de la burguesía y los representantes de los intereses del proletariado y del resto de los sectores explotados), pero ellos no son una clase social como tal. Otros partidos independientemente de sus nombres, pueden llegar a controlar el gobierno sin necesidad de alterar la relación de desigualdad existente, que en el caso de Venezuela está relacionada con las transnacionales y el sector financiero internacional, dado a la alta dependencia de nuestra economía.

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El neoliberal gobierno de Rafael Caldera junto al chiripero es una clara demostración que otros factores pueden llegar al gobierno sin alterar los intereses de los mas poderosos, eso explica como el sector bancario y las empresas transnacionales que se beneficiaron con las políticas de Carlos Andrés Pérez y Caldera, siguen gobernando con Hugo Chávez, tal como lo demuestra el endeudamiento injustificado del país con el Banco Mundial, mientras malbarata recursos en su carrera de convertirse en una referencia política a escala mundial; la quiebra de empresas y productores del campo para seguir aumentando la importación de productos y servicios; la entrega de las riquezas petroleras y gasiféras a transnacionales a través de las empresas Mixtas, siendo que la Ley de Hidrocarburos promulgada por la Ley Habilitante otorgada a Chávez el 13 de noviembre de 2000, creó las condiciones jurídicas para que 17 de las empresas mas poderosas del mundo en explotación petrolera; hoy sean dueñas del 49% de la riqueza petrolera existente en el subsuelo venezolano; y un sin fin de políticas neoliberales que siempre trata de ocultar con escándalos políticos y que algunos estupidos de la oposición le hacen el juego.

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Otro aspecto grave de estos falsos socialistas, es la condición de enemigos que hacen de la población no afecta al gobierno, mientras que la verdadera oligarquía (las transnacionales y la banca internacional) ven aumentar sus ganancias junto a los nuevos ricos surgidos del propio gobierno. Hablan de invasión norteamericana para generar cortinas de humo, siendo que sus políticas nos hacen mas dependientes a las grandes cooperaciones (principalmente norteamericanas); a la vez que estimulan el paramilitarismo, ya que basta con declarase chavista, para tener accesos a entrenamientos y hasta armamentos, no importándoles que luego sean utilizadas contra el pueblo en algunos de los hechos delictivos que sacuden al país.

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Esta situación, unida al militarismo cada vez mas marcado de Chávez, presenta un cuadro altamente peligrosos, ya que ha demostrado que es capaz de recurrir a lo que sea (hasta llevarnos a una confrontación violenta) en aras de ocultar ante los ojos de sus seguidores su ineficacia y falso discurso. Por esta razón los verdaderos revolucionarios nos estamos organizando para convertirnos en una alternativa de poder, en función de realizar una verdadera revolución.

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