Las andanzas del clan de El Troudi
domingo, abril 30, 2017
Por: Lorena Meléndez
Fuente: Runrunes
Mientras fue titular de Transporte y Obras Públicas, el hoy diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV desplegó a su equipo de confianza en los principales cargos de los institutos autónomos que dependían de su cartera. Detrás de las obras de estas instituciones se esconde la sombra de la duda y la corrupción
Cada vez que llueve, los caraqueños evitan transitar por la autopista Valle-Coche por temor a una inundación. La Línea 5 del Metro de Caracas solo tiene una estación a pesar de que las obras se iniciaron hace más de 10 años. En Carabobo, Miranda, Sucre y Vargas hay cementerios de autobuses Yutong, los vehículos chinos que importó el gobierno para repotenciar la flota urbana. En cada uno de estos casos, el nombre de Haiman El Troudi, considerado uno de los ex ministros más eficientes del chavismo, salió a relucir. En cada una de las instituciones encargadas de estas obras, estuvo su gente de confianza, figuras clave que no detentaron uno, sino varios cargos que fueron designados por él mismo y publicados en la Gaceta Oficial venezolana.
En ese exclusivo grupo contó con José Luis Bernardo Hurtado y Luis Alfredo Sauce Navarro, quienes tomaron el mando del Ministerio después de que El Troudi se marchó para participar en las Parlamentarias de 2015. A ellos se sumó Bernardo Augusto Lopes Cariaga, quien hasta el año pasado estuvo a cargo de la empresa ministerial que ejecuta la mayor parte de las construcciones viales en el país: Vialidad y Construcciones Sucre (Vycsucre). Los tres estuvieron durante dos años en los viceministerios de que dependen de Transporte, y dirigieron – desde la presidencia o la junta directiva – los organismos clave del sector.
La llegada
A través de la resolución 127, publicada en la Gaceta Oficial número 40.175, del 27 de mayo de 2013, El Troudi se convirtió en el ministro del Poder Popular para el Transporte Terrestre por orden del presidente –recién electo– Nicolás Maduro. Era la recompensa a una carrera ascendente que se había granjeado a través de una sólida y cercana relación de trabajo con el ya fallecido Hugo Chávez, quien le encomendó la secretaría del Comando Nacional Maisanta, de cara al referendo revocatorio de 2004; lo tuvo como director de su despacho por un año y luego lo designó como ministro de Planificación y Desarrollo durante entre 2008 y 2009, cuando sustituyó momentáneamente a Jorge Giordani.
Aquel vínculo con Chávez –tan barinés como él– comenzó en 2002, cuando El Troudi laboraba como asesor de varios ministerios y el primer mandatario lo llamó para reunirse con los “cuadros jóvenes” de su partido. Su estadía en el Palacio Presidencial se prolongó por 4 años, mucho más allá de la dirección del despacho presidencial, ya que allí también fue director de Relaciones Nacionales.
“No es lo mismo trabajar para Chávez que trabajar con Chávez. Y estuve en su anillo más cercano. Dormía en Miraflores. Mi habitación quedaba como a unos 60 metros de donde él descansaba. Conocí al Chávez humano, al Chávez líder genuino, de quien aprendí bastante, casi todo (…) Cuando digo que hay que mantener el legado de Chávez, se a lo que me refiero. Cuando digo que no hay que defraudar a Chávez, en carne viva lo experimento, lo padezco y lo siento, y además daré mi vida por ello”, dijo en noviembre de 2015 a la revista dominical del diario Ciudad Caracas: Épale CCS.
Tras el paso por Planificación, se acercó al tema vial cuando pasó a la Presidencia del Metro de Los Teques y, poco después, a la del Metro de Caracas. Con un paso más llegaría a tener el control de la cartera y así lo hizo.
De esta manera, el ingeniero de Sistemas, mención Investigación de Operaciones, egresado de la Universidad de los Andes, arribó al despacho en donde más tiempo ha permanecido y en donde ha tenido más poder. Semanas después de su nombramiento, comenzó a llenar con su personal de confianza los cargos más relevantes.
El delfín
Uno de sus primeras designaciones fue la del nuevo presidente de la Fundación Fondo Nacional de Transporte Urbano (Fontur), publicada el 15 de julio de 2013 en la Gaceta Oficial Nº 40.207. José Luis Bernardo Hurtado tomó esa responsabilidad luego de que se destituyera a Miguel Rojas Uribe, quien fue denunciado por corrupción y malversación de fondos por dirigentes de Voluntad Popular, tras haber constituido una empresa, la Inversora Inmobiliaria Tulipanes de Venezuela C.A., con la que revendía productos de Mercal a Fontur. Bernardo Hurtado llegó así a calmar las aguas del organismo que se encarga de gerenciar los recursos destinados al transporte público venezolano.
Cuando pasó a ocupar este cargo, Bernardo Hurtado ya había sido nombrado viceministro de Servicios de Transporte Terrestre por El Troudi, quien le había encomendado esa labor desde el 17 de junio de 2013. Poco después, se convirtió en uno de los miembros principales del “Sistema Integral de Transporte Superficial, S.A.” (Sitssa). Al año siguiente, se hizo miembro principal, por parte del Ministerio de Transporte, de la Junta Directiva de la Empresa Trolebús Mérida, C.A. (Tromerca), y cargo que también ocupó en el consejo directivo de Fontur a partir de 2015. Cuando El Troudi salió de la cartera, la dejó en sus manos, pero este solamente se mantuvo como titular por tres meses.
Fontur fue mencionada recientemente en la Asamblea Nacional a raíz de una investigación conducida por el diputado por Nueva Esparta, Jony Rahal, quien reveló que entre 2011 y 2015, el gobierno venezolano importó con sobreprecio, a través de esta institución, más de 7.000 autobuses Yutong. El Estado pagó, en promedio, US$179.852 dólares por cada vehículo, cuando en realidad solo debió cancelar US$87.000. Es decir, hubo un exceso de más de US$92.853 por cada unidad. Al respecto, el organismo no ha emitido ninguna declaración. Tampoco respondió la solicitud de información que Runrun.es hizo sobre el tema.
El otro sucesor
Luis Alfredo Sauce Navarro venía de la gerencia general del Metro de Caracas cuando El Troudi lo convirtió, al igual que Bernardo Hurtado, en uno de los miembros principales de la junta directiva del Sitssa, en septiembre de 2013 y, tres meses después, la misma posición dentro del Sistema de Transporte Masivo de Barquisimeto, C.A. (Transbarca). Paralelamente también formó parte, como suplente, del grupo que dirigió el Metro de Maracaibo, y fue director principal del conjunto que llevó las riendas del Metro de Valencia. A través de él, El Troudi logró tener el control de todos los sistemas urbanos de trenes del país, ya que él mismo se mantuvo como presidente del Metro de Caracas durante toda su permanencia en el Ministerio de Transporte.
Pero Sauce Navarro no solo ocupó estas membresías en los organismos mencionados. En 2014, pasó a encabezar el viceministerio de Planificación y Diseño del Min. Transporte y, en mayo de 2015, parte del Consejo Directivo de Fontur. Además, a la salida de El Troudi, pasaría a ser el presidente del Metro de Caracas, el principal representante de la cartera en la recién inaugurada Planta de Autobuses Yutong Venezuela S.A., en diciembre de 2015, como titular del Ministerio, en sustitución de Bernardo Hurtado.
El financista de las terribles soluciones
Es el más joven del trío, pero no por eso el que ostentaba menos poder. Entre todos los cargos que ocupó Bernardo Augusto Lopes Cariaga, de 34 años de edad, hubo dos que fueron capitales: el viceministro de Infraestructura y Vialidad, para el cual fue designado por El Troudi en junio de 2013, y la Presidencia de Sociedad Mercantil “Vialidad y Construcciones Sucre, S.A.” (Vycsucre), compañía de construcción del Ministerio a donde llega la mayor parte de los fondos que se destinarán a las construcciones que ejecuta la cartera. Allí llegó en noviembre del mismo año.
Fue Vycsucre la responsable de llevar a cabo las “soluciones viales” que el ministro El Troudi impulsó en todo el territorio nacional, obras que por cierto recibieron críticas por parte de ingenieros y técnicos especializados en el área. Uno de los más férreos señalamientos los hizo la presidenta del Instituto Metropolitano de Transporte de Caracas (Inmetra Caracas), Eddy Luz Cristiani, quien en diciembre de 2014 declaró que el plan de mejoras con el que el ministro se pavoneaba era efectista en lugar de ser eficiente.
En aquel momento, aseguró que muchos de los trabajos estaban incumplimiento la Norma para Proyectos de Carreteras del Ministerio de Transporte Terrestre vigente, y que ponían en riesgo la integridad física de los usuarios.
“La norma del diseño vial está hecha por expertos venezolanos que se apoyaron en el conocimiento y experiencias de especialistas del mundo, pensando en las condiciones de seguridad para la gente”, expresó y mencionó entre las violaciones el radio de giro, el peralte y las incorporaciones o desincorporaciones que se hicieron a la Autopista Fajardo y la Autopista Valle Coche, respectivamente, por el canal de circulación rápido.
Vycsucre también se encargó de contratar las empresas que levantaron la ampliación de la Valle-Coche, proyecto que jamás tuvo un estudio de impacto ambiental, que edificó columnas de concreto dentro del cauce del río Valle y que produjo varias inundaciones en la zona, incluyendo la de la estación Mercado del Metro de Caracas.
Etiquetas: corrupción, legitimación de capitales, narcotrafico, terrorismo
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