Los nexos de Hezbolá en atentado
Fuente: Critica
En la víspera del aniversario 25 del atentado contra un avión Embraer de la compañía “Alas” que cobró la vida de 21 personas en Panamá, se efectuó ayer en la sede del Parlatino un acto de recordación, donde el movimiento “Conciencia Viva” anunció la construcción de un monumento recordatorio, en el mirador de la Cinta Costera.
Para mayo del año pasado, el entonces mandatario Juan Carlos Varela, dijo que solicitaría reabrir la investigación sobre el atentado tras recibir nuevas pruebas procedentes de Israel que apuntan a Hezbolá. Hasta ahora, el Ministerio Público no ha reabierto las sumarias.
Varela explicó que el 20 de noviembre de 2017 recibió una carta del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en el que este le aseguraba que los servicios de inteligencia de su país tenían nuevas pruebas que avalaban que la explosión de la aeronave “claramente fue un atentado terrorista” perpetrado por el grupo islamista libanés Hezbolá.
El 19 de julio de 1994, el vuelo 901 de Alas estalló en el sector de Aguas Claras, a los pocos minutos de despegar del aeropuerto de Colón. El terrorista suicida fue identificado como Lya Jamal, quien llevaba ocultó dos tipos de explosivos en un radio de comunicaciones portátil “P-5000 B4”, marca Motorola.
Hace meses, el FBI determinó que el nombre real del terrorista era Alí Hawa Jamal. Se sospecha que otras 8 personas pueden haber ayudado a Jamal en su operación.
El nuevo informe, actualizado y publicado en la página web del FBI -Miami Field Office- el 30 de octubre de 2017 establece que Alí Hawa Jamal tenía entre 25 y 28 años, pesaba 160 libras y estatura de 5’9, cejas pobladas, cabello negro y patillas cortas. Se cree que viajó a Líbano, Venezuela, Colombia y Panamá.
Según los informes, un sujeto del Medio Oriente usó el 27 de mayo de 1994 la tarjeta de crédito robada de un ciudadano estadounidense para alquilar un Mazda 4x4 en un Vantage Rent-a-Car, ubicado en la ciudad de Panamá. Al día siguiente, el mismo hombre llamó a la agencia de alquiler de automóviles y declaró que quería alquilar un segundo automóvil, un Jeep Cherokee 4x4, ya que su amigo estaba usando el vehículo inicial que se había alquilado. El individuo cargó ambos coches a la tarjeta de crédito robada. Ambos autos fueron encontrados luego abandonados, cerca del aeropuerto de Tocumen.
El 28 de mayo de 1994, se informó además que posiblemente el mismo hombre del Medio Oriente que utilizaba la misma tarjeta de crédito robada, compró un sistema telefónico de dos líneas de una empresa panameña. Alí Hawa Jamal tenía una radio Motorola P-500.
El FBI desconoce si los hombres en cuestión estaban asociados con Alí Hawa Jamal, pero se cree que los desconocidos viajaron a Colombia, Venezuela, Costa Rica y el Líbano.
De los 21 pasajeros y la tripulación del vuelo de “Alas”, 12 eran judíos, incluidos cuatro israelíes y tres estadounidenses. Ánsar Allah fue uno de los muchos nombres ficticios que Hezbollah usó entonces para reclamar la responsabilidad de sus ataques.
Un informe del Departamento Antinarcóticos de Estados Unidos, filtrado el año pasado, revela que Hezbolá opera en Panamá bajo una estructura clandestina denominada Organización de Seguridad Externa (ESO, por sus siglas en inglés).
A través de ESO, operan empresas y plataformas comerciales "tapadera", con las que Hezbolá desarrolla lavado de activos y maneja ganancias en ilícitos como exportación y venta de autos robados, estafas a bancos y falsificación de tarjetas de crédito, además de reclutamiento de personas para operaciones terroristas.
Etiquetas: DEA, Hezbollah, terrorismo
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