El chavismo, la ruta de acceso de Irán a América Latina
Por: Emily Avendaño
Fuente: El Libero
Desde que Mahmud Ahmadineyad asumió la Presidencia de Irán en 2005 el interés de este país en la región se hizo evidente. Visitó América del Sur cuatro veces en cuatro años, entre 2006 y 2010, pasando siempre por Venezuela. Hugo Chávez le abrió la puerta no solo de la nación que presidía sino que se convirtió en un puente para que los persas también llegaran a Nicaragua, Bolivia y Ecuador. Desde el país petrolero denuncian el impacto que esta relación ha tenido en el desarrollo de actividades criminales como blanqueo de capitales, narcotráfico, minería ilegal, entrenamiento de grupos armados y los vínculos con Hezbolá.
Venezuela fue la puerta de entrada de Irán a América Latina cuando apenas despuntaba el siglo XXI. Los nexos existían por la pertenencia de ambas naciones a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), creada en Viena en el año 1960, y de la que Venezuela e Irán son miembros fundadores. Sin embargo, no fue hasta la llegada al poder de Hugo Chávez en 1998 y de Mahmud Ahmadineyad en 2005 que se gestó un ambiente propicio para una mayor presencia de Irán en América Latina.
Es así como desde mediados de la década de 2000 Ahmadineyad visitó varias veces, no solo Venezuela, sino los países del bloque bolivariano, entre los que se encontraban Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua.
Un estudio de Jean-Jacques Kourliandsky, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (París) y asesor parlamentario en la Asamblea Nacional francesa, publicado en 2013, detalla que Ahmadineyad “se desplazó cuatro veces a América Latina entre 2006 y 2010; dos veces más en 2012 y tres entre enero y mayo de 2013. Visitó Venezuela en cada uno de estos viajes, pero también Bolivia (en dos oportunidades), Brasil, Cuba, Ecuador y Nicaragua. Los presidentes de estos países latinoamericanos devolvieron estas visitas: Chávez estuvo seis veces en Teherán, Evo Morales en dos ocasiones, y Rafael Correa, Lula y Daniel Ortega viajaron en una oportunidad. Después de los jefes de Estado, ministros y diputados intercambiaron visitas cruzadas”.
Si bien ha avanzado la centuria y cambiado el color político de varias de estas naciones, el vínculo con Venezuela, al menos, permanece inalterable e incluso luce fortalecido.
En la página web de la Cancillería venezolana abundan las informaciones sobre las relaciones diplomáticas entre ambos países. El mismo 3 de enero, emitieron un comunicado en el que condenan el ataque de Estados Unidos en el que resultó muerto el Comandante de las Fuerzas Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, mayor general Qasem Soleimani.
Más tarde se hizo público un video en el que el segundo del chavismo Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, visita la embajada de Irán en Caracas para expresar sus condolencias. “Sabemos que ese es el camino cuando enfrentamos al imperialismo, pero también sabemos que no podrán con nosotros. ¡Viva Soleimani! ¡Viva Irán! ¡Vivan los pueblos libres! ¡Nosotros venceremos!”. A Cabello le acompañó Pedro Carreño, otro dirigente chavista, quien tras firmar el libro de condolencias exclama: “Tu muerte será vengada, camarada”. El canciller Jorge Arreaza también acudió a firmar el libro el 8 de enero.
Ambas naciones se defienden mutuamente de las sanciones que les ha impuesto a cada una EE.UU. “Algunos de los Estados miembros del Foro de Países Exportadores de Gas como Rusia, Venezuela e Irán son víctimas de sanciones hostiles de los Estados Unidos y estas sanciones amenazan los intereses de todos los miembros, ponen en peligro los objetivos pacíficos del Foro e impiden una seguridad energética sostenida a nivel internacional”, afirmó el vicepresidente para Asuntos Económicos de la República de Irán, Seyed Mohammed Hossein Adeli, durante su intervención en la V Cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas.
En septiembre, Venezuela rechazó que EE.UU. impusiera nuevas sanciones contra Irán al calificarlas de “terrorismo económico”. Acción que repite cada vez que se ejecuta una de estas medidas.
Nicolás Maduro y su par Hasán Rohaní (ambos en la foto principal) han sostenido múltiples encuentros bilaterales. Este año se reunieron en octubre durante la XVIII Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados (Mnoal). De acuerdo con la información divulgada por el régimen venezolano, los países mantienen acuerdos en materia energética, económica e industrial, sin precisar cuántos. También se decía que buscaban resguardar su soberanía y que compartían la misma “visión en las relaciones internacionales y la consolidación del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar para las reivindicaciones de los pueblos”.
Además, tras las 74° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, sostuvo un encuentro con el canciller de la persa, Mohammad Javad Zarif; y durante la Asamblea, Rohaní condenó las sanciones de EE.UU. a su país y otros como Venezuela, Cuba, China y Rusia.
En noviembre de 2019 Venezuela e Irán firmaron un memorando de entendimiento sobre “Cooperación científica y tecnológica”, y el vicepresidente iraní de Ciencia y Tecnología, Sorena Satari, manifestó la disposición de Irán a enviar equipos médicos, de laboratorio y farmacéuticos a Venezuela. Además, hay actos que promueven la cultura iraní en Caracas y viceversa. En septiembre, por ejemplo, en la Embajada de Venezuela en Irán hubo un “Tribuna Anti-Imperialista con los Embajadores del ALBA”, con la participación de Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela; y continúan los ejemplos: la Cancillería de Venezuela incluso emite notas de celebración cuando se conmemoran los aniversarios de la Revolución Islámica.
Según dijo durante uno de estos actos en Caracas el embajador de la República Islámica de Irán en Venezuela, Hojjatollah Soltani, en ese país funcionan 18 plantas iraníes de alimentos, y han construido 27 desarrollos habitacionales, conocidos como Misión Vivienda.
En 2007 Venezuela anunció una inversión de 930.000 dólares para la construcción de una fábrica de bicicletas, con la participación de Irán, conocida como Fábrica Nacional de Bicicletas Atómicas. Chávez utilizó el término “atómicas” como una burla a los Estados Unidos y su vigilancia a las relaciones entre Venezuela e Irán. Luego se supo, por una investigación del diario El Nacional, que no era una fábrica sino una ensambladora, y que la “transferencia de tecnología” ofrecida por los iraníes nunca ocurrió pues los equipos no eran persas sino de la marca holandesa Holland Mechanics. También desarrollaron alianzas en salud, agricultura y anunciaron la creación de una empresa para explorar la Faja Petrolífera del Orinoco y un estudio para construir una refinería conjunta en Siria.
Chávez se comprometió a apoyar el Programa Nuclear Iraní. Venezuela, Cuba y Siria fueron los únicos países que en febrero de 2006 se opusieron a una resolución del Organismo Internacional de Energía Atómica, que culpó a Irán por violaciones de las salvaguardas nucleares.
Nexos con el terrorismo
El 8 de enero, la organización de oposición Vente, liderada por María Corina Machado, emitió un comunicado en el que señala: “Organizaciones como la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, junto a sus grupos terroristas asociados, como Hezbolá, son agrupaciones con redes clandestinas que siguen una agenda expansionista en el Medio Oriente, África, Europa y Latinoamérica. Estas consiguieron, primero en Hugo Chávez y luego en Nicolás Maduro, sus mayores aliados y socios en operatividad criminal, blanqueo de capitales, narcotráfico, minería estratégica y entrenamiento de grupos armados, y encontraron en nuestro país, una zona de distensión, violando nuestra soberanía”.
Recuerdan que hay “individuos prominentes del régimen, sancionados por los Estados Unidos, que fungen como enlaces de Hezbolá y otras organizaciones criminales, a quienes proveen apoyo logístico y servicios de Estado que incluyen documentos diplomáticos y de identidad”.
En 2007 Iran Air y Conviasa -aerolínea estatal venezolana- abrieron una ruta aérea que conectaba a Caracas, Damasco y Teherán. Una investigación publicada en 2015 por la revista brasileña Veja reveló que el vuelo VO-3006 que operó hasta 2010 se utilizaba para transportar “drogas, terroristas y dinero”.
En el medio explican que aunque formalmente existían boletos disponibles para la venta solo podían viajar quienes tuviesen autorización del gobierno venezolano, por lo que la mayoría de las veces, el avión despegó con casi todos los asientos vacíos, pese a los costos operativos que ello implicaba.
Según fuentes venezolanas en el exilio, a los que tuvo acceso Veja, los vuelos se utilizaron para transportar a docenas de extremistas islámicos que necesitaban viajar al oeste desde Irán y Siria sin ser notados.
Agrega el reporte de la revista que el servicio de inteligencia de Estados Unidos siempre sospechó que la ruta se usaba para el tráfico de armas entre Teherán y Damasco y para el tránsito del ejército iraní.
El Centro para una Sociedad Libre Segura -SFS, por sus siglas en inglés-, con sede en Washington, y el Instituto de Canadá de Análisis Social y Económico (ISEA) presentaron un estudio en 2014 en el que aseguran que Irán, Venezuela y Cuba hacen las veces de “caballos de Troya” para “colocar espías” en occidente. “Entre 2009 y 2011, Venezuela fue el principal país de la región adonde llegaron los iraníes indocumentados, que luego se trasladaron desde allí hasta Canadá”, escriben.
El entonces vicepresidente de Venezuela Tareck El Aissami -quien ahora está en las listas de los más buscados por los Estados Unidos- sería el principal promotor de esa jugada, pues habría tenido “un papel central en el lavado de dinero de organizaciones terroristas islámicas y en la distribución de pasaportes falsos a miembros de Hezbolá, la Guardia Revolucionaria iraní y otras sectas islámicas cuando se desempeñó como ministro de Interior y Justicia”.
En abril se hizo el anuncio de que la aerolínea iraní Mahan Air inauguró nuevamente un vuelo directo entre Teherán y Caracas, esta empresa también ha sido acusada de transportar armamento, agentes encubiertos y dinero a las zonas de conflicto en Siria e Irak. Se trata de un hecho particular porque en los últimos años 18 de las 26 líneas internacionales que viajaban a Venezuela dejaron de hacerlo.
«A no ser que Irán se haya convertido en una repentina fuente de turistas, esto es otro razón por la que el régimen de Maduro se ha convertido en una amenaza para la seguridad de EE.UU.», escribió en Twitter el senador estadounidense Marco Rubio al darse a conocer el anuncio. En mayo EE.UU. impuso sanciones contra la aerolínea argumentando que había transportado armas, militantes y dinero hacia el Líbano y Siria.
Terrorismo en Argentina
El fiscal argentino Alberto Nisman, quien estaba a cargo de la investigación del ataque terrorista con coche bomba a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, denunció en mayo de 2013 a Irán por infiltrarse en países de Sudamérica. En 2015 este mismo fiscal apareció muerto en su residencia con un disparo en la cabeza y aún hay versiones contradictorias sobre si su muerte fue un suicidio o un asesinato.
En la ocasión, Nisman acusó a Irán de «infiltrar varios países de Sudamérica para cometer y patrocinar atentados terroristas en la región», que incluían a Brasil, Paraguay, Chile, Uruguay, Colombia, Trinidad y Tobago, Surinam y Guyana. El objetivo de los iraníes era “instalar estaciones de inteligencia, bases de espionaje destinadas a cometer, fomentar y patrocinar atentados terroristas tal como ocurrió en la sede de la AMIA», señaló el fiscal.
Para el persecutor, el ataque contra la AMIA ocurrido en 1994 resultó ser parte de un entramado mayor producto de una fuerte penetración iraní en la región y precisó que la infiltración se realizó a través de la «utilización dual de organismos diplomáticos, asociaciones culturales, de beneficencia y en algunos casos hasta religiosas iraníes».
Antes de que esto ocurriera el entonces Presidente de Argentina, Néstor Kirchner, se restó de asistir a la investidura de Rafael Correa, en Ecuador en 2007, para evitar toparse con Mahmud Ahmadineyad. Más tarde, con Cristina Fernández de Kirchner en la Presidencia se firmó el 27 de enero de 2013 un memorándum de entendimiento que buscaba el esclarecimiento del atentado terrorista -cuatro meses antes de las declaraciones de Nisman-. El documento nunca entró en vigencia; y el fiscal fue hallado muerto en 2015.
Relaciones con otros países de la región
Un artículo de los investigadores chilenos Isaac Caro e Isabel Rodríguez explica que en 2007 Irán anunció nuevos proyectos vinculados a los sectores petrolero, industrial y financiero para cuatro países suramericanos, tres de los cuales pertenecían al ALBA en ese momento: Bolivia, Venezuela y Nicaragua; mientras que en 2008, autoridades iraníes destacaron que la ampliación de sus relaciones con los estados “latinoamericanos revolucionarios” era una prioridad de su política exterior. Sumó así a sus intereses a Cuba, Bolivia, Ecuador y Honduras, “al tiempo que muchos de estos hicieron anuncios apoyando el programa de energía nuclear llevado a cabo por Teherán”.
Los expertos en relaciones internacionales señalan que el regreso de Daniel Ortega a la presidencia de Nicaragua en 2007, y la alianza de este con Chávez propiciaron el acercamiento de Nicaragua e Irán. Firmaron acuerdos que iban desde la agricultura hasta el procesamiento de petróleo; construcciones de viviendas, fábricas de buses y de cemento. De acuerdo con la investigación, en abril de 2007, Ortega apoyó oficialmente el programa de enriquecimiento de uranio iraní. “Cabe señalar que la embajada de Irán en Nicaragua es una de las más grandes que existen en este país, con un personal que llega a los 40 diplomáticos. Existen denuncias o al menos sospechas de autoridades israelíes, pero no pruebas, de que parte de este personal puede formar parte de la inteligencia iraní y estar asociada con el movimiento Hezbolá que está presente en la triple frontera de Argentina, Paraguay y Brasil, así como en otras zonas sudamericanas”, indican Caro y Rodríguez.
Las relaciones se han mantenido hasta la actualidad, en 2019, Nicaragua firmó un acuerdo de cooperación y comercio con Irán, y Ortega también condenó la operación de EE.UU. en la que murió Soleimani y apoyó el “planteamiento del Gobierno soberano de Irak, que reclama violación de su soberanía nacional”, lo que calificó como “terrorismo internacional”.
Con Ecuador “la relación bilateral cambia profundamente a partir de la visita que realiza el Presidente Ahmadinejad, con motivo de la asunción presidencial de Rafael Correa, en enero de 2007. A partir de entonces, ambos gobiernos abren oficinas comerciales en sus respectivas capitales, se suscriben acuerdos y se realizan visitas mutuas de varias misiones. Estos vínculos no deben verse como un hecho aislado, sino en el marco de una creciente proyección diplomática y de cooperación de Irán con otros países latinoamericanos, que incluyen a Venezuela, Bolivia y Nicaragua”, cita la investigación de Caro y Rodríguez.
Estos dos países firmaron 12 memorandos de entendimiento en 2008 en áreas como industria, energía, petróleo, banca, salud, comercio, turismo, tecnología. Mismo año en que Correa informó que Irán y China estaban interesados en invertir en una petroquímica construida por la petrolera venezolana PDVSA. Correa, además, fue el primer jefe de Estado ecuatoriano en visitar Irán.
Ahmadinejad también estableció relaciones diplomáticas por primera vez con Bolivia en 2007, luego de que asumiera Evo Morales. Entonces suscribió convenios de inversión en la exploración de hidrocarburos, para el impulso a proyectos petroquímicos, la instalación de plantas lecheras y de procesamiento de cítricos. Asimismo, prometió 1.100 millones de dólares en ayuda a Bolivia en los siguientes cinco años. Morales fue a Teherán en enero de 2009.
“Parece claro que los vínculos entre Bolivia e Irán, lo mismo que entre Venezuela e Irán, Ecuador e Irán, Nicaragua e Irán, sobrepasan ampliamente el campo de la cooperación económica y política, para situarse en aspectos estratégicos, que en primer lugar dicen relación con el programa de energía nuclear llevado a cabo por el régimen de Teherán. Los Presidentes Ortega, Chávez, Morales y Correa, con diversos matices, han respaldado el programa de energía nuclear iraní, subrayando, en el caso del mandatario boliviano, ‘el derecho de los países al desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos en el marco del Tratado sobre la no proliferación de armas nucleares, como un medio que puede contribuir significativamente al desarrollo económico y tecnológico de sus pueblos’”, explican los investigadores.
Esta es una relación que también se mantuvo mientras Morales continuó en el poder. En julio de 2019, Bolivia e Irán firmaron un memorándum de entendimiento para transferencia tecnológica y académica y para la implementación de un laboratorio de nanotecnología en la nación altiplánica.
Muchas de estas informaciones se difunden a través de la plataforma de Hispan TV, canal iraní en español que comenzó a operar en 2010, gracias a una alianza con Telesur.
Etiquetas: ALBA, Alberto Nisman, Alerta Viajeros, AMIA, Conviasa, corrupción pdvsa, FPO, Hezbollah, Mahan Air, OPEP, Republica Islamica de Iran, Tareck El Aissami, terrorismo
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