¿Empezar por Monómeros Colombo Venezolanos?
Por: Mauricio Botero Caicedo
Fuente: El Espectador
En su informe del año 2019 “Crimen organizado y corrupción en Venezuela”, la organización Transparencia Venezuela hace un crudo relato sobre la presencia de las Farc y el Eln en ese país, que viene desde la época de Hugo Chávez y se ha consolidado durante el régimen de Maduro. Por otra parte, los archivos de las computadoras del narcoterrorista Raúl Reyes —en mala hora descalificados por la Corte Suprema de Justicia de Colombia— indican que Venezuela se ofreció a equipar a las Farc, y muy seguramente al Eln, de granadas con propulsión a cohete y misiles tierra-aire, y les llegó a plantear el uso de un puerto venezolano para recibir cargamentos de armas. El objetivo de Venezuela, según esos documentos, sería diseñar un plan de seguridad conjunto con las Farc a cambio de entrenamiento en técnicas de guerra de guerrillas. El 28 de julio del 2019, durante las palabras de clausura del Foro de São Paulo en Caracas, Nicolás Maduro declaró que Iván Márquez y Jesús Santrich, exlíderes desmovilizados de las Farc que huyeron de Colombia y retornaron al narcotráfico y a las acciones terroristas, eran bienvenidos en Venezuela. Por otra parte, alias Edward, uno de los miembros más antiguos y poderosos del beligerante Frente de Guerra Oriental del Eln, aparece en un video en donde le jura lealtad absoluta a Nicolás Maduro. En pocas palabras, es necio poner en duda que Venezuela es patrocinadora del terrorismo en Colombia.
Una reciente decisión de la Corte Suprema de los EE. UU. ha abierto, en materia de responsabilidades, un boquete legal del tamaño de una catedral. La Corte Suprema estadounidense dejó en firme una decisión que ordena pagar una millonaria indemnización a tres contratistas de ese país que fueron secuestrados en 2003 por las Farc. Según informes de prensa, “en principio, quien debería pagar la reparación es esa organización guerrillera. Sin embargo, dado que las Farc no tienen activos en Estados Unidos, una ley estadounidense de 2018 les permite a las víctimas de grupos terroristas reclamar fondos previamente incautados por el gobierno a estas organizaciones y sus colaboradores. En ese orden de ideas, el dinero saldrá de los activos de Samark López, empresario venezolano considerado por la justicia de ese país testaferro del chavismo, a través de su relación con Tareck El Aissami, exvicepresidente de Venezuela y hoy ministro de Petróleo. Estados Unidos señala a El Aissami de lavar dineros de la exguerrilla; de ahí la vinculación entre López y la orden de pagar dicha indemnización”.
Es absolutamente obvio que las Farc no han cumplido ni piensan cumplir con lo acordado en La Habana, especialmente aquello relacionado con la reparación a las víctimas. De los $2,5 billones en que se estima la fortuna de estos bandidos, hoy solo hay $30.000 millones para resarcir a las víctimas. Ni los aliados en las altas cortes ni la izquierda nacional e internacional van a permitir que a las Farc se les obligue a cumplir lo pactado. Por lo tanto, en una estrategia jurídica similar a la utilizada por EE. UU. y los tres contratistas estadounidenses, en nombre de las víctimas, el Gobierno colombiano debería perseguir los bienes de la República Bolivariana de Venezuela, el mayor patrocinador del narcoterrorismo en Colombia. Dentro de estos bienes está la empresa Monómeros Colombo Venezolanos, que puede ser expropiada y puesta en venta. Los recursos de dicha venta irían exclusivamente a resarcir a las víctimas del narcoterrorismo.
Etiquetas: ELN. FARC, Lavado de Dineo, Monomeros
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home