Juan Carlos Escotet, el hispanovenezolano que construyó un imperio bancario internacional al que el chavismo ahora cataloga de "ladrón"
Por: Lola Solís
Fuente: Elpublique.me
Juan Carlos Escotet Rodríguez es un economista y banquero venezolano y español, nacido en Madrid en 1959. Es el fundador del banco Banesco y presidente de Banesco Internacional, que tiene presencia en varios países como Venezuela, España, Estados Unidos, Panamá, Puerto Rico, Brasil, República Dominicana, Colombia, Suiza, Alemania, Portugal, Reino Unido y Francia. También es director principal en varias entidades financieras y presidente de ABANCA.
El discípulo de Orlando Castro
En noviembre de 1993, a pocos días de las elecciones presidenciales en Venezuela, el periodista José Luis Díaz Afonso se encontró con una escena curiosa en la oficina del Centro Comercial Concresa en Caracas. Allí estaba Orlando Castro, uno de los empresarios más exitosos del momento, recibiendo la visita de Pedro Rosas Bravo, exministro y hombre de confianza del expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez. El motivo de esa reunión nunca lo supo Díaz Afonso, quien había ido a entrevistar a Castro para la revista Feriado del diario El Nacional.
Castro era el líder del Grupo Progreso, una corporación financiera que había logrado hacerse con el control del Banco de Venezuela, el símbolo del poder económico de la familia Lecuna. Pero también era un prófugo de la justicia venezolana, acusado de fraude y lavado de dinero. En la entrevista, que se publicó el 5 de diciembre de 1993, el mismo día que Rafael Caldera ganó su segunda presidencia en Venezuela, Castro habló de sus hijos, sus negocios y sus valores.
Dijo: “Tengo tres hijos nacidos en Cuba, pero que adoptaron distintas nacionalidades; uno es ciudadano estadounidense, otro dominicano y el menor venezolano. Siempre se siente el temor de que los descendientes derrochen lo que tanto ha costado. Eso puede pasar. Espero que no. Trataré de tomar medidas para que no ocurra. Uno intenta transmitir valores permanentes a los hijos y a veces se logra. Yo conozco familias que lo han conseguido”.
Sin embargo, el tiempo demostró que esos valores no eran tan sólidos como él creía. Años después, Castro tuvo que enfrentar un juicio en Nueva York junto a su hijo mayor y su nieto, por su participación en una red de corrupción internacional.
El pupilo aventajado
Pero entre las confesiones de Castro hubo una que llamó la atención del periodista. Se trataba de un joven al que consideraba casi un hijo: Juan Carlos Escotet Rodríguez, un venezolano nacido en España en 1959, que había sido su mano derecha y su brazo ejecutor en el mundo financiero.
Escotet era un administrador egresado de la UCAB (Universidad Católica Andrés Bello) que empezó su carrera en Sofilatin, una empresa del Grupo Latinoamericana de Seguros, propiedad de Castro. Allí llegó a ser director suplente y gerente general con solo 25 años. Luego pasó a ser el presidente del Banco Zulia, que Castro compró y transformó en el Banco Progreso.
Escotet también fue el artífice de la estrategia que permitió a Castro adquirir las acciones del Banco de Venezuela y negociar con Álvarez Stelling su entrada en la junta directiva. Con el dinero de esa operación, Escotet gestionó para el Grupo Latinoamericana de Seguros la compra del Banco República.
En 1991, Escotet era ya conocido como el “zar de los negocios”. Además de ser el presidente de su propia casa de bolsa, Banesco, era vicepresidente del Banco Progreso, presidente del Banco República y manejaba su Fondo Mutual. Y por si fuera poco, era el asesor áulico de inversiones de Latinoamericana.
El mensajero que se convirtió en empresario
Juan Carlos Escotet es hoy uno de los hombres más ricos de Venezuela, según la revista Forbes. Ocupa una posición entre los 1000 hombres más ricos del mundo. Nació en Madrid durante un viaje relámpago de su madre a ver a su hijo mayor que estudiaba en España. Es uno de los ocho hijos de una pareja inmigrantes de españoles a Venezuela después de la Segunda Guerra Mundial. Juan Carlos empezó a trabajar como mensajero de Banco Unión cuando tenía 17 años de tiempo completo, mientras estudiaba economía por las noches en la Universidad Católica Andrés Bello.
Luego viajó a Estados Unidos, donde obtuvo una Maestría en Ciencias de Gerencia Profesional de la Universidad de Miami, y al finalizarla regresó a Venezuela para trabajar como ejecutivo en la Sociedad Financiera Latinoamericana. Desde ese entonces, Escotet manifestaba sus deseos de tener un banco, hasta tenía el nombre que le pondría, Banesco. En 1986 fundó la Casa de Bolsa Escotet Valores, que engordó a base de operaciones certeras para posteriormente revenderla por una envidiable cantidad de bolívares, que le abriría de par en par las puertas de la clase alta caraqueña.
Ya rico, se asoció y compró en 1990 un pequeño banco a empresarios locales, el Grupo Bancentro, que, aprovechando la crisis financiera en Venezuela, se fue expandiendo mediante adquisiciones y fusiones hasta conformar el holding financiero Banesco, el primer grupo financiero privado de Venezuela.
El sueño propio
Pero Escotet tenía una ambición mayor: tener su propio banco. El nombre lo había elegido jugando con las sílabas de Banesto. El capital lo había obtenido gracias a su habilidad como corredor bursátil en medio del boom financiero que se vivía en Venezuela. Así que decidió convertir su casa de bolsa en un banco comercial: Banesco.
Banesco se lanzó al mercado con una campaña publicitaria innovadora y atractiva. Su logotipo y su sonoridad le dieron una posición privilegiada como marca en la memoria de los usuarios del sector. A pesar de ser una institución financiera de pequeñas dimensiones, comparada con la banca tradicional y con el emporio de su mentor Orlando Castro, Banesco empezó a crecer y a ganar terreno.
Escotet había dejado de ser un empleado del Grupo Latinoamericana de Seguros para ser su competidor. Había materializado los sueños y proyectos de Castro, pero también los suyos propios. Había aprendido de su padre putativo, pero también había desarrollado su propio estilo. Había sido el discípulo aventajado, pero también el rebelde.
El banquero que sobrevivió a Chávez e incrementó su riqueza
Una mañana de enero de 2012, el Presidente venezolano Hugo Chávez amenazó con nacionalizar los bancos de su país desde su programa “Aló Presidente”, que transmitía la televisión estatal. Su advertencia iba dirigida a un banquero en particular: Juan Carlos Escotet. “Escotet, tú me dices”, le dijo, refiriéndose a su exigencia de que el sector financiero entregara efectivo al gobierno para créditos agrícolas. “Si tú no puedes, dame acá el banco. Dime cuánto cuesta tu banco, y de una vez lo nacionalizamos”. Ya antes le había reclamado: "Escotet, se te va a pudrir esa plata. Suelta esa plata, desembucha"
Chávez, que realizó más de 1.000 expropiaciones forzosas, nunca cumplió su amenaza con Banesco, el banco propiedad de Escotet. De hecho, su gobierno fue una bendición para banqueros, que se enriquecieron con los controles cambiarios y las altas tasas de interés, logrando altos rendimientos del capital sin hacer mucho, intereses que hundieron a buena parte de la economía productiva de Venezuela. El proyecto socialista de Chávez dependía de los bancos como Banesco para financiar la deuda pública, y algunos, como Escotet, supieron aprovechar la situación.
La expansión internacional
Dos años después, en 1992, fundó su unidad en Panamá, que opera en dólares fuera de Venezuela y no está sujeta a confiscación por parte del gobierno. Al mismo tiempo, se expandía en Santo Domingo, Puerto Rico, Colombia y Miami, donde viven grandes comunidades de expatriados venezolanos. Continuó en su empeño de crecimiento sin consideración del drástico cambio político que significó para Venezuela la llegada de Chavez al poder en diciembre 1998. En el 2006 en Madrid, creó el Banesco Holding Financiero, bajo el que agrupó las sociedades con activos de Banesco fuera de Venezuela. Escotet controla hoy el 80% de este holding.
Juan Carlos Escotet comenzó a recibir mensajes de Chávez a través de la pantalla de televisión en el Programa Aló Presidente. No le hablaba solo al Presidente de un banco sino al gremio que Escotet lideraba desde el 2010. El teléfono del banquero también sonaba a altas horas de la noche cuando se encontraba descansando en su casa en las lomas que circundan Caracas, porque Hugo Chávez exigía su presencia de inmediato. El presidente era consciente de sus desacuerdos con la política económica del gobierno pero veía en el banquero Escotet a un hombre práctico no beligerante y por eso lo llamaba. Necesitaba conocer la otra cara de la moneda.
Escotet lo sobrellevaba con paciencia. Mantenía la comunicación sin desconocer las diferencias entre ambos que fueron una constante durante los años del poder de Chavez. De puertas para dentro, tenía mucha menos intensidad. Apoyado con un buen humor caribe, prudencia y constancia, escaló posiciones con una postura ideológica flexible y conveniente, logrado sortear las decisiones caprichosas de militares metidos a políticos y políticos gobernando como si fueran militares. Consiguió levantar una fortuna en condiciones aparentemente advesas en un territorio donde la economía se dicta desde el Palacio de gobierno a golpe de decreto. Juan Carlos Escotet fue el único de los grandes empresarios venezolanos que estuvo presente en el sepelio de Hugo Chávez.
Banesco prestó dinero al gobierno chavista durante años y la oposición venezolana acusó en 2015 a Banesco Panamá de ser uno de los vehículos a través de los cuales miembros del régimen supuestamente lavaban dinero y a Escotet de pagar los honorarios de los abogados de dos parientes de la esposa de Maduro, acusados en Estados Unidos de tráfico de droga. Lo cierto es que, Juan Carlos Escotet mantiene buenas relaciones aún con el gobierno de Nicolás Maduro, pero también con la oposición. En el 2008 financió la campaña de Henrique Capriles, el líder de los conservadores venezolanos, para la Gobernación de Miranda y cuatro años después para la Presidencia de Venezuela.
Juan Carlos Escotet junto al "bolichico" Pedro TrebbauCon la llegada a España en 2008, empezó la expansión internacional. Allí se instaló en Madrid donde ha practicado deportes acuáticos y trote, antes de afincarse La Coruña. Fanático confeso del Real Madrid, disfruta sus victorias desde su casa frente a la fuente de Neptuno, donde vive con su mujer, que conoció en la universidad y es tan apasionada al arte como él. Tuvieron cuatro hijos (uno de ellos ya fallecido) quienes trabajan en la organización que sigue avanzando. En el 2012 adquirió un pequeño banco gallego, Etcheverria, de más de 300 años de antigüedad, por alrededor de USD 90 millones. Con esta base de operaciones, compró luego Novagalicia, una entidad financiera que fue nacionalizada por el gobierno español para evitar su quiebra. Banesco sorprendió a todo el mundo con una oferta muchísimo más alta que la de todos sus competidores, $ 1.300 millones de dólares. Posteriormente, Escotet, le cambiaría el nombre por Abanca para distanciarse de sus anteriores dueños.
Juan Carlos Escotet es el presidente del Grupo Internacional Banesco Abanca, que con 17 mil profesionales y más de 10 millones de clientes, ocupa el lugar 124 entre las organizaciones de servicios financieros en el mundo. Escotet como mayor accionista de Abanca, se ha convertido en uno de los primeros banqueros de España según Forbes, con una fortuna varios miles de millones de dólares, que supera a la de Gustavo Cisneros, quien durante muchos años fue considerado el hombre más rico de Venezuela.
Todavía hoy ya pesar de la dificultades económicas y sociales que atraviesa Venezuela, Banesco ha continuado siendo una de las grandes entidades del sector bancario venezolano.
La amenaza de expropiación de Banesco en Venezuela
Juan Carlos Escotet, dueño de Banesco, vivió en 2017 y 2018 momentos de incertidumbre por la amenaza de expropiación de su banco en Venezuela por parte del Gobierno chavista. El líder oficialista Diosdado Cabello, hombre de confianza de Nicolás Maduro, presidente de la república bolivariana, fue el encargado de lanzar la advertencia en varias ocasiones.
En diciembre de 2017, Cabello utilizó unas declaraciones públicas para señalar que el Ejecutivo del país estaba decidido a nacionalizar el banco a un precio muy bajo, el mismo que al parecer habría ofrecido Escotet por el 2,34% que tiene el Estado en el grupo financiero, equivalente a poco menos de 3,5 millones de dólares. "Baratísimo, no", aseguró el líder chavista, quien añadió que "te lo vamos a comprar al precio que tú querías comprar las acciones del Estado; lo que es igual para el pavo debe ser igual para la pava, digo yo".
Los detalles de la supuesta negociación
Posteriormente, el 10 de enero de 2018, Cabello dedicó buena parte de su programa «Con el Mazo Dando» a reiterar lo que había asomado desde hacía varias semanas en el mismo espacio televisivo: que la adquisición de Banesco por parte del Gobierno nacional era inminente.
«Nosotros no estamos jugando, vamos a comprar Banesco«, expresó el constituyente por el estado Monagas, luego de mostrar a través de su celular que su afirmación temprana acerca de que la transacción estaba por realizarse había sido replicada por distintos medios de comunicación, como El Nacional. «Es que no están diciendo ninguna mentira«, aseveró.
A lo largo del programa transmitido por Venezolana de Televisión, el dirigente chavista reveló detalles de la supuesta negociación que involucra la adquisición de la entidad bancaria presidida por Juan Carlos Escotet, en la cual el Gobierno venezolano es accionista.
“Ese señor (Escotet) nos pasó una oferta para comprar las acciones del Gobierno a un precio, (…) nosotros también como Gobierno tenemos derecho a hacerle una contraoferta. Ahora, a lo que él no puede negarse es que el precio que nos lo va a vender es el mismo al que nos lo quería comprar, eso no lo puede aumentar», explicó.
Cabello afirmó que en caso de que se cambiara el precio de venta «eso sería hacer trampa, y tú no eres tramposo Escotet. Tú eres un tipo bien formadito; compraste los bancos en España con plata de tu bolsillo, no te llevaste esos dólares de aquí de Venezuela”, dijo.
Cabello refirió que desde julio de 2012 se había estado negociando la compra de Banesco, pero en 2018 -aseveró- finalmente se habría llegado a un acuerdo, pues presuntamente Escotet había aceptado la contraoferta por un monto cercano a los 3 millones y medio de dólares, según el líder del oficialismo, aunque más tarde dijo que serían 3 millones 800 mil dólares.
«Banesco nos lo puso a la venta, barato, en verdad barato; le agradecemos mucho a Escotet que nos de esas facilidades, como tres millones y medio de dólares. Esta semana hacemos la oferta formal y Banesco pasará a formar parte de la banca pública”, reafirmó.
El líder oficialista Diosdado Cabello, que amenazó en varias ocasiones con expropiar Banesco, el banco propiedad del empresario de origen español Juan Carlos Escotet, también lo acusó de estar involucrado en «transacciones fraudulentas» en la frontera con Colombia. El 27 de diciembre de 2017, en su programa «Con el Mazo Dando», Cabello dijo que iba a investigar «hasta el último detalle» las supuestas irregularidades cometidas por la entidad bancaria.
Si Cabello hubiera cumplido su amenaza, que finalmente no se concretó, el empresario habría sufrido un duro golpe para su conglomerado, que empezó a construir a principios de los años noventa.
Sin embargo, Abanca, la entidad que Escotet posee en España, no se habría visto afectada por la posible expropiación, debido a la estructura de su holding.
La intervención de Banesco y la detención de sus directivos en Venezuela
A comienzos de mayo de 2018, el Gobierno venezolano anunció su decisión de intervenir durante 90 días Banesco Banco Universal, el principal banco privado venezolano, por presuntos delitos financieros. Esta medida se tomó en el marco de una operación en la que fueron detenidos 11 de sus directivos, entre ellos el presidente ejecutivo de la entidad, Oscar Doval. El Gobierno informó al pueblo venezolano que la intervención tenía como objetivo garantizar el pleno funcionamiento y la continuidad de la prestación de servicios del banco, según un comunicado difundido a través del canal estatal VTV.
Ante esta situación, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, decidió abandonar temporalmente la presidencia de la entidad financiera española para viajar a Venezuela y «dar la cara», según informó la entidad en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Escotet comunicó al Consejo de Administración de Abanca su voluntad de ausentarse temporalmente en sus funciones de presidente no ejecutivo con la finalidad de atender y apoyar a los equipos de sus empresas en Venezuela.
Manos de papel y la mediación de Zapatero
El mismo mes de mayo de 2018, el Gobierno de Nicolás Maduro anunció la liberación de 11 ejecutivos de Banesco, el banco privado más grande de Venezuela, que habían sido detenidos a inicios de ese mes, acusados de encubrir o facilitar operaciones cambiarias ilegales. Las autoridades venezolanas señalaron que estos movimientos alteraban el valor del bolívar, la moneda del país, y afectaban la estabilidad de la economía.
Esta medida fue parte de un operativo llamado "Manos de Papel", que fue anunciado por el entonces vicepresidente ejecutivo, Tareck El Aissami, y que consistió en el desmantelamiento de varias casas de cambio ilegales y de estructuras financieras que operaban en la frontera entre Venezuela y Colombia. La liberación de los ejecutivos fue considerada como resultado directo de la mediación del expresidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero, quien tenía vínculos con el Palacio de Miraflores.
El banco emitió un comunicado en el que confirmó la noticia y agradeció a Zapatero su gestión para la liberación de Oscar Doval, Marco Tulio Ortega, Jesús Irausquín, Carlos Lorenzo López, Belinda Omaña, Pedro Pernía, Liz Carolina Sánchez, David Romero, Cosme Betancourt, Teresa Prisco Pascale y Carmen Lander. Dos de estas personas son ciudadanos venezolanos que también tienen la nacionalidad española.
La detención sorpresiva
Estos ejecutivos fueron acusados de "no informar" a las autoridades de la creación de cuentas bancarias para operaciones ilegales y fueron llevados a prisión sorpresivamente por la Dirección de Contrainteligencia Militar. Antes de ser detenidos habían sido invitados previamente a una reunión, aparentemente con fines informativos, en la sede de la Superintendencia de Bancos (SUDEBAN).
Las mujeres estuvieron recluidas en el Instituto Nacional de Orientación Femenina y fueron liberadas en mayo de 2018, una medida que fue tomada con discreción. Los hombres estaban internados en la cárcel de La Planta, en Caracas, acondicionada para albergar presos extranjeros, según EL PAÍS.
Banesco dijo entonces que agradecía "profundamente" a Zapatero "por la firmeza y eficacia de sus diligencias", que había logrado la liberación de los 11 ejecutivos. El comunicado de Banesco concluyó que la actuación de Zapatero "es consecuencia de su incansable empeño por alcanzar la paz y la concordia".
Con todo lo discutible que fueron los motivos para ser llevados a prisión, el planteamiento judicial que tenía el Gobierno de Maduro para los gerentes de Banesco pudo haberles acarreado una pena de prisión de hasta 30 años.
La intervención a Banesco en Venezuela
En marzo de 2019, la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela (Sudeban) anunció que había levantado la medida administrativa de intervención contra Banesco, el banco privado más grande del país, que había estado bajo el control del ejecutivo de Nicolás Maduro durante casi nueve meses.
«La #Sudeban resuelve mediante la Resolución Nº009.19, publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria Nº6.431 de fecha 27 de febrero de 2019; levantar a partir de 28 de febrero de 2019, la medida administrativa de intervención especial dictada Banesco Banco Universal», indicó la institución estatal en un comunicado.
Los motivos de la intervención
La intervención a Banesco fue anunciada el 3 de mayo de 2018 como una medida «de protección al pueblo», según afirmó entonces el Gobierno de Nicolás Maduro.
En ese momento, fuentes gubernamentales señalaron que con esta medida se buscaba «reconducir la administración del banco, saneándolo y despojándolo de toda aquella actividad ilícita o favorecedora de la comisión de delitos financieros».
La declaración oficial de aquel momento, que firmó el viceministro sectorial para el área económica, Wilmar Castro Soteldo, agregaba que el Gobierno de Maduro había detectado acciones en el banco «que incurren en delitos tipificados» por las leyes, «en especial graves y notorias faltas a sus obligaciones de prevención legitimación de capitales».
Maduro llegó a responsabilizar a Banesco de «justificar» los «falsos y criminales» precios del dólar especulativo en Venezuela, cuya tasa se cotizaba muy por encima de la oficial, motivo que, aseguró en mayo de 2018, le llevó a ordenar su intervención.
La respuesta de Escotet
El presidente de Banesco y máximo accionista de la española Abanca, Juan Carlos Escotet, dijo en agosto de 2018 que la intervención al banco en Venezuela no tenía un verdadero asidero legal pues ninguno de los términos a los que se refería «está contemplado en la ley». «Esta es una intervención que no tiene ningún tipo de sentido, esta es una decisión exclusivamente política, una decisión tomada en el afán de querer distraer la opinión pública de los graves problemas que vivimos todos los venezolanos y de las tragedias que se vive en Venezuela», indicaba Escotet en un vídeo difundido en su cuenta de Twitter en aquel momento.
“Hay banqueros ladrones, como un tal Escotet..."
En junio de 2022, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela electa en 2020, Jorge Rodríguez, lanzó una amenaza contra Juan Carlos Escotet, presidente de la junta directiva del Grupo Banesco y de la española Abanca. Rodríguez le acusó de “robar” el dinero de los venezolanos para montar bancos en Galicia y en Panamá, y de intentar comprar jueces venezolanos. Rodríguez no especificó ningún caso ni presentó ninguna prueba de las supuestas irregularidades que habría cometido el empresario.
Jorge Rodríguez, Juan Carlos Escotet
Rodríguez hizo estas declaraciones durante una sesión parlamentaria, en la que calificó a Escotet de “banquero ladrón”. El diputado dijo que sabía lo que Escotet estaba haciendo contra jueces venezolanos y que iba por él. Rodríguez también afirmó que Escotet había violado la confianza que el sistema jurídico le había otorgado. Rodríguez expresó que no podía seguir pasando esta situación.
“Hay banqueros ladrones, como un tal Escotet, que todavía intenta, después de que se robó el dinero de los venezolanos para montar bancos en Galicia y en Panamá, comprar jueces. Voy por ti, Escotet, porque sé lo que estás haciendo contra jueces venezolanos”, dijo Rodríguez.
“Ladrón, ladrón no solo por banquero, ladrón por ladrón. Porque se robó los reales de los venezolanos, porque violó la confianza que el sistema jurídico puso. No puede seguir pasando”.
Relación con el clan Capriles
El clan Capriles, una de las familias más poderosas de Venezuela, tenía ya en 2017 una importante presencia en los sectores inmobiliario y financiero español. Se sabía entonces que el primo del político venezolano Henrique Capriles, Miguel Ángel Capriles López (Caracas, 1963), había adquirido más de una decena de edificios en el centro de Madrid y Barcelona para reformarlos y venderlos como viviendas de superlujo. Miguel Ángel Capriles es el máximo responsable de Inversiones Capriles, la oficina patrimonial que gestiona la fortuna familiar en activos financieros y en el mercado inmobiliario. Miguel Ángel Capriles fue nombrado en 2014 consejero del NCG Banco, renombrado Abanca, el cual pertenece al banquero dueño de Banesco en Venezuela, Juan Carlos Escotet, con quien el consejero ha mantenido una dilatada amistad y relación de negocios.
Miguel Ángel Capriles López
La polémica entre Petricca y Escotet por unos bonos del BCV
Umberto Petricca, un empresario de origen italiano con una gran fortuna, tuvo también negocios con Juan Carlos Escotet, fundador del grupo bancario Banesco. Sin embargo, en medio de la relación surgieron señalamientos sobre unos bonos del Banco Central de Venezuela (BCV), supuestamente falsificados, que habrían pasado de manos del empresario de origen italiano a las de su socio banquero, en uno de sus negocios. Se ha llegado a especular que ambos involucrados pudieron haber tenido conocimientos sobre la falsedad de los bonos.
La disputa entre Escotet y García Mendoza por una demanda en Miami
En el año 2014, el presidente del privado Banesco, Juan Carlos Escotet, se enfrentó al titular del Banco Venezolano de Crédito (BVC), Óscar García Mendoza, por una demanda que se estaba llevando a cabo en Miami (Estados Unidos). La demanda había sido interpuesta por el periodista Thor Halvorssen Mendoza, presidente de la organización Human Rights Foundation.
Escotet acusó en la red social Twitter a César Briceño, ex secretario de la Junta Directiva y ex asistente a la Presidencia del BVC, de financiar la Human Rights Foundation fundada por Halvorssen. Escotet afirmó que era él quien escribía en su cuenta @jescotet y que no iba a tolerar más abusos de estos fracasados.
Escotet también negó en Twitter haber pagado ilegalmente 50 millones de dólares a un funcionario chavista, a través de una sociedad offshore registrada en Panamá con cuentas en Banesco. Escotet le recomendó a estos amitos del valle que lavaran sus trapitos sucios en casa, antes de que perdieran hasta el apellido. Escotet dijo que si se trataba de buscar justicia en cortes internacionales, no le costaría nada recurrir hasta la corte celestial si era necesario.
Enemistad
Escotet sostuvo una manifiesta enemistad con el empresario de origen árabe Tannous Gerges, quien pasó en Venezuela del comercio del cobre, al ámbito financiero, antes de tomarle el gusto a la gerencia de medios de comunicación. Los desencuentros entre ambos estuvieron plagados de amenazas mutuas.
Multas a Banesco Panamá por violar normas contra el blanqueo de capitales
Banesco Panamá recibió dos multas en 2022 por parte de la Superintendencia de Bancos de Panamá. Una de ellas, por valor de 164.000 euros (unos 150.000 dólares), fue por incumplir el régimen de prevención de blanqueo de capitales, financiamiento del terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva. La otra, por valor de 100.000 balboas (unos 92.000 euros), fue por incumplir el régimen bancario.
Estas no son las primeras sanciones que recibe Banesco Panamá por parte del regulador. En 2015 también fue multado por violar las mismas normas, con una cuantía total de unos 300.000 euros.
Las multas fueron firmes en vía administrativa y se basan en inspecciones in situ realizadas en los años 2014 y 2019, según indicó la Superintendencia. Esto significa que el grupo de Abanca volvió a violar las normas contra el blanqueo de capitales en Panamá cuatro años después de haber sido sancionado por lo mismo.
La relación entre Banesco Panamá y Abanca
Banesco Panamá y Abanca comparten el mismo dueño, Juan Carlos Escotet, pero son dos grupos distintos desde el punto de vista societario. Escotet diseñó una estructura autónoma para Abanca cuando llegó a España, con el fin de proteger su fortuna en Europa frente a los posibles problemas que pudieran surgir en sus negocios en Sudamérica, donde ha tenido que lidiar con los vaivenes políticos y las amenazas de nacionalización de Banesco en Venezuela.
No obstante, Banesco y Abanca no son entidades aisladas. Su dueño es el mismo y, por lo tanto, su éxito o fracaso en un mercado puede influir en su estrategia en otro. Por ejemplo, Escotet ha llevado a cabo una política de compras muy agresiva en España, adquiriendo siete bancos en los últimos años, mientras que otras entidades se han visto obligadas a ajustarse ante la baja rentabilidad del sector bancario.
La presencia de Escotet en Panamá
Escotet tiene una presencia directa e indirecta en Panamá. Por un lado, figura como directivo de siete sociedades relacionadas con Abanca, entre las que se encuentra Banesco Holding Latinoamérica SA. Por otro lado, su hijo Carlos Alberto Escotet es uno de los directivos de Banesco Panamá, que tiene su sede en la Torrebanesco de Avenida Aquilino de La Guardia, donde también se encuentra la oficina de
Abanca en Panamá.
Banesco Panamá ha sido objeto de críticas y denuncias por parte de sus clientes, que han reportado en las redes sociales el cierre inexplicable de cuentas, el mal servicio, los cobros injustificados y otras irregularidades.
Banesco Panamá, el banco de Juan Carlos Escotet, cierra cuentas a venezolanos y enfrenta quejas por mal servicio y muchas otras...
Banesco USA privilegiado tras recibir $250 millones del Tesoro de Estados Unidos para préstamos a minorías
Banesco USA es un banco de Miami que pertenece a Juan Carlos Escotet, que se dedica a ofrecer préstamos comerciales en el sur de la Florida y Puerto Rico. En julio de 2022, este banco recibió una inyección de capital de $250 millones por parte del Tesoro de Estados Unidos, con el fin de aumentar los préstamos a pequeños negocios y grandes compañías, especialmente los que son propiedad de minorías.
Los fondos que recibió Banesco USA forman parte del Programa de Inversión de Capital de Emergencia (ECIP), que apoya a las minorías, que fueron las más impactadas económicamente por el Covid-19.
Calixto García-Vélez, presidente y director ejecutivo de Banesco USA, dijo a el Nuevo Herald que su banco fue el único en Florida y Puerto Rico que fue escogido para esta inversión, y que entendía que era un voto de confianza del Gobierno estadounidense en su institución. Banesco USA, que tiene su sede principal en Coral Gables y sucursales en Hialeah, Aventura y Brickell, y en San Juan, Puerto Rico, repartiría los fondos en préstamos a lo largo de 10 años.
Feijóo y Escotet en España
Alberto Núñez Feijóo ha basado su imagen pública en su supuesta capacidad de gestión. Así lo ha demostrado al dar el salto a la política nacional, donde se presenta como una alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusa –dijo en alguna ocasión– de “frivolidad adolescente”. Sin embargo, un análisis de sus mandatos al frente de la Xunta y de sus proyectos más emblemáticos muestra que su gestión no es tan ejemplar como él pretende.
Los números rojos de la economía gallega
Feijóo suele presumir de estabilidad macroeconómica, pero desde una perspectiva neoliberal que no tiene en cuenta el impacto social de sus políticas. Bajo su gobierno, Galicia perdió 100.000 empleos desde 2009 y multiplicó por tres su deuda pública, que pasó del 6,8% al 18,5% del PIB gallego entre 2009 y 2022. Además, fueincapaz de evitar el cierre o la deslocalización de empresas emblemáticas como Alcoa (1.100 trabajadores) o Siemens Gamesa (250 trabajadores), a pesar de tener competencias en materia industrial según el Estatuto de Autonomía. Tampoco logró salvar el sector naval, que se vio frustrado por el fracaso de las negociaciones con la empresa mexicana Pemex. Y descuidó la sanidad pública, que sufrió un fuerte deterioro. A pesar de todo, consiguió revalidar cuatro mayorías absolutas consecutivas e igualar así el récord de Fraga Iribarne, reveló Daniel Salgado en eldiario.es.
El hundimiento del sistema bancario gallego
Otro de los grandes fracasos de la gestión de Feijóo fue la desaparición del sistema bancario gallego, que acabó en manos de Juan Carlos Escotet, dueño de Banesco. Feijóo impulsó la fusión de las dos cajas de ahorro gallegas, Caixanova y Caixa Galicia, que tenían un 45% de la cuota de mercado en la comunidad. Sin embargo, aquella operación fue un desastre que costó 9.000 millones de euros en ayudas públicas y que acabó con la intervención estatal y la venta a Escotet por solo 1.000 millones en 2013. Al año siguiente, el nuevo propietario ya había ganado más dinero del que había invertido con la compra del banco, al que rebautizó como Abanca.
Un auto de la Audiencia Nacional de octubre de 2020 señalaba que Caixanova no habría necesitado ser intervenida si no se hubiera fusionado con Caixa Galicia, dando lugar a NovaCaixaGalicia. Feijóo, sin embargo, defendió aquella marca como “gallega y solvente”. El Partido Popular también bloqueó la comisión de investigación creada en el Parlamento gallego en 2012 para esclarecer lo ocurrido y anunció su reactivación en 2020 solo para volver a paralizarla después. Mientras tanto, Abanca se ha convertido en el socio financiero preferente de los gobiernos del PP en Galicia: la Xunta ha financiado sus cajeros en zonas rurales o apoya su patrocinio a la primera universidad privada de Galicia. Y Feijóo, en su papel de líder de la derecha española, se ha opuesto al impuesto a los beneficios extraordinarios de la banca.
Las compras y la fortuna de Escotet en España
Escotet inició su expansión en España con la compra del Banco Etcheverría en 2014. Luego siguió con la adquisición del Popular Servicios Financieros (que había absorbido al Banco Pastor) en 2017; del negocio español del Deutsche Bank (Deutsche Bank PCB) en 2018; del Banco Caixa Geral (del portugués Caixa Geral de Depositos) en 2020; del Bankoa (vasco) en 2021; del Novo Banco (pequeño) en 2022; y del Targobank (alemán) en 2023.
Estas compras han incrementado la fortuna de Escotet, que ya es el quinto hombre más rico de España según Forbes.
La venta de Novagalicia Banco a Banesco, un negocio redondo para el banco venezolano y un desastre para Galicia
Banesco, un banco venezolano fundado en 1992, se hizo con Novagalicia Banco por 1.003 millones de euros el 18 de diciembre de 2013. Su oferta, presentada a través de su filial Banco Etcheverria, fue la mejor entre las de Caixa Bank, Santander, BBVA y el fondo Guggnheim. Sin embargo, esta venta supuso una pérdida de más de 8.000 millones de euros para las arcas públicas, que habían inyectado más de 9.000 millones de euros en Novagalicia Banco para rescatarlo. Banesco decidió cambiar el nombre del banco gallego por Abanca y unificarlo con Banco Etcheverria bajo una sola tarjeta bancaria. Los responsables de Novagalicia Banco, José María Castellano y César González Bueno, declinaron la invitación del presidente de Banesco, Juan Carlos Escotet, para formar parte del nuevo banco.
La desproporción entre Banesco y Novagalicia Banco
Lo sorprendente de esta operación es que Banesco era mucho más pequeño que Novagalicia Banco en términos de activos, patrimonio, depósitos y cartera crediticia. Novagalicia Banco tenía 56.754 millones de euros en activos frente a los 26.654 millones de Banesco; 2.675 millones en patrimonio frente a los 1.671 millones de Banesco; 35.367 millones en depósitos frente a los 23.313 millones de Banesco; y 28.786 millones en créditos frente a los 14.234 millones de Banesco. Además, Novagalicia Banco controlaba el 38% de los depósitos y el 33% del crédito gallego. Lo único que favorecía a Banesco era su menor morosidad (0,73%) frente a la de Novagalicia Banco (16,1%) y sus beneficios en 2012 (1.016 millones antes de impuestos) frente a las pérdidas del banco gallego.
La responsabilidad del gobierno de Feijóo
Esta situación fue el resultado de una nefasta gestión del gobierno de Feijóo, que impulsó la fusión de las dos cajas gallegas, Caixanova y Caixa Galicia, basándose en un informe encargado a KPMG que costó un millón de euros y que preveía unos beneficios brutos de 2.671 millones de euros entre 2010 y 2015 y la devolución sin problemas de los 1.162 millones necesarios para la fusión. Sin embargo, estas previsiones no se cumplieron y la nueva entidad tuvo que ser intervenida por el Estado tras recibir 9.000 millones de euros en ayudas públicas. Feijóo defendió la fusión como una garantía de solvencia y galleguidad, pero lo cierto es que Caixanova no habría sido intervenida si no se hubiera fusionado con Caixa Galicia, según un auto de la Audiencia Nacional de octubre de 2020.
El Partido Popular también obstaculizó la investigación parlamentaria sobre lo ocurrido y vendió Novagalicia Banco en el peor momento posible, cuando tenía hasta 2017 para hacerlo. La venta fue muy ventajosa para Banesco, que solo tuvo que pagar 400 millones al contado y el resto en plazos hasta 2018, y que además recibió una garantía del FROB del 85% (800 millones) sobre los procesos pendientes: preferentes, conflicto con Aviva, activos traspasados a Sareb y cláusulas suelo.
Los beneficios de Abanca y la pérdida de empleo
Banesco eligió el nombre de Abanca para el banco resultante de la fusión de Novagalicia Banco y Banco Etcheverria. Abanca obtuvo unos beneficios después de impuestos de 1.157 millones de euros en 2014, más de lo que pagó por el banco gallego, gracias a los 556 millones de euros en créditos fiscales que utilizó para ahorrar impuestos. Abanca tenía reconocidos 2.200 millones de euros en estos créditos fiscales, que podía usar en los siguientes años. En 2015, Abanca ganó 330 millones de euros y pagó 18,5 millones en impuestos. Según su balance, Abanca controlaba el 41% del crédito y el 31% de los depósitos en Galicia. Su solvencia era del 16,01% y su morosidad había bajado al 8,6%, por debajo de la media del sector.
Por otro lado, Banesco anunció su intención de deshacerse de las participaciones que Novagalicia Banco tenía en más de 100 empresas, algunas muy representativas de Galicia, como CLH, Bodegas Terras Gaudas, Sodiga, Filmax, Filmanova, Inmobiliaria Lazora, Ahorro Corporación, Grupo Norvento, Ozona Consulting, Autopistas do Salnés, etc. En los últimos años, el banco gallego ya había vendido su participación en 20 compañías (NH, Sacyr, Calvo, Indra, T-Solar…) por un valor de 308 millones de euros. La venta de todos estos activos podría reportarle a Banesco unos ingresos de 4.000 millones de euros.
Mientras tanto, el empleo en Abanca se ha reducido drásticamente desde la fusión de las cajas. De los 10.000 trabajadores que había antes, solo quedaban 4.250 a finales de 2015. Además, Abanca mantuvo dos expedientes de regulación de empleo (ERE) que supusieron el cierre de 74 oficinas y la salida de unos 350 trabajadores. A pesar de ello, los directivos cobraban sueldos muy elevados, como el director general Francisco Botas, que percibía 1,6 millones de euros anuales. Una sentencia de la Audiencia Nacional obligó a Abanca en febrero de 2016 a registrar la jornada efectiva y las horas extras de la plantilla, tras una denuncia presentada por la CIG y apoyada por otros sindicatos. La CIG denunció que Abanca hacía trabajar miles de horas extras a sus empleados sin reconocerlas ni pagarlas.
La propaganda oficial en Galicia
La propaganda oficial trató de presentar la venta de Novagalicia Banco a Banesco como un éxito y un mal menor, como si no hubiera otras alternativas posibles. Feijóo y el PP se felicitaron por haber salvado el sistema financiero gallego y por haber encontrado un comprador que mantendría los centros de decisión en Galicia, el empleo y el crédito (prometió conceder 8.900 millones de euros en préstamos a pymes y particulares en cuatro años). Algunos medios afines al PP se hicieron eco de este mensaje triunfalista y llegaron a titular que Banesco salvaba a NCG o que Galicia no desaparecía del mapa financiero.
Sin embargo, otros medios y analistas fueron más críticos y señalaron que la venta suponía una traición y un despojo para Galicia, que perdía su sistema financiero y veía cómo se malvendían sus ahorros a un banco extranjero con unas condiciones muy favorables para él. También recordaron que Feijóo había incumplido su promesa de mantener una caja solvente, gallega y no bancarizada. La oposición política también denunció la operación oscurantista y el escándalo que implicaba la colonización financiera de Galicia con el consentimiento del PP. El BNG llegó a presentar una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción por presuntos delitos de estafa y malversación de fondos públicos cometidos por el Ministerio de Economía, el FROB y el Banco de España.
La venta de Novagalicia Banco a Banesco fue, sin duda, un negocio redondo para el banco venezolano y un desastre para Galicia, que perdió su sistema financiero, su dinero público y su empleo. Feijóo y el PP fueron los responsables de este fracaso y de su encubrimiento, mientras que Banesco se aprovechó de la situación y se hizo con un banco rentable y con una gran cuota de mercado. La propaganda oficial no pudo ocultar la realidad de una operación que supuso una traición y un despojo para Galicia.
Juan Carlos Escotet acudió por primera, en mayo de 2023, vez al encuentro financiero que organiza el IESE cada año en España con el apoyo de EY. El venezolano se mostró encantado con su participación y se quedó a escuchar a otros ponentes como Gonzalo Gortázar y Luis de Guindos, que cerró la jornada.
Escotet aprovechó para contar cómo empezó su aventura bancaria en España con la compra de Novagalicia Banco por 1.003 millones de euros en diciembre de 2013. Su oferta, presentada a través de su filial Banco Etcheverria, fue la elegida por el Frob, que rechazó otras mejores. Escotet se hizo así con las antiguas cajas gallegas, que eran rentables, gracias a la presión de Alberto Núñez Feijóo, que era entonces presidente de Galicia y que impuso su criterio sobre el del ministro de Economía, Luis de Guindos, según Hispanidad.
Escotet dijo que lo más importante era “saber comprar bien” y no le faltaba razón, porque compró Novagalicia Banco con el dinero que generaba el propio banco gallego. El Frob le permitió pagar los 1.003 millones en plazos cómodos, el primero de 403 millones que tardó meses en abonar.
La UIE, otro favor en Galicia
La creación de la UIE, la primera universidad privada de Galicia, fue uno de los últimos favores que Feijóo le hizo a Escotet antes de dejar la presidencia de Galicia. La UIE está vinculada a Abanca y a su obra social, Afundación, y sería dirigida por Miguel Ángel Escotet, primo del banquero venezolano y experto en educación superior. La UIE contaría con dos campus en A Coruña y Vigo y ofrecería cuatro grados y cuatro másteres en el ámbito de la administración de empresas, el derecho y la ingeniería.
Los favores que Feijóo le ha hecho a Escotet, fruto de su amistad, han dado lugar a especulaciones incluso sobre una posible relación de testaferrato.
La salida de Nueva Pescanova y la defensa de la fusión de las cajas
Pescanova, un grupo pesquero gallego de gran relevancia en España, entró en concurso de acreedores en 2013 al descubrirse que tenía un agujero contable de más de 1.600 millones de euros. Feijóo, que estaba preocupado por el impacto social y económico de la quiebra de Pescanova, que daba empleo a más de 10.000 personas en Galicia y en el mundo, contó con el apoyo de Escotet. Escotet se quedó con el control de Nueva Pescanova, la sociedad que surgió de la reestructuración del grupo, tras adquirir las participaciones que poseían las entidades financieras acreedoras.
En mayo de 2023, Escotet comentó sobre la venta de Nueva Pescanova a la firma canadiense Cooke, que se quedará con el 80% de la pesquera. Escotet aseguró que no le había “dolido” desprenderse de esta participación, que formaba parte de la cartera de unas 370 empresas que heredó con la compra de Novagalicia Banco. Escotet dijo que cada uno debía centrarse en lo que sabía hacer -“zapatero a tus zapatos”- y que solo entró en Nueva Pescanova para evitar su liquidación o troceamiento, lo que habría supuesto la pérdida de 12.000 empleos y una empresa estratégica para Galicia, algo que hubiese supuesto otro impacto negativo para la imagen política de Alberto Núñez Feijóo. Escotet también defendió la fusión de las cajas gallegas, Caixanova y CaixaGalicia, que dio lugar a Novagalicia Banco. El banquero consideró que fue un acierto porque creó un grupo con una importante cuota de mercado en Galicia. Escotet alabó públicamente al gobierno de Feijóo por impulsar esta fusión, aunque el grupo acabara siendo intervenido, reveló Economía Digital Galicia.
Entre los años 2009 y 2011, el periodista Isaac González Toribio fue el director de comunicaciones corporativas de Pescanova. Ahora, casualidad o no, González se encarga de proteger la imagen pública de ABANCA y de Escotet como director de Comunicación y Relaciones Institucionales del banco.
Trágica pérdida
DailyMail reveló en 2022 las imágenes del desgarrador momento en el que Andrea Montero se enteró de que su prometido, Juan Carlos Escotet Alviarez, había muerto en un extraño accidente de navegación en los Cayos de la Florida. El hijo del propietario de Banesco, Juan Carlos Escotet Rodríguez, había intentado salvarla de ahogarse cuando ella cayó accidentalmente al agua durante una competencia de pesca en marzo de 2022.
Juan Carlos Escotet (hijo) junto a su novia Andrea Montero
Las imágenes de la cámara corporal obtenidas exclusivamente por DailyMail.com, del Departamento del Sheriff del condado de Monroe, mostraban a Montero llorando desconsoladamente por la pérdida de su prometido, quien era parte del directorio de la división estadounidense del banco venezolano de su padre.
El fatal accidente
Escotet Alviarez, de 31 años, saltó heroicamente al agua para rescatar a Montero, de 30, después de que ella se cayera por la borda del barco pesquero de 60 pies llamado Otoro, a seis millas de la costa de Cayo Largo. Pero el barco, que iba en reversa, atropelló al banquero, con sede en Miami, y las hélices giratorias de 36 pulgadas del barco le causaron mutilaciones devastadoras en todo su cuerpo, según DailyMail.com.
Montero logró escapar de alguna manera de las cuchillas y fue llevada a un lugar seguro por otros en el bote, pero solo podía recordar detalles básicos del drama. No sabía que su prometido estaba muerto hasta que un oficial le dio la noticia en el puerto en el exclusivo Ocean Reef Club en Key Largo, revela el video.
Se la puede escuchar sollozando en un momento: ‘¿A dónde lo llevaste? Quiero ver su cara. ¿Dónde?’
En otro giro trágico, el cuerpo de su prometido estaba en realidad retenido en un barco de pesca amarrado en el muelle, a pocos metros de donde ella estaba hablando. Ese barco había llegado en ayuda del Otoro en el mar.
El intento fallido de rescate
DailyMail.com también pudo revelar que Michael Milz, una de las seis personas en el Otoro, se lanzó valientemente al océano en un vano intento por salvar a Escotet Alviarez.
Pero el joven banquero ya había sido golpeado por las hélices cuando Milz lo alcanzó.
En las imágenes de la cámara del sargento Robert Dosh, Montero, con el cabello aún húmedo, aparece por primera vez en el muelle con un suéter azul y pantalones cortos.
Se puede escuchar a Dosh, quien estaba coordinando la investigación preliminar, acercándose a ella con preguntas mientras se prepara para dar la devastadora noticia.
Escotet nombra a dos de sus hijos consejeros de su sociedad patrimonial
Juan Carlos Escotet, el banquero hispano venezolano que controla Abanca, ha realizado recientemente una reordenación en su sociedad patrimonial Escotet Family Office, con la que gestiona parte de sus posesiones. Entre ellas, parte de su participación en el accionariado de Abanca. El empresario ha dejado de ser el administrador único de esta sociedad y ha nombrado consejeros de la misma a dos de sus herederos, Carlos Alberto y Carlos Eduardo Escotet.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Escotet también ha decidido incluir en este holding a Daniele Pellicano, el director financiero de Banesco Internacional, la filial con la que opera en diferentes mercados latinoamericanos y Estados Unidos. Asimismo, ha colocado como secretaria de la compañía a María Consolación Borrás, actual vicesecretaria de Abanca.
Escotet creó esta sociedad patrimonial a mediados de 2020, en plena pandemia, para gestionar parte de sus posesiones. Entre ellas, parte de su participación en el accionariado de Abanca. A finales de 2022, a través de este vehículo patrimonial, el banquero tiene el 41,28% del capital de la entidad de origen gallego, es decir, casi la mitad del 84,748% que ostenta. El resto pertenece a otros socios minoritarios, entre esos el Tesoro Público, que conserva un 0,4%.
Los hijos del dueño de Abanca trabajan para el emporio financiero que a lo largo de las últimas décadas el empresario venezolano ha ido construyendo a partir de Banesco. Eduardo es gerente de nuevos productos de la entidad en Venezuela, mientras que Alberto lidera las operaciones en los países de América donde el grupo está presente, como son Panamá, República Dominicana, Venezuela y Estados Unidos. Según el registro mercantil, ambos ya figuraban como apoderados del holding patrimonial.
Etiquetas: Banesco, Juan Carlos Escotet
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