En Barranquilla y Maicao indagan por el libanés que tiene nexos con Hezbolá
Fuente: El Heraldo
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó información sobre facilitadores financieros del partido político-paramilitar y uno de estos opera desde el Caribe colombiano.
En una vivienda del barrio Villa Santos, en el norte de Barranquilla, según registros de la Cámara de Comercio de esta ciudad, operaba la empresa Zanga SAS, constituida en el año 2015 y cuya última renovación de matrícula figura para el 31 de marzo de 2022.
En dicha sociedad, también con sede en Maicao, figura como representante legal Mahdy Akil Helbawi, un hombre de origen libanés, pero, según registros, nacido en este municipio del departamento de La Guajira.
Hasta ahí no hay o había problemas con la empresa que desde su constitución plasmó como objeto social en Cámara, tal y como se lee en su matrícula mercantil, la comercialización e importación de cementos, cerámicas y materiales para construcción; “exportación de carbón vegetal y poder realizar cualquier actividad económica lícita tanto en Colombia como en el extranjero”.
Todo estuvo en que el pasado martes 12 de septiembre la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Office of Foreign Assets Control, OFAC, por su sigla en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en coordinación con la Administración para el Control de Drogas, publicó información sobre “ciertos facilitadores financieros”, claves para América del Sur y el Líbano, de la organización musulmana chií libanesa, que cuenta con un brazo político y otro paramilitar, conocido como Hezbolá.
Este es llamado el Partido de Dios Libanés, el cual emergió para contrarrestar la presencia israelí y de sus aliados en el sur del Líbano.
El poderoso Departamento del Tesoro reveló además que el empresario Mahdy Akil Helbawi es hijo del libano-venezolano Amer Mohamed Akil Rada, vinculado desde hace muchos años como “miembro operativo de Hezbolá, que llevó a cabo el atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994 en Argentina, en el que murieron 85 personas”.
En esa línea, de acuerdo con la autoridad estadounidense, Mahdy Akil llevaba a cabo, en nombre de su padre Amer, actividades comerciales en Colombia, “casi con seguridad con el propósito de evadir ser detectado y eludir sanciones. Helbawi estableció la empresa de carbón vegetal Zanga S.A.S., con sede en Colombia, que ha sido la principal proveedora de sociedades controladas por individuos que integran esta red, incluido Amer. Helbawi es el director ejecutivo de Zanga S.A.S.”, precisa el documento del Tesoro.
Para el organismo estadounidense Amer y sus asociados administraban esa sociedad comercial en representación de Hezbolá, que incluye exportaciones de carbón vegetal al Líbano, aparentemente, saliendo desde puertos de Barranquilla.
“Esta medida de vigilancia y control se dirige a siete personas y entidades clave que forman parte de esta red que genera ingresos para las actividades terroristas de Hezbolá y posibilita la presencia del grupo terrorista y sus actividades nefastas en América Latina. Desde su creación, Hezbolá ha establecido una infraestructura global extensa que incluye actividades comerciales que permiten a sus agentes viajar libremente, estudiar objetivos de manera estratégica y transferir materiales y fondos”, reza el informe dado a conocer por la autoridad.
Y eso fue afianzado por el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian E. Nelson, quien señaló que la orden “destaca el compromiso del Gobierno de Estados Unidos de actuar contra actores y financistas de Hezbolá con independencia de donde se encuentren”.
“Seguiremos erradicando la presencia de quienes pretenden abusar de los sistemas financieros de EE. UU. e internacionales para participar en el terrorismo y financiarlo”, anotó el funcionario.
Por ello, según la entidad, todos los bienes y participaciones en inmuebles de las personas y entidades nombradas, en forma individual o junto con terceros alcanzados por bloqueos, que se encuentren en Estados Unidos o en poder o bajo el control de personas estadounidenses, deberán quedar bloqueados de todo tipo de manejo económico.
Dinero entrante
La investigación extiende que la firma constituida en Barranquilla Zanga S.A.S. recibió transferencias por un total de aproximadamente USD40.000 de una compañía con sede en el Líbano llamada Black Diamond SARL, alegando que se trataba de ingresos por compras de carbón o carbón vegetal. Ali Ismail Ajrouch es el propietario de Black Diamond SARL.
En tal razón, la firma mencionada y su propietario también quedaron sancionados por el Gobierno estadounidense.
Una firma en Venezuela
Otro de los mencionados en el listado del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos fue Samer Akil Rada, hermano de Amer y tío de Mahdy, otro miembro de Hezbolá, y quien ha estado vinculado en forma activa a delitos relacionados con tráfico de drogas ilícitas y lavado de dinero en varios países de América Latina, entre estos Venezuela.
“Samer anteriormente operaba desde Belice, pero huyó de allí debido a un caso relacionado con drogas. También estuvo implicado en el envío de 500 kilogramos de cocaína ocultos en cargamentos de frutas, por un valor de cerca de USD15 millones, que más tarde fueron incautados en El Salvador. Samer es gerente general y director ejecutivo de BCI Technologies C.A., con sede en Venezuela”, detalló la autoridad.
Historia del pasado
Una investigación adelantada años atrás por medios argentinos descubrió que Amer Mohamed Akil Rada era el dueño de la Importadora Marisol en la isla de Margarita y financiaba a Tawasul, que es un centro de ideologización política-cultural del islamismo en la zona insular de Nueva Esparta, Venezuela.
En su momento Akil Rada se vinculó con Salman Roauf Salman, más conocido como Salman El Reda, quien fue acusado por la Justicia argentina de ser el organizador de los atentados a la embajada de Israel en este país, en 1992, y de la AMIA, en 1994.
De acuerdo con las autoridades argentinas, Akil Rada habría sido el emisario que llevó los detonadores usados para el ataque a la AMIA y la embajada de Israel. Y que entró a la Argentina en 1992, antes del ataque a la embajada de Israel, por la Triple Frontera, y luego del atentado a la AMIA apareció en Brasil, pero luego su centro de operaciones se trasladó a la isla de Margarita en Venezuela.
Precisamente en el país vecino se sigue el rastro de su hermano Samer Akil Rada, quien, según investigaciones, está involucrado en la industria de las criptomonedas y el tráfico de oro.
Incluso, para las autoridades, los Rada tendrían conexiones con el gobierno de Maduro para ampliar su ‘portafolio’ criminal.
Rastreo local
Fuentes de la Dijín comunicaron a este medio que hoy se hace un barrido en el Caribe colombiano para conseguir qué otro tipo de negocios podrían estar relacionados con la familia Akil y, más allá, con el partido político del Líbano Hezbolá, implicado en atentados terroristas.
Para las autoridades colombianas la alerta emitida por el Gobierno estadounidense, a través del Departamento del Tesoro, sería apenas la punta del Iceberg de algo que seguramente tendrá otras connotaciones como, por ejemplo, apoyos a grupos criminales locales y extranjeros dedicados al narcotráfico y al lavado de activos. Las investigaciones empezaron por Barranquilla y Maicao.
Etiquetas: Amer Mohamed Akil Rada, Hezbollah
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