"La OPEP parece estar pintada en la pared"
"Los pronósticos de Wall Street lucen más importantes de lo que dice o hace la OPEP", afirma el ex gobernador de Venezuela ante el bloque. Asegura que el presidente Hugo Chávez se comporta como analista de una banca de inversión cuando augura los precios del crudo.
Elie Habalián habla de un nuevo orden o arquitectura energética global para explicar las razones de los máximos históricos que están registrando los precios del petróleo. En esa visión menciona que ahora los países industrializados no son los únicos grandes consumidores de crudo, sino que también están las llamadas naciones emergentes; advierte también que la Organización de Países Exportadores de Petróleo no atendió las inversiones que se requerían para atender esa nueva demanda y ahora queda rezagada en las decisiones que se están tomando en materia energética.
"La OPEP decidió no hacer nada. Debió cumplir con su misión y asumir su rol de regulador del mercado, lo cual se hubiera logrado desplazando la banda de precios gradualmente hacia el alza, a la par de hacer nuevas inversiones con los recursos adicionales que iba aportando el mercado", afirma Habalián, quien fue gobernador por Venezuela ante la organización. "Los países de la OPEP hicieron poco o nada para aumentar su capacidad de producción hasta llegar a la insólita situación de tender casi a cero el colchón entre demanda y la capacidad de producción", destaca el experto.
–¿Parece que es poco relevante lo que pueda decir la OPEP y son más importantes los pronósticos que se hacen en el mundo financiero de Nueva York?
–Por lo pronto, los pronósticos de Wall Street lucen más importantes de lo que dice o hace la OPEP. Al ceder paulatinamente su responsabilidad de regular la oferta en el mercado petrolero global, permitió el ingreso de nuevos factores y actores energéticos y financieros, que hicieron más compleja la cuestión energética. Ahora parece ser demasiado tarde para que la OPEP retome el rol que tuvo hasta 2003.
–¿Entonces cómo queda la OPEP? ¿Ahora sí es su fin?
–No se trata del fin de la OPEP como organización. Lo que sucede es que el contexto energético global ha cambiado últimamente y lo seguirá haciendo. Nuevos actores como los países emergentes, nuevos combustibles como el etanol, y nuevas tecnologías se han incorporado. Mientras tanto, frente al desafío de los cambios tecnológicos, ecológicos, económicos, políticos, geopolíticos y financieros, la reacción de la organización ha sido la perplejidad. Frente a la actual crisis energético-financiera, la OPEP parece estar pintada en la pared, perdió su función de regulación y es claro que el nuevo orden energético global está en marcha, no parece estar llamada a ocupar el rol fundamental que una vez tuvo y que no supo conservar.
–Arabia Saudita, pese a ser el primer productor de petróleo, tampoco hizo mucho por promover la reciente reunión entre productores y consumidores en Yeda, porque los precios siguieron subiendo.
–Sus autoridades políticas y energéticas han dicho que no esperan milagros en el corto plazo. Arabia Saudita percibió que no se trata de tomar el control de la OPEP, sino de liderar la conformación del nuevo orden energético global junto con el primer ministro británico, Gordon Brown, en representación de los países consumidores; China e India, por las economías emergentes. Esto no va a ocurrir en el corto plazo, pero está en marcha. Esta nueva dinámica está pautada para el venidero otoño, en su reunión en Londres.
–¿Por qué no aparece EE UU en ese grupo?
–El presidente George W. Bush no puede aparecer. Si lo hace, la reunión hubiera terminado en una implosión y por eso quien va es Gordo Brown, para asumir el liderazgo visible aunque detrás está Estados Unidos.
–¿Comparte los pronósticos de que el precio del petróleo puede llegar hasta 250 dólares por barril?
–En la actualidad, el grado de vulnerabilidad del mercado petrolero mundial es de tal magnitud que en el corto plazo todo es posible. Parece presionar en esta dirección una combinación de factores políticos y geopolíticos, una holgura cero entre demanda de crudos y derivados y la capacidad de producción y refinación, una falta de regulación y de transparencia financiera global y en la data energética de los distintos organismos y países involucrados. Lo más insólito es que figuras como el presidente Hugo Chávez, autoridades de la OPEP o el presidente de la empresa rusa Gazprom, actúen más como corredores de la bolsa de Wall Street junto a Goldman Sachs y Morgan Stanley.
–¿Por qué el presidente Chávez y las personas que menciona actúan como representantes de una banca de inversión?
–Se han dado a la tarea de pronosticar precios de 100, 150, 250 y 400 dólares por barril. Pareciera que la bolsa de Wall Street se hubiera infiltrado en la OPEP. Aquellas fuerzas que han venido presionando por un alza en el precio del barril no deben perder de vista que no sólo la economía estaría en riesgo sino también la paz mundial. No quiero pensar que por la mente de los líderes de varios países OPEP y no-OPEP, con Rusia como cabeza invisible, se esté ventilando la insólita idea de que por el camino de una colosal crisis global estén buscando el derrumbe de la actual civilización, para llevarnos al "mar de la felicidad". Hoy parecen haberle tomado el gusto al precio de tres dígitos y que no están dispuestos a soltarlo. Aparentemente, la única vía que les queda a varios países productores y exportadores para convencerse de que tienen que hacer algo es esperar que el precio colapse por la vía de la recesión mundial, lo cual demuestra que la mayoría de los países de la OPEP no parece haber asimilado la lección de la segunda mitad de los 80 y todos los 90.
–¿El subsidio en la venta de combustible que ofrecen muchos países productores de petróleo es otra razón por la cual aumenta la demanda de hidrocarburos?
–Desde luego que sí. El subsidio a los combustibles en varios países productores-exportadores estimula el consumo y el derroche del petróleo, como ocurre en Venezuela, donde la gasolina es más barata que el agua. Este fenómeno reduce la oferta al mercado petrolero mundial y contribuye a su encarecimiento. No obstante, algunos de estos países no se atreven a reducir el subsidio a los combustibles porque se desencadenaría un problema social de impredecibles consecuencias. En el caso de Venezuela, se trata de un complejo problema del orden político, económico y social, en el que el abordaje de su solución lleva casi siempre a un círculo vicioso. Venezuela, con todos sus recursos financieros, ha carecido de un proyecto que resuelva la "bomba de tiempo" que significa el colosal subsidio al consumo doméstico de los combustibles.
–¿Comparte la idea de que al petróleo le queda pocos años?
–Existen dos enfoques al respecto. El primero plantea que estamos a punto de alcanzar el pico de haber consumido la mitad del petróleo originalmente almacenado en la tierra, y que por tanto estamos a punto de entrar en la etapa del agotamiento del crudo. Es lo que llaman la teoría del Pico de Hubbert.
–En ese caso, ¿cuántos años le quedan?
–Algunos defensores de esta teoría se atreven a mencionar el 2043 como el año del agotamiento definitivo del petróleo; pero esa hipótesis es confrontada por otra que plantea que en la Tierra debe haber mucho más petróleo por descubrir y algunos expertos mencionan cifras por encima de 10 billones de barriles. Esta hipótesis que rechaza el agotamiento inminente del petróleo descansa en la tecnología como la herramienta principal que garantiza nuevos descubrimientos y la extracción de más petróleo, siempre y cuando haya inversionistas dispuestos a aportar el capital necesario. En todo caso, este es un debate inconcluso, en el cual hay que seguir profundizando.
–¿Ese fin del petróleo es por el crecimiento de fuentes alternas de energía?
–Ese es el segundo enfoque, el cual plantea que el petróleo está condenado a perder su carácter de combustible dominante. En otras palabras, podemos estar ante el comienzo del fin del reinado del petróleo sobre el resto de la matriz de energía primaria. Para ello se esgrimen razones políticas, geopolíticas, económicas, ecológicas y tecnológicas. En estas condiciones, otras fuentes de energía primaria, como las renovables y la nuclear, se encuentran en vías de sustituir una buena parte del petróleo.
Etiquetas: Energía y Petróleo
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