Los problemas bancarios
Por: Orlando Ochoa
La errada política económica chavista utilizó por años los altos precios petroleros para eludir los problemas de fondo de Venezuela: inflación, sobrevaluación de la moneda, desestímulo a la producción agrícola, manejos oscuros de los excedentes fiscales y corrupción sistemática en las colocaciones bancarias, contratos gubernamentales y operaciones de deuda pública. A los abusos fiscales, monetarios y cambiarios se suman las amenazas a la propiedad privada por parte del socialismo premoderno y el torpe deterioro de supervisión bancaria. Todo esto y los estrechos vínculos financieros del entorno militar-socialista (ó nacional-socialista) indujeron el serio declive de parte del sector bancario, reconocido por Rodrigo Cabezas y Trino A. Díaz. Este ambiente, brevemente descrito, no precisamente estimula la creación del hombre nuevo con que algunos sectores justifican el autoritarismo corrupto.
Así llegamos al caso de las notas estructuradas, las cuales se usaban en Fonden para vender junto a otros papeles financieros más de 12.000 millones de dólares a entes financieros venezolanos con grandes ganancias cambiarias a ser repartidas. La desviación de reservas del BCV a Fonden y sus compras de notas estructuradas nunca estuvieron acorde con la ley. Luego vienen las notas estructuradas en bolívares utilizadas por algunos bancos para esconder grandes posiciones en moneda extranjera en sus balances. Realmente éste es sólo un instrumento de varios usados en forma creativa. Alí Rodríguez, nuevo ministro de Finanzas, decidió pedir ayuda al máximo "enemigo" ideológico, al Fondo Monetario Internacional junto al Banco Mundial, para evaluar a la banca y las alternativas de política. Ironías del destino.
Tal como lo entendían Carlos Marx o Adam Smith la forma como se organiza la economía constituye la base real de la sociedad. El rentismo y el saqueo son actividades abiertas de la alianza cívico-militar del chavismo, no sólo de los banqueros. Han aprovechado las distorsiones de una economía con serios desequilibrios macroeconómicos, que ni el precio del petróleo puede esconder ahora. Veremos si el gobierno prefiere diferir (agravar) el problema bancario para después de la elecciones de noviembre, o asumir la tarea de contener al menos este flanco del problema nacional.
Etiquetas: Análisis Económico
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