Sincretismo ideológico bolivariano
Por: José Rafael López Padrino
El iletrado de Miraflores en una muestra más de su sincretismo ideológico referido como Socialismo del siglo XXI, afirmó durante la celebración de los 40 años del régimen autoritario de Muammar Kadafi, que Jesús y Mahoma fueron “verdaderos luchadores socialistas”, y además tuvo la desfachatez de promocionar al autoritarismo libio, como un ejemplo a seguir por los países Africanos y Latinoamericanos en sus procesos emancipadores.
El iletrado de Miraflores en una muestra más de su sincretismo ideológico referido como Socialismo del siglo XXI, afirmó durante la celebración de los 40 años del régimen autoritario de Muammar Kadafi, que Jesús y Mahoma fueron “verdaderos luchadores socialistas”, y además tuvo la desfachatez de promocionar al autoritarismo libio, como un ejemplo a seguir por los países Africanos y Latinoamericanos en sus procesos emancipadores.
Estas aberrantes manipulaciones históricas, no son nuevas, recordemos que en repetidas ocasiones el tte coronel ha afirmado que Bolívar fue socialista, y ha asociado a personajes inconciliables por las enormes diferencias ideológicas: Perón con el Che Guevara, Rosa de Luxemburgo con Eva Perón y ahora Mahoma y Jesús con Marx. En cuanto al régimen libio, si bien el mismo tuvo un carácter antifeudal en sus comienzos (derrota al Rey Idriss), en estos 40 años sólo ha engendrado un socialismo sin socialistas, una democracia sin demócratas y un poder popular sin pueblo. Kadafi, al margen de su retórica escandalosamente polémica, constituye en la praxis uno de los sepultureros del nacionalismo árabe.
El sincretismo bolivariano mezcla versículos de la Biblia con capítulos del Capital de Marx, la concepción corporativista filofascista, con planteamientos de Trosky, etc. Es decir, una verdadera colcha de retazos ideológicos, que manipula la verdad, que no acepta el pensamiento crítico y muchos menos la disidencia; en el cual sólo la figura del líder, quien supuestamente interpreta la voz del pueblo, es el autorizado para opinar, y sus émulos tienen la obligación de repetirla y aceptarla devotamente. El desacuerdo es sinónimo de traición.
Este sincretismo perverso, se suele camuflar de izquierdista, como tarjeta de presentación ideológica, acusando de paso de fascista a todo aquel que devele su origen reaccionario, ya que resulta un anacronismo total el pretender ser de izquierda (definida doctrinalmente), asumiendo políticas antinacionales, antiobreras, y represivas. Es un proyecto que promueve a un falso mesías y sacraliza e institucionaliza una idolatría por el padre de la Patria y el Estado, en su afán por integrar a la población en su propio universo simbólico, a través de una doble moral y una grotesca manipulación de la historia.
El mundo ha sido testigo de la doble moral e hipocresía del tte coronel, quien no ha emitido critica alguna ante el recibimiento como héroe nacional en Libia del terrorista Abdelbaset Mohamed al Megrahi, autor del atentado del avión de Pan American en Lockerbie, que causó la muerte de 270 pasajeros (1988). Para él hay actos terroristas que son condenables como la voladura del vuelo 455 de Cubana de Aviación (1976) ejecutada por Posada Carriles, mientras que otros igualmente abominable no lo son, como el atentado de Lockerbie.
Venezuela sufre todos los síntomas de una de las más terribles enfermedades políticas: el sincretismo político-religioso bolivariano, aderezado con un fétido y opresor militarismo.
El sincretismo bolivariano mezcla versículos de la Biblia con capítulos del Capital de Marx, la concepción corporativista filofascista, con planteamientos de Trosky, etc. Es decir, una verdadera colcha de retazos ideológicos, que manipula la verdad, que no acepta el pensamiento crítico y muchos menos la disidencia; en el cual sólo la figura del líder, quien supuestamente interpreta la voz del pueblo, es el autorizado para opinar, y sus émulos tienen la obligación de repetirla y aceptarla devotamente. El desacuerdo es sinónimo de traición.
Este sincretismo perverso, se suele camuflar de izquierdista, como tarjeta de presentación ideológica, acusando de paso de fascista a todo aquel que devele su origen reaccionario, ya que resulta un anacronismo total el pretender ser de izquierda (definida doctrinalmente), asumiendo políticas antinacionales, antiobreras, y represivas. Es un proyecto que promueve a un falso mesías y sacraliza e institucionaliza una idolatría por el padre de la Patria y el Estado, en su afán por integrar a la población en su propio universo simbólico, a través de una doble moral y una grotesca manipulación de la historia.
El mundo ha sido testigo de la doble moral e hipocresía del tte coronel, quien no ha emitido critica alguna ante el recibimiento como héroe nacional en Libia del terrorista Abdelbaset Mohamed al Megrahi, autor del atentado del avión de Pan American en Lockerbie, que causó la muerte de 270 pasajeros (1988). Para él hay actos terroristas que son condenables como la voladura del vuelo 455 de Cubana de Aviación (1976) ejecutada por Posada Carriles, mientras que otros igualmente abominable no lo son, como el atentado de Lockerbie.
Venezuela sufre todos los síntomas de una de las más terribles enfermedades políticas: el sincretismo político-religioso bolivariano, aderezado con un fétido y opresor militarismo.
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